«Los fondos europeos están condicionados; proyectitos para otras cosas no van a valer»

La participación de Lorenzo Bernaldo de Quirós, economista y presidente de Freemarket Corporative Intelligence, este martes en el Foro Económico de El Diario trató de bajar a la realidad a todos aquellos que han visto en el Plan de Recuperación definido por Bruselas un asidero al que agarrar todos los proyectos que la realidad de la tesorería local no es capaz ni siquiera de ambicionar en la coyuntura actual. Desde campos de golf hasta derribos de viviendas ilegales. Algo que, en su opinión, no tiene cabida con el diseño de los 'fondos europeos'. «Ese dinero va a estar condicionado y no vale presentar cualquier cosa. La Comisión lo ha dejado muy claro: Tienen que estar relacionados con la digitalización, el cambio energético o el I+D. Quien pretenda destinar fondos europeos a derribar casas lo lleva claro», comenzó el empresario, con una 'receta' marcadamente liberal y unas ideas «muy claras».

De nuevo en versión digital por las restricciones sanitarias, el invitado abundó en su análisis durante el coloquio con la periodista Pilar González. «Los denominados 'Estados frugales' no van a permitir que esos fondos se usen para fines no aprobados previamente. Proyectitos para hacer otras cosas no van a valer. Quien diga lo contrario está mintiendo a la opinión pública», aseveró.

'España en la encrucijada' fue el título que Bernaldo de Quirós escogió como tarjeta de visita para su ponencia, que en la práctica fue más bien una conversación con la moderadora. ¿Cómo se encuentra? «Con bastante resignación, estamos en situación de adaptarnos. Creo que el Gobierno sigue una política de ensayo y error», comenzó.

A partir de ahí, el balance de este 2020, lamentablemente para el recuerdo. «Hay dos factores evidentes. Por un lado, una muy mala gestión sanitaria derivada de un proceso de improvisación permanente, que se ha visto intensificado por el caos desde el punto de vista comunicativo, con la consiguiente confusión ciudadana. Por el otro, el consecuente impacto económico, que ha derivado en la mayor crisis en 80 años», opinó, para remachar que «el escenario es absolutamente desolador».

Ante esta crítica, ¿qué hubiera hecho distinto? «El enfoque ha sido erróneo y contraproducente», sostuvo. «La pandemia provocó un shock de oferta, en especial en pymes y autonómos. No puede haber empleo si el tejido productivo se hunde. Esta crisis ya ha provocado la desaparición de 100.000 compañías en España y la moratoria concursal está embalsamando quiebras. Va a ser muy difícil reconstruir. La economía nacional no estaba preparada y hubiera necesitado mayor flexibilidad. Además, las subidas de impuestos que está impulsando el Ejecutivo son lo peor que se puede hacer», razonó.

Entonces, la 'encrucijada' a la que se refiere Bernaldo de Quirós parece clara. «España no está en condiciones ni macro ni microeconómicas para salir de la crisis con rapidez. El déficit está disparado y tenemos mercados muy rígidos. La salida será más rápida entre los vecinos del centro y norte de Europa. España alcanzará los niveles de 2019 a finales de 2023 o principios de 2024. Nos esperan tres años muy muy duros», anotó.

Porque, según el economista, dados el déficit y deuda actuales de España, vamos a depender tanto del Banco Central Europeo como de los inversores. «Es imposible que los inversores nos sigan comprando deuda sin que se eleve la prima de riesgo».

Tras esta premisa, de vuelta al 'maná' continental. «En los últimos siete años España sólo ha gastado el 40% de los fondos estructurales. Ha dejado más de la mitad sin comprometer por problemas de gestión».

El actual debate tributario también salió a colación durante el coloquio. En la diana, la propuesta de armonización fiscal para el territorio nacional –País Vasco protege su propio concierto– y el anuncio del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, defendiendo esa igualdad impositiva. En este punto, Bernaldo de Quirós se mostró crítico con el jefe del Ejecutivo autonómico: «Es un eufemismo para subir impuestos a la gente. Revilla tendría que explicar que los cántabros pagarían más de Sucesiones y Donaciones, actualmente bonificadas al 100% en Cantabria. Un país sin competencia impositiva es una cárcel tributaria. Al final sirve para justificar la voracidad impositiva de territorios como Cataluña, que en ningún caso suponen mejores servicios públicos», dijo.

De hecho, incidió una vez más en Cantabria. «Cuenta con unas características extraordinarias, por lo que con una fiscalidad atractiva podría traer inversiones, favoreciendo un entorno en el que ahorrar, invertir y consumir. La armonización supone impedir que se bajen los impuestos. Es un desastre», manifestó el ponente.

Con la presión tributaria sobre la mesa, el economista abundó en su argumento de que «el Gobierno ha elegido una estrategia absolutamente equivocada. Subir impuestos profundiza la recesión y alarga la crisis. Soy muy pesimista sobre el futuro español. La brecha con Europa va a aumentar y nos espera una crisis muy larga. Nos ha tocado el peor Gobierno en las peores condiciones económicas en décadas», expresó.

