Historia educativa de España
IES SANTA CLARA / 183 AÑOS ·
Es el centro educativo público de enseñanza secundaria más antiguo de Cantabria y el segundo de España; en sus aulas han impartido o recibido clase importantes personalidadesSecciones
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IES SANTA CLARA / 183 AÑOS ·
Es el centro educativo público de enseñanza secundaria más antiguo de Cantabria y el segundo de España; en sus aulas han impartido o recibido clase importantes personalidadesMARIO CRESPO
Martes, 29 de noviembre 2022, 01:00
Si en una anterior entrega tuvimos ocasión de escribir sobre las Escuelas Pías de Villacarriedo, hoy completamos el acercamiento a las instituciones educativas más antiguas de Cantabria con la segunda de España en el ámbito de la educación pública de secundaria, el IES Santa Clara ... . Esta es realmente la denominación que adquirió en 1962, porque este centro ha tenido más de una decena de nombres a lo largo de su ya larga existencia, como Instituto Cantábrico (1838), Instituto Provincial de Segunda Enseñanza (1845), Instituto General y Técnico (1901), Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, José María de Pereda, Instituto Nacional de Enseñanza Media o Instituto Nacional de Enseñanza Media Femenino no 1 «Santa Clara». Es además uno de los escasos ejemplos de centros educativos creados en España según el proyecto educativo de los gobiernos liberales del primer tercio del siglo XIX, en concreto bajo el plan del Duque de Rivas en la Regencia de María Cristina (1833-1840). Istúriz había proyectado un plan global para todo el sistema educativo español, que contemplaba la educación secundaria como «enseñanza media para las clases medias». Su historia es reflejo de numerosos planes educativos, como el de Romanones de 1901, Villalobos de 1934, Sainz Rodríguez de 1938, Ruiz Jiménez de 1953 o Villar Palasí de 1970.
Entre los ilustres catedráticos de este instituto podemos mencionar a Marcelino Menéndez Pintado (Matemáticas), Francisco María Ganuza (Latín y Castellano), Víctor Fernández Llera (Latín y Castellano), Ricardo Olaran (Francés), Luis Buil (Física y Química), Orestes Cendrero (Historia Natural y Fisiología e Higiene), Gabriel Llabrés (Geografía e Historia), Narciso Alonso Cortés (Lengua y Literatura), Ramón Otero Pedrayo (Geografía e Historia), Pedro Santiago Camporredondo (Religión y Moral) y Gerardo Diego (Lengua y Literatura). Los nombres de los profesores que han dado clase en el Santa Clara, y muchos que han dejado verdadera huella positiva en los alumnos y en el progreso de la sociedad contemporánea, son abundantes, y no nos atrevemos ni a esbozar un listado, para no dejar fuera, por olvido, seguramente a muchos.
El Instituto Cantábrico, primero de la provincia, fue creado por real orden de 20 de junio de 1839, aunque ya funcionó el curso 1838-1839, con profesorado en parte procedente de Villacarriedo, cuya actividad se interrumpió un tiempo por la guerra carlista. En concreto, inició su actividad el 3 de noviembre de 1838 (sabido es que el 3 de noviembre es fecha marcada en la historia de Santander por varios hechos en distintos años del XIX), con estudios de diversas materias, entre otras Náutica, Comercio, Dibujo Natural y Filosofía. En 1869 la biblioteca del centro superaba los tres mil quinientos ejemplares. Durante algunos años se instaló en esta sede la Escuela Provincial de Artes y Oficios de Santander, con clases nocturnas. En 1874 se matricularon alumnas en la cátedra libre de Francés; fueron cinco las pioneras. Dos años más tarde el instituto era el quinto de España en matriculados (802).
El instituto ocupaba entonces el viejo convento de Santa Clara, cuyo origen se remontaba al siglo XIII, aunque el inmueble era sobre todo del siglo XVII. Había quedado desamortizado y pronto, en diciembre de 1837, con sus dependencias y huertas, la Diputación Provincial le asignó otro uso bien distinto, a propuesta de la Sociedad Económica Cantábrica. El 15 de mayo de 1838 se acordaba el establecimiento, continuando el Real Seminario Cántabro que había sido clausurado décadas antes. La junta directiva y administrativa quedaba constituida por la Diputación, el Ayuntamiento, la Sociedad Económica y la Junta de Comercio.
Por sus aulas pasaron alumnos como José de Argumosa, Amós de Escalante, José María de Pereda, Augusto González de Linares, Marcelino Sanz de Sautuola, Ramón de la Sota, Hermilio Alcalde del Río, Gregorio Marañón, León Felipe, José del Río Sainz, Manuel Llano y Gerardo Diego. En 1908 se creó la Escuela Superior de Comercio. Memoria de aquellos años encontramos en el libro que publicaron Benito Madariaga y Celia Valbuena en 1970, donde se recogen testimonios de gran interés sobre los inicios estudiantiles de estos prohombres montañeses. El 12 de abril de 1910 Ricardo Olaran escribía a Menéndez Pelayo, ambos exalumnos del centro: «No se borra de mi memoria el dulce recuerdo del vetusto caserón del Instituto, con su revoque cayéndose siempre a pedazos; el descuidado patio con tres o cuatro árboles, bajo cuya sombra nos agrupábamos; el pequeño retazo de terreno con pretensiones de jardín botánico, en el que vivían media docena de raquíticas plantas». El viejo convento, apenas reconvertido en instituto, se había abandonado en las Navidades del curso 1907-1908, al derrumbarse la sala de Latín. Los alumnos fueron acogidos en diversas sedes como la Escuela Superior de Industrias, el Instituto Carbajal y el Parque de Bomberos Voluntarios.
El nuevo edificio, monumental y de recia apostura, fue inaugurado en enero de 1916 manteniendo el nombre de 'Instituto General y Técnico', según reza aún el cartel de la entrada principal. Del antiguo inmueble conventual no quedaron más que algunos muros de cimentación, algunas piezas góticas y los sótanos. En 1926 se establecieron el Observatorio Meteorológico, la Biblioteca Municipal y el Museo de Prehistoria, que inauguró Alfonso XIII. Tras la guerra civil fue sede de los cursos de verano de la incipiente UIMP. El edificio actual puede verse en numerosas fotografías posteriores al incendio de 1941, ya que precisamente logró salvarse y prácticamente hacer de frontera al fuego en su brazo norte.
Los directores de la reciente época 'constitucional' han sido Antonio Bueno, José L. Vázquez, Mariano Mañero, José Antonio Cagigas y Silvino Corada que, al alcanzar la edad de jubilación, ha dado paso a Ángel Merodio. El IES, en el que han estudiado generaciones de santanderinos, ha merecido, por su histórica trayectoria, la medalla de Oro de Santander (2020) y la placa de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio (2022). En la actualidad, con unos mil quinientos alumnos y más de ciento veinticinco docentes, oferta estudios de ESO y Bachillerato de Ciencias y Humanidades y Ciencias Sociales (diurno y nocturno), así como Bachillerato de Artes e Internacional. Además, dispone de Formación Profesional de Grado Medio y Grado Superior.
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