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España todavía no ha salido definitivamente de la crisis y para que pueda hacerlo es imprescindible el papel de los empresarios. Así lo expuso ayer el analista y presidente de PGS, Pablo Gimeno, en el Foro Económico de El Diario Montañés que, bajo el título ... 'Nos hundimos ¿cómo evitarlo?', planteó las claves para conseguir el desarrollo de los negocios y las ciudades. A los políticos y gobernantes les censuró su visión «cortoplacista» y demandó medidas a más largo plazo.
Ante una nutrida representación de empresarios y colectivos de la sociedad cántabra, Gimeno alabó «las posibilidades» de desarrollo de Santander y Cantabria en áreas como el turismo. En este tercer foro del año, presentado por la periodista de El Diario Pilar González y moderado por el director del periódico, Íñigo Noriega, el mediático economista reconoció que la situación «no es para tanto» como refleja el título de la conferencia. «Lo he puesto para que vengan», bromeó. Se mostró «optimista y positivo» por naturaleza, ya que siendo empresario no puede ser de otro modo, aclaró, pero no ocultó las sombras que se ciernen sobre España aunque esté creciendo algo más que Alemania y Francia. «Estábamos peor que estos países y no tenemos ni el PIB ni las tasas de empleo de alemanes y franceses», advirtió a la audiencia.
La consultora PGS, creada por Gimeno en 2008, da trabajo a 40 personas y está especializada en la compra-venta de empresa y en ayudar a inversores. El economista, utilizando un lenguaje llano y cercano, se refirió a la lucha del empresariado por seguir adelante y relató su experiencia como emprendedor desde los 18 años. «Me he tirado un porrón de veces de la montaña», indicó al explicar que a veces es necesario arriesgarse. En su caso concreto, dejó un trabajo estable y bien remunerado en una multinacional para fundar su propia compañía.
Los tres aspectos desfavorables que afectan a España son actualmente el 'Brexit', las múltiples convocatorias electorales y el asunto catalán, a juicio de Pablo Gimeno. Todo ello crea incertidumbre en los inversores. «El 'Brexit' está haciendo ruido», indicó, y no ocultó que uno de sus sueños es la repetición del referéndum «con un resultado diferente», algo que es consciente de que no ocurrirá.
La salida de Gran Bretaña de la UE, y si se hace de manera negociada o abrupta, es uno de los aspectos negativos para España a nivel externo y en el interior «las dos tensiones son la incertidumbre provocada por las muchas elecciones» que se avecinan para este año y «el tema catalán que es una faena, no somos conscientes del ruido que hace fuera, es brutal».
Consciente de la importancia del papel que juegan los empresarios, censuró las «trabas» y «los palos en las ruedas» que imponen las Administraciones públicas con cargas como la presión fiscal y los trámites burocráticos. A gobiernos y políticos les reclamó más apoyo a las empresas y emprendedores y al empresariado demandó «unión para ser más fuertes». Para abundar en este pensamiento utilizó el símil de la estrategia que utilizan los peces pequeños que, ante el ataque de un tiburón, «se juntan para parecer más fuertes».
Le llama la atención el desarrollo de manifestaciones diarias de todo tipo «pensionistas, de sanidad, de educación» todas ellas «necesarias», admitió, pero no hay ninguna de empresarios. Y agregó que «la diferencia entre el tonto y el listo es la perspectiva».
A la pregunta realizada por él mismo de si en España y Cantabria «hay futuro», contestó en primer lugar con los aspectos negativos: la baja natalidad de 1,3 hijos que sitúa a España en el segundo país del mundo, también ocupa el mismo puesto en esperanza de vida con 86 años, y la deuda que soporta el país que es un billón de euros, lo que supone 24.000 euros por cada ciudadano.
A pesar de ello se mostró convencido, apelando a su optimismo, de que España tiene futuro. En primer lugar consideró necesario un aumento de la población de jóvenes para sustentar al mismo tiempo el pago de las pensiones, un sistema «imposible» de soportar en las actuales circunstancias. Destacó que más de la mitad de las personas nacidas a partir del año 2000 «va a vivir más de cien años».
