El Gobierno empuja a Solvay a acelerar su transición energética en Barreda

Solvay se encuentra buscando apoyos para su plan de transición, que precisa unas inversiones de 200 millones de euros. Fuentes de la empresa señalan que los técnicos están estudiando el borrador del plan si bien estiman que al no ser su puesta en marcha inmediata no es ahora mismo una amenaza concreta y, además, se reiteran los objetivos de reducir emisiones en el menor tiempo posible. Sin embargo, el sindicato USO entiende que la normativa supondrá que Solvay tendrá que acelerar su transformación energética al fijarse un plazo concreto para el fin del carbón.

El sindicato explica que el Plan fija como objetivo «cero producción» en el año 2025 mediante la cogeneración con carbón, dándose la circunstancia de que la única producción en España con esta tecnología es la planta térmica que la multinacional belga posee en Solvay-Torrelavega y que supone el 80% de la generación actual de energía producida (vapor y electricidad).

Este planteamiento del Gobierno fija en finales del año 2024, si no se adelanta, como fecha límite para que Solvay-Torrelavega ejecute en su totalidad el Plan de Transición Energética, realizando el cambio de tecnología para la generación de vapor y electricidad. Ante esta situación, USO-Solvay «exige del Gobierno central que cumpla su compromiso de Plan Renove, largamente prometido, para la cogeneración de gas. Un plan de sustitución del parque de centrales de cogeneración de gas que finalizan su vida útil y que requieren de importantes inversiones para su renovación por nuevas tecnologías más eficientes, productivas y sostenibles económica y medioambientalmente».

Por otro lado, la cogeneración de gas de Solvay-Torrelavega es una de las 50 que en los próximos años llegan al final de su vida útil y que necesitan de la toma de decisiones para su renovación, con seguridad jurídica y certeza de su inversión.

La propuesta Pniec, en cuanto a la cogeneración con gas natural, fija como objetivo un calendario de cierre de cogeneraciones en funcionamiento de 1 de cada 3 centrales en funcionamiento, lo que supondrá una seria amenaza para el empleo industrial de este país y en especial en la cuenca Saja Besaya, que está tan necesitada. Por ello, desde el sindicato exigen al Gobierno de Cantabria que «deje de mirar al tendido, baje a la arena y gestione medidas concretas frente al Gobierno central como es el urgente Plan Renove de cogeneración de gas».

Los principales objetivos del Pniec se resumen en tres cifras. En primer lugar, la reducción del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al nivel de 1990. Al finalizar el año 2017, España estaba 18 puntos porcentuales por encima de esa referencia. En segundo lugar, un 42% de energías renovables sobre el uso de energía final del país, que en el caso de la generación eléctrica, el porcentaje de renovables en 2030 será del 74%. En tercer lugar, una mejora en un 39,6% de la eficiencia energética del país.

Además, el texto incluye un análisis que concluye que el proceso de modernización hacia una economía descarbonizada movilizará unos 236.000 millones de euros entre 2021 y 2030. Por otro lado, la menor importación de combustibles fósiles -en especial, petróleo y carbón- y la progresiva penetración de las energías renovables mejorará la dependencia energética del exterior en 15 puntos porcentuales, pasando del 74% en 2017 al 59% en 2030, lo que se cuantifica en 75.379 millones de euros entre 2021 y 2030 respecto al escenario tendencial, esto es, sin el conjunto de medidas que plantea el Pniec.

El plan de transición energética de Solvay prevé la reducción de un millón de toneladas de CO2 como el objetivo para 2025. La nueva caldera basada en combustible sólido recuperado asegurará un suministro constante de un combustible alternativo.

Solvay cubre actualmente las necesidades energéticas de vapor con carbón al 80% y con gas natural al 20%. En el futuro será al 50% caldera y cogeneración.