Bruselas pide información a España por la multa a las aerolíneas que cobran la maleta de mano

Este análisis que se ha conocido este jueves comenzará con la petición de información de la Comisión al Gobierno español, un diálogo informal para el que dan diez semanas de plazo. Después, Bruselas cuenta con otras diez semanas más para evaluar la situación y decidir cómo desatasca la situación, aunque desde Consumo aseguran que la sanción no se puede revocar porque, según indica la propia Comisión en su normativa, la decisión que determine no será vinculante. «Estamos encantados de explicar a la Comisión con todo tipo de detalle las sanciones interpuestas a cinco aerolíneas lowcost e intercambiar cuanta información sea necesaria dentro de un procedimiento completamente normal dentro de la UE», indican desde el ministerio que lidera Pablo Bustinduy.

Da la casualidad, además, de que esta decisión de Bruselas ha coincidido en el tiempo con la guerra abierta entre Ryanair y el Gobierno español. Lo que comenzó con una batalla entre la 'lowcost' y Aena a cuenta de las tasas aeroportuarias, se ha seguido embarrando hasta el punto de que el consejero delegado (CEO) de Ryanair, Michael O'Leary, señaló a los medios este miércoles en Bruselas que Bustinduy era un «loco comunista».

A estas palabras contestó este jueves el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, quien pidió a Ryanair que «no se equivoque con quien tiene delante» y que apueste por diversificar conexiones en toda la red «amplia y de calidad» de Aena. Hereu, que participó en un desayuno informativo de Europa Press, señaló que la aerolínea «se ha ganado muy bien la vida en España» y que desea que «lo siga haciendo», pero le pide cooperación, alegando que «desde el insulto no ayuda».

Para Hereu, Ryanair debería diversificar sus conexiones, lo que ayudaría a desconcentrar y desestacionalizar el turismo en España, y le ha pedido que «abandone la retórica» porque ya ha visto que con el Gobierno español «la retórica a veces exagerada tiene pocos efectos».

Además, se posicionó como «un gran defensor de Aena», el gran operador aeroportuario del mundo tanto por su cantidad de aeropuertos como por la calidad de estos y, por tanto, ha dicho que Ryanair no tiene razón «para nada». «El mantenimiento de las tarifas para reinvertir en la calidad de un sistema aeroportuario está contrastado y, además, sus números lo demuestran», ha dicho. Por eso, ha sugerido a Ryanair que «sepa con quién habla» y apueste por el diálogo.