Al invitado igualmente se le cuestionó acerca del propio Revilla. «Tiene el perfil populista, en el sentido de simpático y gracioso. Se ajusta a lo que piensa mucha gente y por eso está donde está. Aún así, no creo que tenga un proyecto para convertir a Cantabria en una región puntera. Además, entre el apoyo que está dando al Ejecutivo de Pedro Sánchez a nivel nacional y su idea de la armonización fiscal no creo que esté actuando de la mejor manera».

Otro de los momentos del Foro se detuvo en la imagen proyectada por los empresarios. ¿Tienen el reconocimiento que merecen? «Hay una especie de pandemia intelectual que por lo general lleva a desconfiar de los empresarios. Entiendo que no puede haber una economía de mercado sin ellos. Cuídenlos como si fueran aves en extinción. Hoy en día, con las condiciones actuales, son héroes», sostuvo.

En una crisis transversal como la actual, en la que el golpe se ha dejado sentir en todos los países y niveles sociales, ¿quiénes serán los más perjudicados y los más beneficiados» En opinión de Bernaldo de Quirós, «aún no sabemos los efectos en su totalidad. Si el rumbo se mantiene igual sí que preveo que el daño sea generalizado en España. En ese caso, el covid será letal para las pymes, mientras que las grandes empresas pervivirán pese a la gravedad de la situación».

Entonces, ¿qué hay que hacer? «Para acertar basta con hacer lo contrario de lo que está aplicando el Gobierno», reiteró.

Fue prácticamente el último mensaje de la intervención, antes de reiterar «las ideas muy claras» respecto a lo que ha pasado y lo que está por venir. Una «receta» que gira en torno a un control de la deuda y el déficit y, en ningún caso, apretar la soga impositiva. El tiempo dirá si la hoja de ruta de este experto era la acertada o si la Administración conseguirá sacar a la economía nacional, y por extensión a la cántabra, de la sima coyuntural por la que pena.

Sobre el futuro de las pensiones y la sostenibilidad de la Seguridad Social, Lorenzo Bernaldo de Quirós se mostró partidario de reformas profundas. «El Pacto de Toledo es un parche puesto en un edificio en ruinas. El sistema actual es insostenible, una bomba demográfica. Cada vez hay más jubilados y menos ocupados», comenzó.

Esto lleva a dos caminos: «O recortes o más impuestos brutales sobre nuestros hijos y nietos», amplió. En su opinión, «toca cambiar de modelo y sistema y pasar a una fórmula mixta de capitalización en la que cada individuo ahorra para su futuro. Si no, vamos a tener un conflicto intergeneracional», vaticinó.

En opinión del invitado, «el modelo de banca que hemos conocido en el pasado no va a volver a existir. Los márgenes de negocio se han reducido por los bajos tipos de interés, mientras que las entidades se ven obligadas a unas mayores exigencias de capital para garantizar su solvencia. Todo ello redunda en una menor rentabilidad».

Respecto a las fusiones, defendió que «muchas de ellas son defensivas. CaixaBank y Bankia son un ejemplo de esto. La rentabilidad no va a llegar por un aumento de los ingresos, sino por una reducción de costes a través de cierre de oficinas y salida de trabajadores», analizó sobre el negocio financiero.

Durante el Foro Económico igualmente se debatió acerca de las últimas llegadas de inmigrantes a las Islas Canarias y la situación que sobrepasa al Gobierno insular. «No tenemos una crisis migratoria en España. Estas llegadas son un pequeño porcentaje que hay que mirar con frialdad y sin caer en la demagogia. Las migraciones se acompasan a los ciclos económicos. Hubo una gran afluencia entre 1996 y 2008, que regresó a partir de 2014».

Bernaldo de Quirós defendió que «España necesita inmigrantes. Tienen un impacto positivo sobre el PIB y son contribuyentes netos que, por su juventud, demandan pocos recursos del sistema».

El economista también se pronunció sobre el nuevo estudio de la Fundación Cotec publicado ayer por El Diario, que mantiene a Cantabria a la cola nacional en inversión en I+D, un 24,5% de desembolso y un 15% de empleo menos que en los máximos alcanzados en el año 2009. «La inversión en I+D sólo tiene sentido y genera valor añadido si son las empresas las que lo incorporan. Tenemos menor inversión en este campo por una razón sencilla, el tamaño de nuestro tejido empresarial. Además, uno innova cuando lo necesita para mejorar y sobrevivir, esto es, con mayor competencia en los mercados. En España por lo general los mercados están muy regulados».

Evidentemente, el encierro primaveral elevó involuntariamente el ahorro doméstico. Ahora, ante la incertidumbre, el consumo de los hogares igualmente se ha visto refrenado. «Estamos viendo un ahorro por precaución, que se ha visto añadido a la caída de la riqueza financiera por la bajada de las bolsas y los tipos de interés. Cuando la situación se vaya despejando volverá a elevarse el gasto. También ayudará que el paro baje», dijo.

En todo caso, este escenario no llegará de forma inminente a su juicio pese a las vacunas. «Creo que esto no pasará antes de 2022», aseveró. Bernaldo incidió en que los niveles precovid no regresarán hasta 2023 o 2024.

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