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Para entender lo acontecido en los últimos días en el seno de la Cámara de Comercio hay que tener tablas en el asociacionismo autonómico de todo el siglo XXI. Movimientos inesperados, giros de guion y, en el fondo, traiciones.
Para el ciudadano a pie de ... calle queda que la entidad deberá repetir sus elecciones, toda vez que la lista que impulsaba la cúpula de CEOE-Cepyme, con su asesor de comunicación Antonio Cornadó, al frente, finalmente no pudo presentarse tras caérsele de su candidatura la Asociación de Hostelería. El otro aspirante, Manuel Huerta, sí pudo someter a votación su proyecto, pero el Pleno, 41 representantes que ya había colocado mayoritariamente la patronal días atrás, tumbó esta propuesta por 27 votos en contra, 10 a favor y cuatro abstenciones. El tutelante de la institución, el Gobierno de Cantabria a través de la directora general de Comercio, Eva Bartolomé, asumió las riendas de la entidad hasta que se resuelva el embrollo.
De momento, lo primero que deberán hacer los servicios jurídicos del Ejecutivo es pronunciarse sobre un recurso interpuesto por la candidatura de Cornadó, que entiende que sí que es legítima pese a haber perdido a un miembro a última ahora. A partir de ahí, si desestima la reclamación, debería convocar unos nuevos comicios. En todo caso, la situación es inédita y ambos contendientes coincidieron en que no es bueno para la imagen de la entidad ni del empresariado en general.
La Cámara se queda así sin presidente por el momento tras la despedida de Modesto Piñeiro y, sobre todo, vuelve a abrir fallas en el empresariado de Cantabria.
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Ambas partes, tanto desde la corriente liderada por CEOE como la Federación de Comercio de Cantabria (Coercán); como por la iniciativa reaccionaria de Huerta, han dicho en público y privado que lo ideal hubiera sido la unanimidad y el consenso. Por el bien de la organización, pero también del propio tejido corporativo autonómico. Sin embargo, lo vivido este miércoles retrotrae a tiempos pasados donde mandaban las conspiraciones y las 'partidas de póquer'. Bien es cierto que en algunos sectores no habían gustado las formas de Coercán y la patronal a la hora de negociar con Piñeiro y, sobre todo, presentar una lista alternativa de última hora. Más recelos despertó incluso la propuesta de Cornadó, pero el golpe se devolvió con creces.
La Asociación de Hostelería de Cantabria fue el actor visible y principal del movimiento que desbarató el natural discurrir de las últimas etapas de las elecciones, abocadas a votaciones este miércoles en las urnas entre Cornadó y Huerta, con favoritismo para el primero.
La bomba estalló pasado el mediodía. Hostelería, que formaba parte de la candidatura que encabeza Antonio Cornadó, comunicó formalmente que no daba permiso a su presidente, Javier Bedia, para incorporarse a ninguna de las dos listas, de modo que dejaba incompleta la propuesta impulsada por la cúpula de CEOE-Cepyme. El propio portavoz del colectivo confirmó a última hora de la mañana a la entidad cameral que abandonaba su puesto en el potencial comité ejecutivo resultante del proceso, por lo que ya abortaba el debate sobre si accedía a título individual con su empresa o como representante del colectivo.
El asunto no era menor, puesto que los estatutos de la Cámara recogen que la candidatura completa deberá registrarse como tarde 24 horas antes de las votaciones. Es decir, el martes a las 19.00 horas. Así lo revisó el Ejecutivo autonómico y así se presentó en la sede cameral de la Plaza Porticada. En CEOE, por su parte, analizaban la normativa por si pudiera haber algún resquicio al que agarrarse en este caso.
Según ha podido saber este periódico, la confederación acudió el viernes a presentar a Cornadó a la cúpula de Hostelería, con el objetivo de ganarse su apoyo y que Bedia entrara en la candidatura. Así, de hecho, lo daban por fijo en el Comité y de tal modo lo registraron el martes.
Lo que pasó desde entonces sólo lo saben los propios protagonistas, pero la decisión de retirar al presidente de los hosteleros resultó todo un 'jaque mate' a la de por sí rompedora iniciativa de CEOE de controlar la Cámara. Oficialmente, lo trasladaron en un comunicado: «La Junta Permanente de la Asociación reunida en la mañana de hoy y por unanimidad ha decidido no dar su consentimiento al presidente para aparecer en ninguna lista electoral. En relación con las recientes informaciones que han circulado sobre el apoyo del presidente de Hostelería de Cantabria, Javier Bedia, al candidato a la presidencia de la Cámara de Cantabria, Antonio Cornadó, queremos aclarar que dichas afirmaciones no reflejan la postura oficial de nuestra organización», comenzaba.
No sólo eso. «La Asociación de Hostelería vuelve a expresar su imparcialidad resaltando su desacuerdo con las informaciones que la vinculan a una supuesta muestra de apoyo al candidato mencionado», añadió. Justo después, la bomba del comunicado: «La información difundida no cuenta con el respaldo ni la aprobación del presidente ni de la Junta Permanente de Hostelería de Cantabria». En otras palabras, Bedia defiende que no dio su autorización para formar parte de la lista de Cornadó.
Bartolomé entró al Pleno con los estatutos de la Cámara bajo el brazo y, tras comprobar que la candidatura de Cornadó estaba incompleta, ratificó que no podría optar a la Presidencia. «No es plato de buen gusto. Mi función es ser objetiva», se le escuchó decir.
En un ambiente de tensión, acto seguido se votó la lista armada por Manuel Huerta, presidente de Oxital. El Pleno, con mayoría de los afines a CEOE y Cornadó, rechazo su designación.
A partir de ahí, más tensión para acabar con el Ejecutivo tomando las riendas y el proceso a la espera de que resuelvan los profesionales jurídicos. En todo caso, deberán repetirse las votaciones. Está por ver si desde el arranque del procedimiento o con estas dos listas.
A la salida del Pleno, Huerta afirmó que el «resultado final es lamentable para las dos partes. Seguimos pensando que la Cámara no debe ser una filial de la CEOE y seguimos trabajando en ese sentido. Insisto, la Cámara tiene la relevancia para que sea colaboradora pero independiente y soberana».
Cornadó, por su lado, opinó que «es una pena que debamos llegar a esta situación. Hemos presentado una reclamación, pero en cualquier caso la Cámara sale muy tocada en su reputación. Los empresarios damos una imagen que no se merece la Comunidad».
Jesús Tortosa, director general de la Cámara de Comercio de Cantabria, participó como invitado y en representación de la entidad cameral en la primera Asamblea que Naciones Unidas ha realizado en España.Tortosa fue invitado igualmente por Naciones Unidas a participar en la famosa COP21 de París en 2015, donde consiguió que la Cámara de Comercio de Cantabria fuese la primera institución española en adherirse al Acuerdo de París contra el Cambio Climático. Asimismo, representó a Cantabria en la COP25 de Madrid.
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