Sobre el pago de impuestos, destacó que los españoles, y algo más los empresarios, «la mitad del año trabajamos, hasta julio, para el Estado» y se preguntó si ese dinero «se revierte» en la sociedad. Aunque se contestó que «seguro que sí», aludió a datos como que de cada seis españoles 1,5 trabajan en el sector privado y 4,5 «cuelgan del Estado». Censuró que al empresario o al emprendedor, «que es una empresa pequeña», en vez de facilitar su labor «le meten palitos en la rueda» con impuestos y normativas, lo que provoca que «cada vez hay menos empresarios».
En respuesta a una pregunta de los asistentes, señaló que los impuestos deben ser «flexibles y progresivos» para particulares y empresas.
Otra de las claves apuntadas por Pablo Gimeno para avanzar, que vale tanto para familias, empresas y ciudades, es que «hay que vivir un poco por debajo de tus posibilidades», que es un consejo que recuerda le dio su padre.
En el caso de las empresas, además de la unión «para ser más fuertes», consideró imprescindible que «se adapten al medio», saber «coger olas para impulsarse y crecer». Por su experiencia al frente de la consultora PGS ha constatado que en ocasiones «a las empresas les llega la oportunidad cuando no están preparadas». Por ejemplo, indicó que «todo el mundo sabe lo que vale su casa, pero no su empresa». Frente a ello, apuntó que hay que conocer ésta y otras informaciones «para estar preparados cuando el socio llega, es bueno tener los deberes hechos». Hay casos en los que ante posibles inversiones en una ciudad «el alcalde nos dice que tendrá los datos en dos meses», censuró Gimeno.
El Foro Económico de El Diario cuenta con la colaboración de Gullón y Viesgo y el patrocinio del Gobierno de Cantabria, Sodercán y Liberbank.
Empleo
La ayuda a las empresas fue una de las ideas más repetidas en la conferencia de Pablo Gimeno en Santander. Para el analista económico, «un país sano es el que tiene empresas», a la vez que destacó que el tejido empresarial, sobre todo de las pymes, es el que soporta la creación de empleo en España. La relación de la oferta y la demanda está ligada, indicó, a la subida de los salarios y destacó la menor tasa de paro en Cantabria, que se sitúa en el 14%, en relación con la media del país.
Crecer
Para crecer, avanzar y desarrollarse, tanto individualmente como a nivel empresarial y de ciudades, una de las recetas aportadas por Gimero es la de «saber venderse, sacar brillo y salir fuera para que vengan inversiones». Indicó que cuando una persona está en paro no puede «esperar en casa» a que le lluevan las ofertas «y limitarse a enviar curriculums», sino que debe moverse y buscar las oportunidades. Este espíritu vale también, dijo, para dinamizar los negocios.
Ahorro
Uno de los asuntos que más preocupa a Pablo Gimeno es la sostenibilidad del sistema de pensiones, por lo que censuró que la Administración, en vez de fomentar el ahorro, «está penalizando los planes de pensiones privados».
Abogó por reducir en España la edad de la población: «Hay países en los que tener un hijo es como que te toca la lotería», dijo, y también por renovar algunas empresas «que tienen una edad media de los trabajadores de 63 años».
Optimismo
El escenario desfavorable al que se enfrenta España se puede revertir. Para Gimeno, tanto España como Cantabria «tienen unas posibilidades alucinantes» como el talento y su situación estratégica para afrontar la salida definitiva de la crisis. «Tenemos las herramientas a un palmo para conseguirlo, entre todos se puede hacer», señaló en un mensaje final optimista. «Tenemos un país lleno de posibilidades, no queda otra, la otra opción es salir de aquí».
Responsabilidad
Ante una pregunta del público sobre la responsabilidad de los políticos, Gimeno consideró que sí los hay, pero no lo son aquéllos que «gastan más de lo que ingresan, que viven por encima de sus posibilidades». A los gobernantes les reprochó, sobre todo, que la celebración cada cuatro años de elecciones les impida ver más allá. «Me gustaría ver a políticos tomar medidas a 15 años, a más largo plazo, no a un año». Señaló que el empresario «no es el problema, es la solución».
Salario mínimo
Otra de las cuestiones de interés entre los asistentes fue si la subida del salario mínimo incidirá en el empleo. A juicio del economista, «tendrá consecuencias buenas y malas». Opinó que es de justicia su actualización para afrontar gastos como la vivienda, pero opinó que «las medidas de este tipo se tienen que tomar en su momento» ya que «tendrá consecuencias en el paro de las clases más bajas». Estimó que «cuanto menos intervenga la Administración mejor».
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