La industria pagará más del doble de luz en 2024 que su competencia pese al desplome de precios

Una caída del mercado que, sin embargo, no evitará que la industria cántabra, al igual que la nacional, continúe pagando al cierre de ejercicio más del doble por la luz que su competencia de Francia o Alemania, que prácticamente están parejas ya en este apartado, con el añadido de que el Gobierno teutón ha tenido que lidiar con el cierre de suministro de gas por parte de Rusia.

La fotografía más reciente la ofrece la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), colectivo al que pertenecen compañías con plantas en Cantabria como Global Steel Wire, Reinosa Forgings & Castings, Ferroatlántica, Sidenor o Bondalti. Según la asociación, el precio medio del mercado diario del mes de marzo fue de 20,3 euros el megavatio por hora, lo que supone un 77,4% menos que en el mismo periodo de 2023. Este valor fue un 68,6% inferior al de Alemania y un 62,1% más competitivo que en el país galo. Con respecto a febrero de 2024, el precio medio en España también fue un 49,3% más barato.

«Considerando la evolución del mercado diario en 2024 y las cotizaciones de los precios futuros hasta fin de año, el precio medio estimado del mercado eléctrico español es de 55,0 €/MWh, un 36,9% menor que el de 2023, un 19,8% más barato que el del mercado alemán y un 9,3% más barato que el mercado francés».

Ahora bien, ese 'pool' mucho más rebajado no se traduce en ventajas para la industria, como bien recuerda AEGE. «Es de destacar que la gran industria de Francia y Alemania compra su electricidad con contratos más competitivos que el precio de sus mercados eléctricos. Así, en Francia disfrutan de la tarifa Arehn, a 42 euros el megavatio».

De hecho, los diferentes impuestos, en el caso nacional, así como las ayudas más ambiciosas para las factorías continentales, llevan a que la brecha se mantenga, según insisten las grandes firmas electrointensivas del país. «En estos tres primeros meses del año 2024 los precios eléctricos del mercado alemán y francés han sido superiores a los de nuestro mercado. Sin embargo, para la industria electrointensiva española, considerando las medidas aprobadas en su Estatuto y las compensaciones del ajuste de gas, se estima un precio a fin de año en España de 53,0 euros, más del doble que el precio francés, que es de 22,8 euros» el megavatio por hora. En el caso alemán, la proyección frena en 24,68 euros.

Esa distancia no ha variado sustancialmente pese a todos los vaivenes coyunturales de los últimos años. Con precios más o menos altos, la peor posición de partida española sigue estable. Como referencia, los propios archivos de AEGE. En 2023 las fábricas cántabras abonaban un 123% más en sus facturas (el megavatio por hora a 93,14 euros frente a los 41,76 de Francia y los 66,83 de Alemania); o en 2022 un 70% más que las plantas galas (a 276 euros por 162; Alemania, golpeada por la política de Vladimir Putin, en ese momento crítico sufragaba el megavatio a 333 euros, aunque sus contratos industriales son confidenciales).

Como principales causas de esta diferencia, además de que en España las empresas pagan 9,53 euros por 'Servicios de ajuste y otros' frente al cero de la competencia, las ayudas a las emisiones indirectas de C02 en Cantabria son sensiblemente inferiores. Como ejemplo, España descuenta 15,63 euros por cada megavatio; Francia aplica una rebaja de 25,6. Alemania se distancia con una quita de 48,6 euros.

Ahí profundiza precisamente Pedro González, director de AEGE, que señala a El Diario que «con Alemania estábamos más cerca, pero ellos han aumentado hasta el máximo permitido las compensaciones por CO2». Esta es una reivindicación clara del sector, que reclama al Gobierno central que eleve la partida de los 300 millones previstos hasta los 850, lo que bajaría el precio del megavatio por debajo de los 40 euros.

Otro factor es el mencionado 'Servicios de Ajuste y Otros'. «Si la cuestión del C02 es un tema de voluntad política y presupuestaria, esta otra implica un análisis regulatorio más en profundidad», sostiene. Por último, la reducción de los peajes al 80% acaba el 30 de junio, por lo que de no haber prórroga «aumentaría el diferencial actual».

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