«El futuro del Puerto depende de la solución que se dé al ferrocarril»

«El ferrocarril y cómo se juegue esa partida de ajedrez con nuestros competidores, es dónde nos estamos jugando el futuro a medio y largo plazo». Así de contundente se mostró González frente a una pregunta de un asistente sobre la capacidad de reacción del puerto santanderino ante las infraestructuras previstas en las comunidades vecinas que harán a sus puertos más competitivos.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander se refirió a la comunicación con la Meseta y los últimos planes de Fomento que indican que, si bien no habrá un AVE entre Madrid y Cantabria, si llegará hasta Reinosa una prolongación de la vía de alta velocidad que permitirá el paso de trenes de mercancías. Por la especial orografía, de Reinosa a Arenas de Iguña «entramos en el siglo XIX» con la misma vía mejorada. Volverá a observarse un cambio positivo de la conexión hacia Torrelavega y Santander para seguir al proyectado Llano de la Pasiega.

«No serán trenes AVE ni lo vamos a tener», se resignó Jaime González, pero sí confió en su carácter multiproducto. Esta es la clave, resaltó, para que el Puerto de Santander pueda ser competitivo.

Otro de los problemas es la «falta de capacidad», ya que al renunciar a rellenar más terreno de la bahía, hay que encontrar una solución que pasa por ejecutar el polígono industrial de La Pasiega. Mientras arranca esta actuación, el presidente de la Autoridad Portuaria anunció que «en próximas fechas daremos a conocer un proyecto que vamos a desarrollar por cuenta propia» para ir solucionando esta carencia.

El presidente del Ateneo, Manuel Ángel Castañeda, destacó la importancia del Puerto como «la mayor industria de Cantabria» en la presentación de la charla-coloquio 'Presente y futuro del Puerto de Santander'. Y su responsable así lo corroboró con datos: su actividad supone el 10,5% del Producto Interior Bruto (PIB) regional, y representa el 9% de empleo. El Puerto santanderino cerró 2018 con un tráfico de mercancías de 5,9 millones toneladas «con la gran decepción» de no haber llegado a los seis millones debido, dijo, a un barco que finalmente recaló en Gijón por ofrecer un mejor servicio ferroviario hacia la Meseta, de nuevo el eterno problema.

González apuntó que se ha producido un incremento en los tráficos en 2018 del 6,5% pero que hay que estar preparados para una actividad de futuro creciente que pasa, también, por barcos más grandes.

También se refirió a las actuaciones encaminadas a la transición energética y el cambio climático. Así, mencionó los trabajos para ofrecer a los clientes un nuevo servicio para cargar los coches eléctricos y también para los barcos, como los de Brittany Ferries, que utilizan gas natural licuado (GNL).

José Antonio del Río, director de la naviera noruega UECC, relató las características de la compañía, que cubre una de las diez líneas regulares entre Santander y la Unión Europea (UE). Se fundó en 1990 y en estos años ha experimentado una reestructuración. El punto álgido lo alcanzó en 2007 con 31 barcos y actualmente cuenta con 17 buques, fundamentalmente dedicados a transportar coches, aunque la capacidad es mayor. «El mito de las grandes navieras con grandes beneficios ya ha acabado», expresó. Ha pasado de 800 empleados a 300.