![Ángel Agudo: «Es imprescindible la creación de una Oficina de Transformación Inteligente del Territorio»](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202201/17/media/cortadas/agudo-kTiB-U160565264512WzE-624x385@Diario%20Montanes.jpg)
![Ángel Agudo: «Es imprescindible la creación de una Oficina de Transformación Inteligente del Territorio»](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202201/17/media/cortadas/agudo-kTiB-U160565264512WzE-624x385@Diario%20Montanes.jpg)
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–¿Qué características definen a un Territorio Rural Inteligente?
–Una definición precisa del territorio sobre el que se va a actuar. Una red de comunicaciones (en muchos casos pública) que garantice la conectividad a través del despliegue de la tecnología transversal (con posibilidad de generar ingresos a las instituciones y proveer servicios públicos y privados); el factor humano con sus capacidades y necesidades; y un Plan de Desarrollo integral, transversal y transformador del territorio alineado con las prioridades europeas. En definitiva, un nuevo modelo de desarrollo territorial, que impulse el desarrollo económico, cree empleo, fije y atraiga población en el ámbito rural.
–A la hora de alcanzar este nuevo modelo territorial, ¿considera que se ha dado ya el paso de la reivindicación a los actos?
–El debate está en la agenda social y política y se dan las condiciones para poner en marcha un modelo de desarrollo del territorio con los perfiles antes mencionados. Considero que hay masa crítica suficiente para ponerlo en marcha, aunque tardará todavía su tiempo.
–¿Están todos los actores que deben participar en este cambio concienciados de su importancia y dispuestos a ser parte de él?
–Existe conciencia de la necesidad de una nueva mirada sobre el mundo rural y creo que cada vez se va haciendo más evidente la necesidad de un enfoque nuevo para su desarrollo. Seguir haciendo las mismas cosas como hasta ahora, incluso con más recursos, nos dejará en el mismo sitio en el que está el mundo rural.
–¿Qué ámbitos y qué actuaciones son necesarios potenciar en este camino?
–Es capital explicar bien las características del modelo de TRI. A todos los agentes implicados, empezando por los habitantes del territorio que han de ser los protagonistas del proceso de cambio. Al tejido asociativo y a las instituciones. Junto a ello es imprescindible poner en marcha planes formativos, dirigidos a todos los partícipes, que faciliten la adaptación al cambio.
–Innovación, sostenibilidad y digitalización son los pilares de este nuevo modelo, ¿cómo deben conjugarse estos tres aspectos entre sí?
–Los tres pilares están interrelacionados y deben de potenciarse mutuamente. Hemos hablado del despliegue de infraestructuras tecnológicas que generen una red de comunicación y conectividad. Esto exige, por ejemplo, plataformas que gestionen la información y ponerla al servicio de las instituciones, de los agentes privados y de los emprendedores locales para abordar proyectos innovadores de actividad económica y prestación de servicios. La sostenibilidad ha de serlo en términos económicos (por eso los Programas de Desarrollo han de tener una carga transformadora) y medioambientales. En este último sentido la apuesta por las energías renovables para abordar el cambio climático es una oportunidad. Buena parte de las infraestructuras de esas energías tienen su despliegue en las zonas rurales. Tienen sus costes y es por ello que han de tener su compensación: Impulsar, financiar y/o desarrollar acciones y servicios concretos del Plan de Desarrollo sostenible e inteligente del Territorio.
–¿Están los gobiernos comprometidos con este cambio en los entornos rurales? ¿Qué echa de menos por su parte?
–Sin duda ha habido avances sustanciales en este sentido como consecuencia de las reivindicaciones y movilizaciones de las zonas rurales. La existencia de una Secretaría de Reto Demográfico en el marco de una Vicepresidencia del Gobierno es prueba de ello. Pero todavía faltan aspectos importantes: dotar de más recursos a la política de desarrollo rural aprovechando los fondos europeos; incidir en una visión integral y transversal frente a unas acciones sectoriales muchas de ellas sin conexión entre sí.; dar apoyo a las pequeñas entidades, muchas de ellas no tienen capacidad para presentar proyectos a los fondos europeos y creo imprescindible que desde la administración regional se facilite la creación de una Oficina de Transformación Inteligente del Territorio (OTIT) a tal fin. Esto último lo considero de vital importancia.
–Sin duda, la financiación es una gran palanca impulsora, pero, ¿considera necesario elaborar planes integrales de financiación que aborden el desarrollo rural desde los distintos puntos de actuación a la vez?
–La integración de los planes y su transversalidad es capital. No tiene sentido medidas sectoriales si apenas hay relación entre ellas. Esa visión, dominante hasta ahora, es ineficiente y perpetúa la situación actual.
–Fijar población, impulsar el emprendimiento y el talento y crear empleo son pasos imprescindibles en la consecución de los TRI pero, ¿qué características debe tener ese marco económico rural que conlleve a la consecución de estos objetivos?
–La visión ha de ser la de un territorio bien definido en sus contornos geográficos, bien analizado en sus capacidades y potencialidades, con una población y agentes comprometidos y un despliegue de actuaciones contempladas en su Programa de Desarrollo Integral, transversal y transformador.
–Hablemos de Cantabria, ¿qué hace de la región el lugar idóneo para desarrollar un proyecto como Territorio Rural Inteligente?
–Por su tamaño Cantabria tiene las características idóneas para ser líder en el desarrollo de TRI, puede ser un banco de pruebas perfecto para la puesta en marcha de proyectos piloto que se podrían extender después por el resto de España. Con ello, además, los agentes y empresas que participaran tendrían un potencial de crecimiento enorme. Solo hace falta visión y voluntad política. Cuestiones ambas de las que no vamos sobrados.
–Se trata de una comunidad autónoma con una gran diversidad territorial en los entornos rurales es por ello que, a la hora de definir los planes estratégicos de desarrollo, ¿es importante atender a esta diversidad o sería más eficaz un plan integral más global?
–Los Planes han de tener unas características comunes: despliegue de tecnología transversal que permita una red de comunicación y conectividad pública, plataforma de gestión de la información, centros de emprendimiento, programas de formación… Después han de elaborarse actuaciones concretas en cada territorio en función de: recursos, potencialidades, carencias, capacidad y voluntad del factor humano de territorio. Nada ha de ser impuesto, sino que tiene que ser la consecuencia del diálogo y el compromiso de todas las partes implicadas desde una visión innovadora para asegurar un buen futuro para el territorio.
Nacido en Torrelavega, Ángel Agudo es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales aunque su carrera siempre ha estado ligada al mundo de la política. Fue diputado regional por Cantabria entre 1995 y 2003, año en el que se convirtió en el responsable de cuentas del Gobierno regional, ostentando el cargo de consejero de Economía y Hacienda hasta 2011. Asimismo, también ha sido presidente de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos de España desde el 26 de agosto de 2011 hasta el 14 de marzo de 2012, entidad donde muchos años antes había trabajado como cartero. En la actualidad, es profesor titular de la Universidad de Cantabria en los grados de Administración y Dirección de Empresas y de Economía, así como en los másteres de Dirección de Empresas, Dirección de Marketing en Empresas Turísticas y de Empresas y Tecnología de la Información.
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