El Gobierno destina 9,5 millones de euros a industrias de transformación y comercialización de productos agrícolas

Las ayudas se han publicado hoy en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) y podrán presentarse desde este miércoles 17 de noviembre hasta el 31 de marzo de 2023, en el registro de la Consejería de Desarrollo Rural o en cualquier otro de los permitidos por la normativa.

Podrán ser beneficiarias las industrias alimentarias privadas con personalidad física, jurídica, comunidades de bienes y demás entidades carentes de personalidad jurídica, que reúnan los requisitos generales y específicos establecidos. En el supuesto de ayudas cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) o reguladas por el Reglamento (UE), los beneficiarios deberán tener la condición de microempresa, pequeña y mediana empresa.

Se considerarán inversiones subvencionables la construcción, adquisición o mejora de bienes inmuebles, con excepción de la adquisición de terrenos; la compra de maquinaria y equipos nuevos; los costes generales vinculados a los gastos vinculados a los honorarios de arquitectos, ingenieros y asesores, y los honorarios relativos al asesoramiento sobre la sostenibilidad económica y medioambiental, incluidos los estudios de viabilidad y la adquisición o desarrollo de programas informáticos y adquisición de patentes, licencias y marcas registradas.

La intensidad máxima de ayuda será del 30% de las inversiones y gastos elegibles para el caso de solicitantes que tengan la consideración de pequeñas y medianas empresas, y del 18%, para grandes empresas.

Así lo ha indicado el consejero Guillermo Blanco, que ha presentado estas ayudas en rueda de prensa y ha destacado la importancia de poner en marcha acciones de este tipo para mejorar e incrementar la competitividad y eficiencia del sector a través del apoyo de los proyectos de inversión.

Tal y como ha explicado, el Gobierno quiere «poner en valor» este sector estratégico para la región, fomentando su desarrollo e impulso, y aprovechar para hacer una «auténtica declaración de intenciones» de apoyo hacia un sector que considera «clave, estratégico y esencial» para Cantabria.

Se trata, según Blanco, de un sector con «un gran peso» en la economía regional, al representar casi el 24% del Producto Interior Bruto (PIB) industrial y da empleo a más de 7.000 personas de manera directa.

También ha considerado que representa un motor «fundamental» para el desarrollo del sector primario por su contribución al aumento del valor añadido a la producción, a la fijación y creación de empleo rural y a la mejora de los niveles de renta de los trabajadores.

«Estamos ante un sector estratégico y prioritario, imprescindible para el futuro del sector primario, de las zonas rurales y para el equilibrio territorial que ha sido, es y será objetivo irrenunciable de este Gobierno», ha subrayado Blanco.

El consejero ha aprovechado para reconocer el «gran» esfuerzo que han tenido que realizar las industrias agroalimentarias para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado tras la crisis del Covid, al tiempo que ha destacado la necesidad de tener una soberanía alimentaria en los territorios «que nos permita sobrevivir en las épocas más difíciles, tal y como ha quedado demostrado durante este último año».

En la misma línea ha valorado el esfuerzo de los profesionales para garantizar el suministro de alimentos a la población durante la pandemia y lograr con su empeño y profesionalidad que el sector agroalimentario cántabro tenga «un presente sólido y un futuro más que prometedor».

En el marco de las ayudas al sector de la industria agroalimentaria de la región dentro del periodo del Programa de Desarrollo Rural de Cantabria 2014-2016, Blanco ha destacado que en lo que va de legislatura su departamento ha destinado 19,5 millones de euros para la industria de transformación de productos agrarios.