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Isabel Tocino llegó este martes al Hotel Bahía de Santander con una visión muy concreta de por dónde ha transitado la economía global en las últimas décadas y, especialmente, hacia dónde se encamina. Con la experiencia de ser una pionera entre las mujeres que empezaban ... a ocupar durante la dictadura franquista espacios copados por el género masculino, la exministra de Medio Ambiente con el Gobierno de José María Aznar y actual vicepresidenta de Banco Santander dejó claro en el Foro Económico de El Diario Montañés que las empresas deben acostumbrarse a lo imprevisto y, en la medida de las posibilidades, no temer a la incertidumbre actual dominada por el cambio constante y animarse a invertir en innovación, crecimiento sostenible y talento humano. Todo ello como llave para crecer, diversificar tanto en mercados como en productos y, en definitiva, blindarse ante potenciales riesgos.
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Javier Cotera
'Estrategia de resiliencia para seguir creciendo en un mundo nuevo'. Así bautizó Tocino su ponencia en Cantabria, en un acto conducido por la periodista Pilar González. Un título justificado no ya en las transformaciones sufridas en los últimos tiempos, a las que «nos hemos acostumbrado», sino por lo que definió como una concatenación de «tsunamis» en estas dos primeras décadas de siglo XXI.
Con los ejemplos de la invitada flotando en el ambiente, más que de resiliencia la sensación fue de supervivencia general. «El momentum no puede ser más complicado», sostuvo, para agregar que «ningún cambio de siglo ha sido como este».
Antes de arrancar su presentación, un reconocimiento a los empresarios. «Ustedes juegan un importante papel como motor económico. Son tiempos muy importantes para ustedes y no son fáciles. Se encuentran denostados», lamentó.
Después de mencionar a sus tres principales mentores, «mi padre, Manuel Fraga y Emilio Botín», esta cántabra universal entró en materia. Respecto a los mencionados «tsunamis», hizo un repaso que estremece. El 'efecto 2000'; el atentado contra las Torres Gemelas; la gran crisis financiera entre 2006 y 2007 con las subprime; quiebra de Lehman Brothers y crisis de deuda; la primavera árabe con el intento de instaurar regímenes democráticos en Túnez, Argelia o Egipto y el consiguiente «fenómeno migratorio sin precedentes»; el accidente en 2011 en la central nuclear de Fukushima, donde «podría haber ocurrido todo»; los acuerdos de París en 2015, que pusieron rumbo a la descarbonización en 2050, con el consiguiente «tsunami regulatorio» en la Unión Europea... «No nos habían dicho cuánto nos iba a costar la transición energética», reconoció.
Los fenómenos históricos no han cesado en los últimos tiempos. Tocino se detuvo en 2018, cuando los empresarios en Estados Unidos empezaron a prestar atención al «impacto social» de su actividad, que derivó en un foro de Davos centrado en el «capitalismo de stakeholders».
Por supuesto, el 'cisne negro' de 2020 en forma de pandemia mundial coronavírica. «Un antes y un después». «Parece que nos hemos acostumbrado, pero no había precedentes. Subsistimos y salimos adelante. También aceleró la transformación digital. El teletrabajo se creó a partir de la pandemia», recordó.
A partir de ahí, los últimos momentos. «Salimos con tal fuerza de la pandemia que creamos el 'shock de los contenedores', con una inflación realmente atípica. Los bancos centrales, que tardaron en reaccionar, se dieron cuenta de que era más estructural que coyuntural, hasta que en 2022 admitieron un serio problema». De ese punto, a las subidas de tipos, con el añadido de la guerra en Ucrania en 2022. «Ha cambiado el mundo, además de generar unas pérdidas económicas notables».
A partir de aquí, varias palabras mágicas para la economía y la política: «Liquidez» financiera y «seguridad» empresarial y nacional. Todo ello con un mundo que vira hacia la responsabilidad climática y energética, donde la importancia de las cadenas de suministro va en aumento. La invitada abogó por producciones próximas o alianzas con socios fiables: «El libre mercado está roto. No podemos comprar e invertir donde queramos», afeó.
Por ello abogó por tener «una estrategia de resiliencia y seguir creciendo. Hay que tener una estrategia ofensiva con la empresa adaptándose continuamente». ¿Por qué? Porque la transformación ha llegado para quedarse.
A su juicio, es «un momento para el realismo de los empresarios, para ver qué inconvenientes me pueden hacer vulnerable». Pero, sobre todo, es un contexto para invertir en tecnologías como la inteligencia artificial generativa; en crecimiento sostenible; y en el talento. «Colocar a los mejores en los puestos importantes».
Como cierre de su disertación, una mano tendida, poniendo en valor la función de los actores financieros como «asesores especializados».
El Foro Económico cuenta con el patrocinio de la Consejería de Economía del Gobierno de Cantabria y Unicaja Banco; así como con la colaboración de EDP, Galletas Gullón y Tanatorio Nereo Hermanos. La sede oficial es el Hotel Bahía de Santander.
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