TERRITORIO RURAL INTELIGENTE
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Isabel Sánchez ha trabajado en grandes multinacionales como IBM, PriceWaterhouse o Meta4, donde ha desempeñado funciones comerciales, de marketing y comunicación. Una experiencia en el ámbito de la consultoría y la tecnología de más de 30 que aporta una perspectiva única a las empresas y organismos que requieren sus servicios. Ha implantado el Modelo de Turismo Generativo en diversos territorios, como Las Navas del Marqués, Gredos Norte o Gran Lago Alqueva, entre otros. Es una firme defensora del modo de vida rural y apoya a las pequeñas empresas rurales.
–¿Qué es para usted un Territorio Rural Inteligente?
–Al margen de la definición oficial, para mí, es un territorio que tiene la capacidad de atraer a visitantes que comparten sus valores de sostenibilidad y que lo consigue haciendo un buen uso de las tecnologías a su alcance.
–Digitalización, innovación y sostenibilidad... ¿cómo cree que deben implementarse estos procesos en los entornos rurales?
–En general, deben atender a la singularidad y peculiaridades de cada territorio, pero las herramientas para llevarlos a cabo, pueden y deben ser estándar.
Por ejemplo, en digitalización, entiendo que hay suficiente conocimiento en el mercado como para que las herramientas permitan obtener datos útiles con los que poder tomar decisiones. Pero estos datos no serán iguales en cada territorio. La innovación es algo que debe nacer desde cada uno de nosotros, pero los que más posibilidades tienen de desarrollar proyectos innovadores son los que están permanentemente en contacto con otras culturas y formas de pensar. Con respecto a la sostenibilidad, para mí es una forma de vida, una filosofía de cómo abordar cada proyecto, cada paso que das en la vida.
–¿De qué manera encajan estos conceptos en el turismo rural?
–Perfectamente, deben guiar todos los pasos que se den para avanzar en este sector.
La digitalización permite ser más eficaz en la gestión de los negocios, tener datos relevantes para la toma de decisiones y llegar al tipo de cliente que utiliza los canales digitales. Desde mi punto de vista, el problema para que todos los negocios tengan herramientas útiles no está en los costes o en el desconocimiento sino en la falta de profesionalización del sector.
La innovación, por la experiencia vivida en estos últimos 12 años, casi siempre viene dada por un problema o por una crisis coyuntural. Hasta que no tenemos problemas, no somos muy dados a preguntarnos cómo podríamos innovar. Es muy habitual ver a los responsables de negocios de turismo rural, preocuparse de qué hacer distinto o mejor para atraer visitantes, cuando estos decaen.
–¿Debe el turismo entrelazarse con otras actividades económicas?
–Por supuesto, sin agricultura y ganadería no hay paisaje y, por tanto, difícilmente podemos atraer a los turistas. Por otro lado, para ser sostenibles, debemos mantener sectores complementarios al turismo en los pueblos. De otro modo, estaremos creando 'parques temáticos' para visitantes. Pueblos preciosos, con un patrimonio artístico, cultural, gastronómico... pero que, cuando se van los turistas, no tienen vida, no son sostenibles.
Todos los sectores deben convivir y ser complementarios unos de otros. En algún caso, el motor de la economía puede ser el turismo, pero, en otros, puede ser la ganadería, la agricultura u otro sector. Lo más importante es fijar población, hacer que estos sectores creen empleo y permitan que nuestros pueblos no se mueran.
–A raíz de la pandemia, ¿cree que el turismo rural ha entrado en una nueva fase de desarrollo?
–Creo que los que han entrado en otra fase son los visitantes. Aprecian más esos valores que el mundo rural siempre ha tenido y que, ahora, son más estimados por haber carecido de ellos durante esos dos años de pandemia. Es una oportunidad para el mundo rural.
–¿Qué factores sitúa como las principales fortalezas de los entornos rurales?
