El Gobierno subvencionará la redacción del PSIR de la central reversible de Mioño

Sodercán, que ya aprobó en su Consejo de Administración esta decisión, ha respaldado la iniciativa «desde el punto de vista estratégico de desarrollo regional sostenible». La decisión se basa en «su alineamiento con los objetivos nacionales, regionales y de Sodercán». Se propone esta fórmula de financiación ya que «por su singularidad no encaja en ninguna de las convocatorias públicas» del ente regional, además de recordar que «el PSIR es imprescindible para la implementación del proyecto».

El plan lleva más de diez años empujando para su concreción, que pasa por la construcción de una central hidroeléctrica reversible a agua de mar, situada entre el área minera de Dícido y la ensenada de la Tejilla, en Mioño (Castro Urdiales), con una potencia nominal de 50 megavatios aproximadamente.

¿Cuál es la relevancia de la iniciativa? Según sus promotores, el proyecto constituye una experiencia piloto única en Europa alineada con los objetivos marcados en el Proyecto de Ley de cambio climático y transición energética y del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030. Hay una única central reversible terminada en el mundo, en Okinawa (Japón), y dos en fase de construcción (Hawái y Chile).

El propio Gobierno admite que «la tecnología hidráulica no fluyente está llamada en el nuevo marco a desempeñar un papel fundamental en la integración y gestionabilidad de las energías renovables». De hecho, «se ha constituido un consorcio de notable solvencia técnica que aportará experiencia y 'know how' en sus respectivos campos de actuación. Se crea con la finalidad de investigar y desarrollar soluciones a los diferentes retos que plantea la generación hidroeléctrica reversible con agua de mar y que permitirá mitigar la inmadurez de la tecnología con recurso marino, así como promover la innovación y desarrollo de componentes y materiales aptos para su empleo y durabilidad».

La sociedad se constituyó en 2009, siendo sus socios actuales Luis Ángel Fernández (60%), Manuel Mariño (20%) y Urbeplan, S.L. Dentro del mencionado consorcio están presentes firmas de relieve como Cobra Infraestructuras Hidráulicas, perteneciente al Grupo ACS de Florentino Pérez, especializada en el diseño, construcción y operación de proyectos hidroeléctricos; el Instituto de Hidráulica Ambiental, organización para el fomento y apoyo a la investigación y el desarrollo de estudios de los ecosistemas acuáticos; la Universidad de Cantabria, a través de su Grupo de I+D+i Laboratorio de la División de Ciencia e Ingeniería de Materiales, especializado en selección de materiales, procesos de degradación ambiental y evaluaciones de integridad estructural; CSM, centro tecnológico italiano especializado en la tecnología de los materiales; el centro tecnológico CTC, con experiencia en el modelado y análisis de turbinas y tuberías, así como en la selección de materiales y recubrimientos para evitar la corrosión marina y el biofouling; Poyry, compañía finlandesa de ingeniería, especializada en ingeniería hidráulica y centrales de almacenamiento por bombeo; Indar, perteneciente al grupo vasco Ingeteam, especializada en el diseño, ingeniería y fabricación de maquinaria electromecánica, electrónica y generadores para energía hidroeléctrica y convertidores; la británica Highview Power, focalizada en el almacenamiento de energía de larga duración, con experiencia en controles e integración de este tipo de plantas en la red; y Banco Santander, que analizará los distintos modelos económicos y financieros, valorando así su viabilidad.

Los promotores de la central ya explicaron hace un año a este periódico que buscaban un operador que se haga cargo de la construcción y comercialización de la infraestructura que, según el estudio previo, tendría un coste aproximado de unos 50 millones. Según detallaron fuentes de Hidrocaleras, el proyecto cuenta con estudios técnicos, hidráulicos y financieros de carácter inicial y un informe del Instituto de Hidráulica sobre la afección a la dinámica del litoral.

La cuestión radica, principalmente, en confirmar que el coste calculado inicialmente se mantiene para su ejecución.

millones de euros es el coste inicial estimado del proyecto de la central reversible. La cuestión capital es si, una vez analizado el plan en profundidad, esas cifras se mantienen para poder ejecutarlo. Tecnológicamente hoy en día ya es factible.