La gran empresa cántabra elude los ERTE pese a la guerra y el paro del transporte

Un cóctel que llevaba a pensar que la red empresarial de la Comunidad podía volver a recurrir a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) como paraguas protector ante una coyuntura incierta, No quizá en la medida de la primavera de 2020, en pleno confinamiento y restricciones por la pandemia coronavírica, pero sí de una manera relevante. Sin embargo, a pesar de que se ha producido un incremento, está acotado por lo general a pequeñas compañías que han optado por este camino como forma de continuar con una cobertura toda vez que han concluido los ajustes por fuerza mayor que se introdujeron por el impacto del covid-19.

En cifras, el pasado mes entraron en la Dirección General de Trabajo, dependiente de la Consejería de Empleo, 66 nuevos expedientes, frente a los ocho de enero y 16 de febrero. Aquí los más relevantes son los ya conocidos de Reinosa Forgings & Castings y el de Hitachi Automotive en San Felices de Buelna. El primero, por un precio de la luz que deja fuera del umbral de viabilidad a la fábrica; el segundo, esta vez sí, por el efecto da la guerra en el sector de la automoción y las paradas de las marcas fabricantes.

A partir de ahí, otros dos casos que vienen igualmente de tiempo atrás. Global Steel Wire, que prorrogó el ajuste de 2019 para dotar a la planta santanderina de flexibilidad; y Evobus, en Castro, que también tiene regulación para más de 200 empleados ante la velocidad a bajas revoluciones del turismo internacional.

Sí los cálculos gubernamentales hablan de cerca de 2.000 trabajadores potencialmente afectados -un ERTE no se aplica de manera inmediata ni para toda la plantilla, sino que se va activando y desactivando en función de las circunstancias-, estos cuatro ejemplos congregan más de 1.400 empleados.

¿Y el resto, a qué obedecen? En principio, salvo algún caso específico ligado a subcontratas de las grandes fábricas en problemas, se atribuyen a la mencionada cobertura preventiva. En otras palabras, las pymes o medianas empresas han visto la 'utilidad' de esta herramienta y no han querido prescindir de ella aunque la coyuntura coronavírica mejore.

Con todo, se espera un incremento en abril respecto a los 905 afectados de marzo.

En esos más de 60 ERTE nuevos, la mayoría por causas económicas y productivas, se observan 'pequeños ajustes' que vienen a prolongar la situación de los ERTE de fuerza mayor. Las pymes se han dado cuenta de esta ventaja tras la pandemia para equilibrar costes. Aparecen firmas de publicidad, academias de educación, artes gráficas, reparación, obradores, peluquerías...

En cambio, quien ya no figura en esta lista es la hostelería. Apenas tres casos que parecen indicar que este área de actividad ya pasó lo peor tras la pandemia.

Los que todavía siguen arrastrando los efectos del covid son las agencias de viaje. Cantabria ya tiene tres empresas que se quieren adherir al Mecanismo RED para proteger a estos trabajadores y sustituir a los ERTE covid que han estado vigentes durante la pandemia.