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Retos económicos, sostenibilidad, emergencia climática, defensa, sector financiero y bancario e incluso política. Son algunos de los aspectos que se han abordado estos últimos meses en las sesiones del Foro Económico de El Diario Montañés, que este martes puso el cierre a una temporada más con la economista María Lladró como invitada. Lo hizo con una presentación titulada 'Reinventar el sistema económico: por qué y para qué', que tal vez es de las más distintas de las que han tenido lugar en este ciclo porque, prácticamente, tuvo más que ver con filosofía que directamente con economía. Así lo valoró la ponente, que es propulsora de 'valuismo', un sistema que pretende corregir los «excesos» que presenta el capitalismo para poner la generación de valor en el eje centra en lugar del capital. Todo ello con el fin de que la economía sirva al ser humano y no tanto a la búsqueda constante de un beneficio económico inmediato.
Lladró es economista, impulsora del pensamiento creativo y de la inteligencia colectiva, así como especialista en empresa familiar y en consejos de administración además de ejercer como mediadora y consultora y como docente en cursos de postgrado de distintas universidades y escuelas de negocio. Un largo currículum que tiene su origen en Lladró, la conocida empresa especialista en porcelana que fundó su padre junto a sus tíos. La compañía dejó en ella una significativa impronta y se refiere a ella en repetidas ocasiones a lo largo de su discurso. Habla de cómo en sus fábricas «los trabajadores eran felices porque se miraba más allá de buscar la rentabilidad y el beneficio económico cortoplacista», lo que, desde su punto de vista, les llevó al éxito. «Lladró consiguió llevar la porcelana de los palacios a las casas», dice la economista.
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Ve en Lladró un sistema que podría extrapolarse a la economía de forma global. Algo por lo que pugna y ve necesario con una teoría que da forma con su libro 'Valuismo. Reinventando la economía global', un marco teórico para una nueva economía más consciente y humanista que profundiza en conceptos como los niveles de consciencia, el aprendizaje continuo y el sentirse conectados. «Actualmente el 41% de los empleados vive con estrés y eso lleva al miedo y donde hay miedo no hay talento ni creatividad», por eso cree que hay que favorecer un sistema económico que no ponga tanta atención a los números de ahora y deje más margen de maniobra. «En Lladró había libertad, valentía, talento y margen para cometer errores».
Por eso la ponente aboga por reestructurar al sistema económico. Pero hacerlo de raíz. Aunque no despoja de todo mérito al capitalismo (algo que sí hace con el comunismo, contra el que se muestra abiertamente más crítica), sí cree que incurre en muchos «excesos y distorsiones». Entre todos ellos, se detiene a mencionar, por ejemplo, que se busque el beneficio a toda costa, la producción compulsiva, la concentración de poder en grandes corporaciones y estados, el enfoque a corto plazo o que se vea la realidad «sólo de forma cuantitativa cuando también es cualitativa». Por ello, defiende que hay que dejar de añadir adjetivos al capitalismo, como por ejemplo, capitalismo humanista, consciente, responsable o ecológico» para reinventar una genuina estructura que, en su opinión, debería girar en torno a la generación de valor y que denomina 'valuismo'. «Tengo claro que una sola palabra puede cambiar un sistema», defendió durante la charla.
Para Lladró el capitalismo únicamente se mueve en términos monetarios, y excluye otros factores que hay que tener en cuenta. Como, por ejemplo, el tiempo, del que cree que el sistema público que conocemos se ha olvidado. «No se dan plazos concretos para conceder permisos y la burocracia es muy compleja y eso destruye valor», afirma. Entre sus propuestas también mantiene la ponente que es necesario eliminar las cotizaciones de la bolsa diaria para que, en su lugar, tengan una periodicidad de una vez a la semana e intentar con ello limitar la especulación.
La ponencia de Lladró estuvo plagadas de referencias. Incluso mencionó algunas obras que plantean futuros distópicos como, por ejemplo, 'Un mundo feliz' de Aldous Huxley para hablar de cómo llevamos tiempo asumiendo decisiones incorrectas que «dejamos pasar por inercia». La economista de hecho también recurre al trabajo de la psiquiatra Marian Rojas Estapé, que defiende que al estrés, la irritabilidad, las respuestas negativas y un constante estado de alerta provoca inflamación en los cuerpos de las personas. Una sintomatología que Lladró ve reflejada en nuestro sistema. «Tenemos una economía inflamada que hay que reinventar estructuralmente», colige.
En el turno de preguntas, el director de El Diario Montañés, Íñigo Noeriga, le cuestionó a la economista si su propuesta era «intervencionista». A lo que ella respondió que:«Puede parecerlo, pero no lo es». De hecho, en más de una ocasión Lladró se refirió a la iniciativa privada como «la joya de la corona», pero cree que nuestra estructura actual hace que todo el poder se concentre en pocas corporaciones, lo que «la propia libertad lleva a una paradoja en la que la libertad se ve limitada». Es por lo que insiste en la necesidad de limitar la concertación de poder, que junto a otros factores como el dar más importancia a la generación de valor, sería la vía para llegar hasta donde el capitalismo no puede llegar. «Un ejemplo es la lucha contra la emergencia climática, el capitalismo está más centrado el beneficio económico y no está generando soluciones lo suficientemente rápido para la avalancha que se viene y en 'valuismo' el medio ambiente es un valor que hay que proteger».
El Foro Económico cuenta con el patrocinio de la Consejería de Economía del Gobierno de Cantabria y Unicaja; así como con la colaboración de EDP, Galletas Gullón y Tanatorio Nereo Hermanos. La sede oficial es el Hotel Bahía de Santander.
Con María Lladró se cierra una nueva temporada del Foro Económico de El Diario Montañés. Una docena de expertos son los que han pasado por el Hotel Bahía con su ponencia. Arrancó en septiembre Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea, que alargar la edad de jubilación a los 67 años y planteó un recargo en el IRFF.
También fue destacable la sesión de octubre protagonizada por la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que defendió su reforma fiscal y anunció entonces un Presupuesto para la región de 3.542 millones.
Junto a ellos han intervenido otros como el presidente de Indra, Marc Murta, para abordar asuntos de defensa o Manuel Pérez-Sala, presidente del Círculo de Empresarios, que aseguró que «Cantabria no está siendo capaz de atraer inversión privada para el futuro». Mientras que la experta tributaria Cristina Enache defendió en diciembre que la reforma fiscal que está ejecutando la región «es la correcta pero tiene margen de mejora».
Entre los ponentes también están exministros como Isabel Tocino y Jordi Sevilla y otros que llevaron una charla más medioamiental como Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa y Clima; junto a otros con un perfil más económico como Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca, o Valentín Pich Rosell, presidente del Consejo General de Economistas.
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Ana del Castillo
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