–Sin duda alguna las propias peculiaridades del mundo rural son sus fortalezas para atraer visitantes: los cielos limpios, las aguas cristalinas, el aire sin contaminar, los paisajes infinitos, la gastronomía local, la ganadería, las tradiciones…
–¿Y cuáles considera que son los desafíos que tienen ante sí?
–Todos conocemos los grandes desafíos a los que se enfrenta el mundo rural: despoblación, envejecimiento, falta de oportunidades para los jóvenes… En mi caso, no hablo de problemas del mundo rural, yo los vivo diariamente, porque resido en un pueblecito de Gredos (Ávila – Castilla y León), de menos de 400 habitantes.
Estos desafíos están muy entroncados con la falta de políticas que, durante décadas, han escaseado para mantener el modo de vida rural. Salvo en los sectores de la agricultura y la ganadería, no hay ningún planteamiento para desarrollar el mundo rural con otras opciones para crear empleo. Al margen está la necesidad de que los trabajadores públicos tengan una mayor puntuación por vivir en el medio rural, mejoras en las políticas de vivienda rural, impuestos acordes con la realidad de los servicios recibidos, facilidad para el teletrabajo, comunicaciones decentes… Desarrollando estas posibilidades, a medio y largo plazo, veríamos mejorar la pirámide de edades de la población rural.
Los desafíos son muchos, pero hay que empezar por pequeños pasos, preguntar a los que vivimos en el mundo rural y dejar ya los congresos para evaluar y sensibilizar. Es tiempo de tomar decisiones.
–¿Cómo puede el turismo ser un vehículo para hacerlos frente?
–Desde hace más de una década, me dedico a eso, a ayudar a los responsables de los territorios rurales en riesgo de despoblación, a transformarse en destinos turísticos sostenibles, mediante el Método de Turismo Generativo.
El objetivo de los proyectos es generar suficiente movimiento de visitantes como para que el turismo rural sea uno de los motores principales de la economía del territorio, permita generar más puestos de trabajo y, de esta forma, fijar población en la zona.
Y para desarrollar los atractivos turísticos solo trabajo con los patrimonios y recursos que ya tiene el territorio: agua, aire, cielo, paisaje… Es mi manera de hacer que la sostenibilidad esté presente desde el inicio del proyecto.
–El Turismo Generativo pone el foco entonces en la despoblación...
–El eje de todo proyecto de Turismo Generativo es que el turismo rural sostenible sea el motor de la economía local para conseguir más puestos de trabajo y, consecuentemente, fijar población.
Se llama generativo porque genera cambios sociales, económicos y sensibilidad ambiental. A medio y largo plazo, la aplicación del modelo consigue atraer y fijar población; propiciar un ambiente productivo entre los habitantes; crear identidad; generar filosofía de sostenibilidad tanto en los habitantes como en los visitantes; y dejar el conocimiento en el territorio, lo que asegura continuidad.
–¿Cómo se implementa?
–El Modelo de Turismo Generativo es un sencillo método de trabajo para ayudar a los responsables de los territorios a transformarlos mediante un proceso compuesto de cinco pasos.
El primero es implicarse en el territorio y elevar el nivel de concienciación del problema. Se trata de conectar mejor con los interlocutores, entender sus propuestas y llegar al decisor final.
El siguiente eslabón es analizar el territorio y ayudar a los responsables del territorio a conseguir sus objetivos. Se trata de ellos. Conseguir resultados en base a sus requerimientos.
El paso tres es trabajar con toda la comunidad. De esta forma se obtiene el apoyo de la mayoría de los actores y más opiniones.
A continuación hay que desarrollar y presentar el Plan de Acción.
Finalmente, es tiempo de difundir y ejecutar dicho programa. Conseguir repercusión y, sobre todo, que todos los actores sepan cómo han de implicarse en él.
–¿Este modelo es aplicable a cualquier territorio o debe personalizarse?
–Todos deben cumplir unos requerimientos mínimos: querer convertirse en destino turístico sostenible y hacer de este sector el motor de la economía local; contar con recursos naturales, históricos o culturales aún por descubrir; y disponer de un coordinador para el proceso y personas que quieran trabajar voluntariamente por su territorio.
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