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El Hotel Bahía de Santander fue escenario este martes de un claro alegato en favor de la actividad corporativa y defensa férrea del empresario. Del elemento generador de riqueza nacional, según el director del Instituto de Estudios Económicos (IEE) de la CEOE, Gregorio Izquierdo, que ... acudió a Cantabria para participar en el Foro Económico de El Diario Montañés. Incluso con tintes poéticos –«es capitán de su empresa, dueño de su destino»–, el experto firmó como corolario que «es muy difícil ser empresario en España; la posibilidad de sobrevivir es muy escasa y la probabilidad de pérdidas es muy alta».
Antes de revestir de cierto carácter heroico a esta figura económica, Izquierdo repasó durante su exposición los diferentes retos coyunturales a los que se enfrenta la economía a nivel global, para aterrizar posteriormente esos factores en un ámbito más nacional.
En un acto presentado y moderado por la periodista Pilar González, el invitado partió de la premisa de que cuando a las compañías «les va bien la economía va bien y a la sociedad le va bien». A partir de ahí, un recuerdo para el particular último trienio. «En 2020 la economía se reseteó», mencionó en referencia al 'cisne negro' en forma de pandemia vírica mundial.
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María de las Cuevas
El siguiente ejercicio, 2021, arrojó que «la velocidad de salida de la demanda, en especial por las políticas expansivas, era muy rápida, frente a una oferta que no tuvo una salida tan rápida». Eso, reiteró, presentó de nuevo a nivel planetario el problema de la inflación, algo que no había aparecido «en la década anterior».
Primero en las materias primas y la cadena de suministro, para después «contagiarse a toda la economía». Un contexto especialmente complejo, que en 2022 agregó a la combinación la guerra en Ucrania, con el consecuente efecto inflacionista en energía y alimentos, precisó.
Demasiados cambios que han llevado a una modificación sustancial para la operativa de familias y organizaciones. Izquierdo apostilló que «no es normal ni sano que los tipos de interés sean negativos», zona en la que se habían acomodado las políticas monetarias, hasta el cambio claro de tendencia en los últimos trimestres.
Sin embargo, el director del IEE valoró que «en esta crisis se ha evitado una espiral entre precios y salarios» que siguiera azuzando esa subida de precios. «La inflación es mala para todos. Sólo a corto plazo es buena para los gobiernos, pues recaudan más».
Como hecho relevante, «se ha evitado la recesión» que amenazaba hace unos meses y en la actualidad las autoridades tienen que lidiar con una «desaceleración», la cual es más fácil de gestionar.
Eso sí, como nuevo elemento sobre el tablero, «el cambio en las condiciones financieras, con los tipos en la Unión Europea en el 3,75%». Para Izquierdo, «es posible que ya se haya tocado techo en Estados Unidos. En Europa seguramente quede alguna subida más, pero también llegando al máximo, en el entorno del 4,25%. Siguen siendo niveles bastante razonables», dijo.
A frenar esta política agresiva del precio del dinero también han ayudado algunos avisos, en forma de turbulencias bancarias en las figuras de Silicon Valley Bank o Credit Suisse.
«El problema es cuánto durará esta situación», adujo, para completar que «los efectos de estas subidas se visualizarán más en el segundo semestre».
A este respecto, defendió que «los agentes sociales hemos sido muy sensatos –en referencia el Acuerdo Salarial–» y oteó que «en 2024 Estados Unidos y Europa pueden comenzar las bajadas».
¿Y España? «Es más fácil recuperar lo desandado. Todavía vamos por detrás en el proceso de recuperación» tras la pandemia. «En 2023 alcanzamos el punto de partida previo, a partir de ahí el crecimiento será más moderado», manifestó.
No obstante, aún quedan 'vientos de cola': España está menos afectada por la guerra en Ucrania, aún queda «impulso en la normalización y los fondos europeos se van a acumular en 2023 y ejecutar mejor». En este sentido, de nuevo una defensa del ámbito privado: «Donde hay empresa hay proyectos transformadores».
Sobre las finanzas públicas, «hemos consolidado el déficit. Hay dos maneras de reconducirlo, con reformas para consolidar el crecimiento; o con una reforma que mejore la eficiencia del gasto público. No estamos cerca de la frontera aceptable, se necesita un ejercicio de medición y supervisión».
Izquierdo igualmente señaló la importancia del crecimiento potencial para poder mantener estas finanzas públicas, aunque alertó de que «la productividad desde 2018 ha retrocedido un 4%. El crecimiento a largo plazo no depende de los gobiernos, depende de las empresas».
Por eso, «me preocupa la situación» de las compañías. «Soy menos optimista de lo que se dice. «En 2022, siendo un buen año, un tercio tuvieron pérdidas. El actual va a ser un año peor para la empresa española. Un tercio va a empeorar resultados; sólo un sexto los mejorará», según el Banco de España.
Además, un «problema nuevo. La vulnerabilidad financiera», fruto de un dinero más caro. Por eso, otro lamento. «El maltrato a la figura del empresario es un problema estructural. No hay empresa sin beneficios, forma parte de su sentido. Es necesario para compensar los riesgos. Con el beneficio se puede invertir en más empleo y más productividad», abundó, para incidir en que «el crecimiento empresarial explica el crecimiento económico», cerró.
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