El Gobierno dará apoyo financiero a Sidenor si su operación con Talgo repercute en la planta de Reinosa

Con la pronunciación de Cantabria, los planes del presidente de Sidenor ganan apoyos. El martes se supo que el Gobierno central respalda la vía abierta porque incorporaría la compañía ferroviaria un socio vasco y prioriza la participación nacional a diferencia de lo que habría conllevado la fallida opa del grupo húngaro Magyar Vagon. Por ello, desde Moncloa están incluso planteando entrar en Talgo a través del SEPI para terminar de apuntalar la operación. También el Ejecutivo vasco estima entrar en el accionariado y jugar un papel protagonista. Y en el caso del Gobierno de Cantabria aún falta ver en qué se concreta el ofrecimiento, pero predisposición hay.

Ayer mismo mantuvieron una conversación telefónica Jainaga y Arasti, y este último le expresó su interés de prestar «apoyo financiero» a la operación. Cómo se podría traducir ese ofrecimiento y con qué cifras todavía está lejos de concretarse, pero sí está claro el condicionante. Y es que esa muleta la prestaría Cantabria siempre y cuando la fábrica de Sidenor de Reinosa se beneficiara de alguna manera de la operación con Talgo. Para el titular de industria esta nueva estampa abre el camino a que la industria de Campoo diversifique y abra horizontes en lugar de depender tanto del sector automovilístico, que está pasando actualmente por un momento «complicado».

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A la espera de que la oferta de Jainaga de posicionarse como el nuevo y único socio industrial de Talgo se consolide, Arasti le remitió ayer una carta tras su conversación para trasladar también de manera escrita su ofrecimiento. Además, ambas partes se emplazaron a tener una nueva conversación en los próximos días y explorar más líneas de participación posibles y abordar cómo podrían coger forma.

Talgo afronta actualmente una complicada situación por el ahogo de su cartera de pedidos, con más de 4.000 millones de euros de trabajos contratados necesita una ampliación de sus plantas y maximizar su capacidad de fabricación. La solución llega ahora por parte de Jainaga después de que el Gobierno de España hiciera descarrilar la opa de Magyar Vagon aduciendo razones de seguridad nacional y por el carácter «estratégico» de Talgo.