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Cuando se cuestiona a la gran industria sobre su situación en el corto y medio plazo a consecuencia de la escalada de los precios de la energía, un problema en absoluto nuevo pero que con el conflicto entre Rusia y Ucrania ha entrado en una ... nueva dimensión, hay que suavizar los términos que emplean los directivos para acomodar el lenguaje al de un medio de comunicación. Desazón, como poco, cuando no desesperación y temor ya no oculto ante unos costes que en muchas ocasiones hacen inviable la actividad. Al menos se espera no sólo que el Gobierno nacional adopte medidas, sino que sea la propia Unión Europea, en su conjunto, la que sostenga el timón con mano firme para garantizar la actividad secundaria en el continente frente a las amenazas propias de la guerra y, más aún, las importaciones de Asia mucho más laxas con cuestiones ambientales y, en consecuencia, más baratas. Pero, por el momento, los fríos datos: las fábricas españolas, y cántabras, cerrarán 2022 pagando un 70,3% más de luz que sus competidoras francesas pese a la puesta en marcha de la 'excepción ibérica'.
Las cuentas proceden de la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE), colectivo que en la Comunidad representa a compañías como Ferroatlántica, Global Steel Wire, Reinosa Forgings & Castings o Bondalti, productora de cloro dentro del complejo de Solvay en Torrelavega. Su director, Fernando Soto, sostiene que según los últimos cálculos de la organización las factorías llegarán a diciembre abonando el megavatio por hora a 276 euros, por 162 de sus homólogas francesas.
Respecto a Alemania, las cuentas de AEGE fijan el precio del megavatio en 333 euros, aunque con varios matices de peso. «En Francia los industriales tienen una tarifa, que es pública. En cambio, en Alemania los contratos que se firman son confidenciales por lo que nuestra comparativa reposa en los precios públicos del 'pool'. Hay que tener en cuenta que las industrias tienen contratos a tres o cinco años, que es lo que perseguimos nosotros. Pese al problema que tiene Francia con las nucleares -muchas de ellas en parada por revisión o mantenimiento-, España está exportando a tope todo lo que aguanta la interconexión española, con el agravante para nosotros de que los competidores galos no sufragan el ajuste del gas», lamenta el portavoz.
Los acontecimientos de los últimos meses, así como la catarata de nuevas medidas que se han venido aplicando respecto al sistema eléctrico, igualmente han obligado a la gran industria a variar algunos de los planes que tiene encima de la mesa para sortear la escalada de precios. Uno de ellos era el de la puesta en marcha de una compra masiva de energía renovable a precio fijo con la que conseguir rebajar las facturas.
276euros será el precio del megavatio/hora en España a cierre de 2022, según AEGE
162euros será el precio del megavatio/hora en Francia al término del año, según AEGE
La idea, que acumula varios meses de retraso a estas alturas del año, no verá la luz al menos hasta 2023. ¿El motivo? AEGE, a pesar de las urgencias de los cerca de 30 grupos industriales que representa, prefiere llevar las subastas al primer trimestre del próximo ejercicio para que no choquen con la celebración de las ya anunciadas por el propio Gobierno nacional, esperadas para octubre y noviembre, lo que amenazaba con reducir la demanda de la puja de las empresas industriales más intensivas en luz.
«Habiendo convocado el Gobierno unas subastas no tiene sentido celebrar las nuestras, puesto que unas con otras se iban a canibalizar. Es mejor que haya una separación de tres o cuatro meses entre ambas. Es más, estas subastas no nos van a sacar de pobres, puesto que la energía nunca llegaría antes de mitad de 2024, por lo que no resolvería el problema a corto plazo», añade Soto.
Todo ello en un momento en que el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez trata de tranquilizar a los actores industriales prometiendo que no habrá cortes de suministro para la gran industria. Por su lado, las empresas trasladaron diferentes actuaciones para sobrellevar la coyuntura.
Entre ellas, brillan con luz propia la «urgente» modificación del funcionamiento del mercado eléctrico europeo, así como diferentes exenciones y ayudas.
En cuanto a la mencionada modificación, la Alianza celebra que en Europa se consolide la opinión de la importancia de cambiar de «forma urgente» el funcionamiento del mercado eléctrico, un asunto que se pondrá sobre la mesa en la reunión extraordinaria de los ministros de Energía de la Unión Europea que tendrá lugar el viernes.
Las fábricas igualmente enarbolan medidas como la reactivación de los mecanismos de interrumpibilidad voluntarios y retribuidos para el gas y la electricidad.
En paralelo, se solicita facilitar al máximo la valorización energética para reducir el consumo de combustibles fósiles; actualizar la relación de sectores receptores de compensación de costes indirectos de CO2; asegurar la continuidad de la actividad industrial; y que tenga suministro de gas firme en el Plan de Contingencia.
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