IBS y Ence chocan otra vez por la celebración de la subasta por el negocio forestal de Sniace

De nuevo los dos interesados en dichos activos presentan en forma de escritos visiones antagónicas del desarrollo de esta parte del proceso de liquidación. IBS ya recurrió la celebración de la subasta, así como el propio auto en que el juez la ordenaba, al insistir en que la última oferta de Ence estaba fuera de plazo y que, por tanto, su propuesta era la más alta por 9,101 millones. En consecuencia, igualmente ha alegado contra la diligencia que fijaba el proceso para el viernes, al aducir que el juzgado, al ralentí por la huelga en los tribunales, todavía no se ha pronunciado al respecto.

Ahora es Ence quien recurre la pretensión de la compañía vasca y señala que «ningún perjuicio ni disfavor le causa el auto a IBS. Por el contrario, le concede la posibilidad de resultar adjudicataria de la unidad productiva –del ámbito forestal– en los próximos días, sin más dilación y en igualdad de condiciones con Ence. Paralelamente, el auto sí entraña grandes beneficios para el interés del concurso, para la satisfacción de los acreedores y para la seguridad jurídica en el procedimiento de liquidación».

Al hilo de este último razonamiento, la multinacional sostiene que IBS venía meses defiendo la urgente enajenación en su favor por ocho millones, oferta registrada hace más de un año. Ence argumenta que el hecho de que la subasta cerrada a dos partes arranque por 9,151 millones ya supone un notable beneficio para los acreedores. El juez tiene la palabra.