La industria supone el 23,43% de la economía de Cantabria al cerrar 2018

Estos datos, recogidos por el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo en el 'Informe del Mercado del Trabajo en Cantabria, proceden de la Contabilidad Regional que publica el Instituto Nacional de Estadística. Según ellos, el sector servicios sigue siendo el de mayor importancia en la región, con un 67,50%. en este caso por debajo de la media de España que es del 7291%. La construcción supone el 7,27%, por encima del 6,125 nacional y la agricultura, ganadería, avicultura y pesca, un 1,80% frente al 2,96% nacional.

Como se ve en el citado informe, la principal diferenciación con respecto al conjunto de la estructura económica de España la conforma el mayor peso que el sector industrial todavía mantiene en Cantabria, especialmente en la industria manufacturera. Además, la construcción y sus actividades complementarias también aportan otra nota distintiva con un mayor peso porcentual que estas actividades tienen en la comunidad autónoma con respecto al conjunto de España.

Por el contrario, el sector primario y el sector servicios en su conjunto marcan la diferencia en negativo al tener una ponderación inferior en la región: el comercio en general, transporte y almacenamiento, reparación de automóviles junto a la hostelería; información y comunicaciones; actividades financieras y seguros; actividades profesionales, científicas y técnicas; actividades administrativas y servicios auxiliares. Algo similar ocurre en el sector primario que en Cantabria se concentra en ganadería y pesca y con un peso inferior. El comercio minorista y al mayor, hostelería y la construcción en su conjunto son las actividades que más trabajo por cuenta propia generan, independientemente de que también supongan una fuerte creación de empleo por cuenta ajena como se ve al observar las principales ocupaciones de la comunidad autónoma.

En resumen, la estructura económica sectorial en Cantabria se caracteriza por un predominio del sector servicios, resaltado además por la elevada necesidad de empleo temporal que determinadas actividades requieren. Servicios, en su mayoría vinculados al consumo interno, de escaso valor añadido que utilizan empleo con un nivel de cualificación medio-bajo.

El sector industrial, que el año pasado perdió población activa de manera importante, este año la ha vuelto a recuperar según los indicadores de la Encuesta de Población Activa EPA, aunque no alcanza el volumen que alcanzó antes de la crisis. Esta tendencia difiere a la del conjunto de España donde tiene menor peso este sector. Tradicionalmente no era una actividad que aportara un volumen importante de desempleo, ya que la mayoría de los que salían de la situación de ocupado lo hacen a una edad en la que por lo general pasan a ser clasificados como inactivos (situaciones de jubilación o asimilables). Característica que ha ido cambiando en los últimos años a gran velocidad motivado por la existencia de trabajo en la medida que exista pedido de producto, lo que difícilmente trasciende el medio plazo. En este sector las diferencias entre los datos estimados y los registrados son considerables, en torno a seis mil ocupados más en los estimados.