La industria de componentes del automóvil lanza una alerta por las subidas de costes

La industria de componentes de automoción, que ya navegaba por su propio laberinto ante cierta incertidumbre sobre por dónde debe transitar el futuro del sector, electrificación mediante, lanzó este lunes la voz de alarma sobre el estado de numerosos proveedores y plantas de componentes, uno de los pulmones de la industria de Cantabria, que atesora en torno al 30% del Producto Interior Bruto (PIB) del ámbito secundario.

El Grupo Regional de Iniciativas de Automoción (GIRA), que representa a 32 empresas de Cantabria con una facturación agregada de 2.000 millones y unos 7.800 empleos, difundió una encuesta conjunta con otras seis entidades sectoriales del país en la que participaron 750 organizaciones. De los resultados se colige una peligrosa deriva, según proveedores de componentes e industrias auxiliares: un aumento de los costes de producción que en algunos casos supera el 40% en comparación con 2019, todo ello con menor carga de trabajo y sin poder repercutir tal encarecimiento a sus principales clientes, esto es, las OEM, fabricantes de equipo original.

El cuestionario, respondido por cerca del 80% de los socios de GIRA, asimismo incluye que un 15% de las empresas consultadas ha reseñado que la subida alcanza hasta el 30% y más de la mitad ha comprobado un incremento de costes por encima del 11%. Dentro de estos encarecimientos, evidentemente, la energía, disparada en un 300% en algunos casos.

Con todo, este campo sí que presenta un crecimiento de costes general. El 37% de las empresas ha sufrido un incremento en cercano al 50% en su factura. Estas subidas se han producido en el intervalo entre 2019 y 2022.

En cuanto a los costes laborales, las compañías encuestadas han declarado que también se han producido subidas: un 15% afirma que sus costes se han disparado más de un 21% y el 30% asegura que se han incrementado entre un seis y un 10%.

Las materias primas son otro de los factores que está provocando en los proveedores de automoción graves tensiones de costes. Así, desde 2019, año que se ha tomado como referencia, el 32% de las empresas ha experimentado una subida de entre el 21 y el 50% en los precios de los materiales que posteriormente son transformados en sus factorías. Otro 32% afirma que su subida de costes de materias primas oscila entre el 1 y el 20%. En paralelo, todavía las dificultades con los chips.

Celia Monsalve, gerente del Clúster GIRA, precisa que en el caso cántabro «la encuesta incluso no refleja la gravedad real de la situación» de las factorías regionales. Como ejemplo, el parámetro energético, con menores consumos globales al haber menos producción. «Hay menos piezas sobre las que poder repartir esa subida de precios», anota, al apostillar que el consumo no se ha tenido en cuenta en las encuestas.

Monsalve señala además la necesidad de varias iniciativas. «Pedimos ayudas al Gobierno de España, al estilo de Alemania o Francia, para soportar estos costes. Luego, ayudas regionales, como la publicada en septiembre de incrementos energéticos para industria manufacturera. Esperemos que pueda repetirse en 2023». La clave, sin embargo, está en otro lado. «Pedimos que las OEM asuman el 100% de la subida de sus proveedores. Publican récord de beneficios y sus proveedores están ahogados. Hay riesgo de que se rompa la cadena de valor».