La gran industria cántabra se pone en alerta ante el riesgo de que la quinta ola obligue a parar producciones

Hay fábricas en Cantabria que ya tienen turnos enteros afectados y se encuentran desprotegidas ante la imposibilidad de seguir encontrando personal que sepa cómo trabajar en ese punto de la línea. Los riesgos llaman a la puerta de firmas relevantes de la Comunidad. Como ejemplo, Solvay remitía el pasado miércoles una circular en la que hablaba de cerca de 15 bajas entre positivos y contactos confinados, lo que estaba comprometiendo el funcionamiento de varias líneas. De hecho, no se dudaba en definir al momento actual como «el más complicado para la fábrica desde el inicio de la pandemia» y se incidía en que «se estaba poniendo en riesgo la continuidad de la fabricación». Entre otras medidas potenciales, turnos de personal de relevo de 12 horas o suspender vacaciones, todo ello ante una situación crítica en la que se insta a la plantilla a no adoptar actitudes «negligentes» que puedan suponer un peligro evidente de transmisión entre el personal del complejo.

Fuentes conocedoras del caso explican que el foco del contagio fue una fiesta con varios operarios. En otra situación se hallan en Reinosa Forgings & Castings, con otra tanda de positivos con orígenes diversos aunque todavía bajo control. No son los únicos, pues a las oficinas de CEOE-Cepyme Cantabria han llegado otras quejas como las del Grupo Celsa, Birla Carbón en la localidad de Gajano o, incluso, otros sectores que nada tienen que ver con la producción industrial. Tal es el caso de Carrefour.

La preocupación es tal que la patronal cántabra ha enviado cartas tanto al presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla; como al vicepresidente, Pablo Zuloaga, instándoles a tomar medidas coordinadas para atajar la situación. En la misiva, a la que ha tenido acceso este periódico, se traslada «la grave preocupación por el nuevo crecimiento de casos de contagio de coronavirus que se vienen produciendo en las dos últimas semanas y que empiezan a tener repercusión en los turnos de trabajo y en los sistemas de producción».

Por ello, la confederación recuerda a Revilla que «hace ya cuatro meses manifestamos nuestra disposición a colaborar en el desarrollo de las campañas de vacunación como en otras comunidades autónomas, ofreciendo la capacidad de las empresas para vacunar con sus propios medios sin que hasta el momento hayamos recibido contestación alguna de la Administración».

El propio presidente de CEOE, Enrique Conde, confirma a este periódico la situación y va más allá. «Estamos viviendo el problema ya en todas las empresas, pero donde más se nota es en la gran industria. Hay empresas con personal capacitado para vacunar, como hemos recordado al Gobierno».

Conde pone el foco en otro aspecto colateral. «Las mutuas nos están trasladando que la atención del covid está dejando de lado otras enfermedades y su atención. Esto supone un problema importante también para las compañías, en el sentido de que las bajas laborales se están demorando más de lo que tienen que extenderse», precisa.

CEOE insiste en la necesidad de «colaboración» entre la Administración y las empresas para poder atajar este problema. El meollo, como siempre, el flujo de llegada de las vacunas y una potencial ralentización que algunos actores sanitarios y económicos temen ante este repunte.