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Eva García
Santander
Domingo, 25 de julio 2021, 07:50
Lo que era un puntal distintivo del modelo económico cántabro corre serio riesgo de desaparición. La cabaña ganadera dedicada a la producción láctea continúa un retroceso irrefrenable que en los últimos tiempos se ha visto agudizado por unos precios que no cubren los ... costes. La mayoría de explotaciones coinciden en el diagnóstico: los números no cuadran y las pérdidas se acumulan mes a mes, con una diferencia entre los gastos de producción y la tarifa de venta de cuatro céntimos el litro (0,36 a 0,32). Con esta situación, el sector lanza una llamada de auxilio sin que estén claras las soluciones, al menos de forma inmediata.
Las 1.013 explotaciones ganaderas de vacuno lechero existentes luchan por mantenerse en pie. En 2015, eran 1.552, y desde entonces disminuyen casi a centenar por año. «La crisis del sector lleva construyéndose desde hace media década debido a la edad de los ganaderos: empezó a haber jubilaciones sin relevo. Pero ahora llega definitivamente, desde octubre, por la subida de precios de producción: materias primas, transportes, piensos... esto ya es insostenible», explica Manuel Sainz, presidente de AIGAS.
La mayor herramienta de los ganaderos, explica Gaspar Anabitarte, secretario general de UGAM-COAG, es la Ley Cadena, un decreto ley -en pleno debate sobre si debe pasar a ser ley- que, entre otras cosas, impide que el coste de producción de la leche exceda el precio del producto final, el que gana el ganadero. No obstante, la ley no se cumple debido a su «débil legislación», no hay un precio de producción establecido. «La industria nos obliga a firmar una cláusula que dice que el precio que cobramos está por encima del coste de producción, aunque sea mentira, porque si no lo firmamos dejan de recogernos la leche», añade Anabitarte.
1.013Explotaciones ganaderas siguen produciendo leche en Cantabria
61.687cabezas de ganado mayores de 24 meses fueron ordeñadas el pasado año
Por otro lado, las distribuidoras se niegan a subir el precio medio de la leche en España, que «no necesitaría ser más de tres o cuatro céntimos para por lo menos cubrir costes, algo que globalmente es mucho pero para el consumidor poco», explica el ganadero.
A pesar de las pérdidas, la producción regional actual es de 440.608 toneladas de leche, 636 más que en 2016, según el Informe de Estructuras del Sector Vacuno Lechero en España, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Sin embargo, el número de cabezas de ganado de ordeño disminuyó en ese mismo periodo de 68.748 a 61.687 vacas. Este dato, junto con la cifra de explotaciones vacuno lecheras, choca con el incremento en producción, situación que preocupa al sector.
Gaspar Anabitarte - Secretario de UGAM-COAG
Manuel Sainz - Presidente de Aigas
Eduardo Entrecanale - socio de SAT Arenas
Otra de las consecuencias de esta crisis es que los ganaderos a la espera de la jubilación «están contando los días, algunos incluso prefieren perder parte de la pensión y cerrar antes que seguir porque les resulta más rentable que continuar asumiendo pérdidas» lamenta Sainz. La media de edad de los ganaderos es de 60 años y no hay incentivos para que nuevas generaciones quieran continuar el trabajo de sus familias ni jóvenes uniéndose al sector. «Le ponemos fecha de caducidad al sector. Me atrevía a decir 10 años, pero ahora lo reduzco a la mitad. Esto va a ir a toda marcha, la gente va a ir bajándose del tren», afirma el presidente de AIGAS.
Lo que Sainz, en representación de AIGAS, reclama, es «intentar conseguir un precio mínimo digno, que permita cubrir costes y obtener algo de beneficio». «Hace tiempo que no generamos, pero es que ya no cubrimos costes. No es que no ganemos, es que encima perdemos», añade.
Además del problema de los costes, se debe sumar la producción de leches vegetales, que como afirma UGAM-COAG, «nos está destruyendo, es mayor peligro que el otro problema». Desde la popularización de los jugos vegetales como producto sustitutivo se hundió el precio de la leche. «Tristemente, las industrias lácteas españolas traicionan a los ganaderos todos los días, porque son los que venden estos productos y permiten que ocupen el espacio de la leche», añade su secretario.
Beatriz Fernández - Directora general de Ganadería
Por otro lado, el lobby vegano denuncia que el sector vacuno lácteo, junto al de carne, no respeta el bienestar del animal y contribuye al cambio climático, acusaciones contra las que Anabitarte se defiende: «A los animales se les da una vida excelente, si no, no te dan negocio».
En Cantabria hay divergencia de salidas ante la situación. Una de ellas, la más habitual (alrededor de dos centenares de explotaciones) consiste en la intensificación y sofisticación de las granjas, incorporando robots para distintas funciones. Esta vía supone una gran inversión y es la más común entre los ganaderos jóvenes. Lo que buscan es aumentar la producción para obtener más beneficios. La granja SAT Arenas de Escobedo, con 125 vacas de ordeño, es un ejemplo de este tipo de intensificación. Uno de sus socios, Eduardo Entrecanales, afirma que este modelo «no es peor, se produce más leche y con menos emisiones por litro». El ganadero explica que su explotación pierde 2.000 euros mensuales, entre 30.000 y 36.000 anuales si se le suma el aumento de precios de la electricidad, el combustible y las materias primas. «Lo soportamos porque es un trabajo que es una forma de vida, la mayoría de gente que nos dedicamos a esto es porque nos gusta y lo hemos mamado desde pequeños», relata Entrecanales.
Otra salida, llevada a cabo por una docena y media de ganaderos, busca la excelencia de su leche y fabrica otros productos lácteos como yogures o quesos. La diferencia entre ambas vías es el producto final, unos buscan el mayor beneficio incrementando la producción, otros la mayor calidad. En cualquier caso, las vacas se encuentran en un alto bienestar, según explica Anabitarte. En la vía más ecológica viven en pastos; en las granjas intensificadas, en el interior.
La industria «premia» a los primeros, explica el secretario de UGAM, «le beneficia más porque tienen mayor producción». Sainz explica que parte del problema de la situación viene de la desunión de los propios ganaderos, de esta divergencia en la que «hay ganaderos doblando la producción y hundiendo el precio. El único arma es regular la producción para obtener un precio mejor».
Beatriz Fernández, directora general de Ganadería, explica que todo depende del mercado y de la economía: «Nosotros como consejería, todas las medidas que podemos ofrecer a corto plazo son las ayudas, y el sector no es lo que más necesita. El problema de la rentabilidad del sector no se solventa con ayudas, sino con la política de precios, algo que tiene que equilibrar la propia economía».
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, advierte de que «tenemos pendiente una profunda reflexión sobre la repercusión que tiene en un sector estratégico en nuestra sociedad, un sistema económico en el que el precio no es determinado por los costes de producción. El poder que tiene el consumidor en la elección de la leche es determinante en nuestra economía».
Explotaciones ganaderas
siguen produciendo leche
en Cantabria
cabezas de ganado mayores
de 24 meses fueron ordeñadas
el pasado año
litros de leche se produjeron desde enero hasta abril de 2021
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