El impacto del covid en la región puede suponer entre 1,1 y 1,4 puntos del PIB

El elemento fundamental de cambio en las perspectivas para 2020 ha sido la estimación del impacto del coronavirus, basada en el aumento esperado en el gasto sanitario, las medidas adoptadas en otros ámbitos y la pérdida de ingresos prevista por la caída de la actividad económica. En este impacto está considerado el mayor gasto estimado por la Comunidad por las medidas que puedan adoptarse en educación para el curso que viene, aunque no el posible ahorro de la implantación del Ingreso Mínimo Vital (IMV).

Las perspectivas de Cantabria para 2021 y 2022 empeoran significativamente respecto a 2020. Bajo las previsiones macroeconómicas actuales, la Airef considera que los recursos del sistema para 2021 en la Comunidad podrían experimentar una caída de entre el 11% y el 15% respecto a las cuantías abonadas en 2020. A ello se une la caída de ingresos por la no reiteración de transferencias extraordinarias de 2020 que determina una variación negativa del conjunto de los ingresos entre el 13% y el 16%.

Aunque la mayor parte del incremento del gasto esperado en 2020 en el ámbito sanitario y social a consecuencia del covid-19 no se mantenga en 2021, y de que se inicie la recuperación económica, es previsible un importante deterioro del saldo de la Comunidad en este ejercicio, que podría aumentar en torno a 2 puntos el déficit del año anterior.

Por otra parte, dado que las entregas a cuenta en 2020 no han tenido en cuenta la caída de ingresos que se espera, en 2022 la Comunidad tendrá que hacer frente a la liquidación definitiva de 2020.

La abrupta caída del crecimiento económico, y el deterioro del saldo fiscal a partir de 2021, supondrán un alza en el nivel de riesgo de sostenibilidad financiera.

Por otra parte, la Airef valora en Cantabria un déficit entre el -0,2% y el -0,5% del PIB, con un impacto del covid compensado en gran parte por las transferencias del Estado. Este resultado se derivaría, por un lado, de un crecimiento de los gastos sobre el nivel de 2019 entre el 6% y el 7% con aumentos superiores en los gastos corrientes asociados al virus, especialmente sanitarios. Debido a la caída estimada en el PIB regional, los empleos aumentarían su peso en el mismo entre 2,7 y 3,5 puntos. Por otro lado, se prevé un alza en los ingresos entre el 11% y 10%, condicionado por las transferencias del Estado.

En cuanto a la deuda, el nivel podría oscilar entre un 25 y un 26,1% del PIB, afectado tanto por la caída del regional como por factores fiscales ajenos al covid. Partiendo del nivel de deuda al cierre de 2019, del 22,3%, 1,4 puntos porcentuales por debajo del conjunto del subsector, el nivel estimado para 2020 podría aumentar entre 2,7 y 3,7 puntos porcentuales.