El juez abre la liquidación de Conspur después de que la empresa no llegara a un acuerdo con la banca

En un auto de 30 de noviembre, notificado a las partes días atrás, el magistrado Carlos Martínez de Marigorta acuerda de forma simultánea la apertura de la fase de liquidación de la empresa cántabra, de modo que se procederá a la extinción de la sociedad.

Los empresarios propietarios de Conspur han sido relevados por una administración concursal asumida por Fernando Alonso Saura, con domicilio profesional en Alicante, en representación de la firma FBM Abogados y Economistas SLP, la encargada de pilotar la última etapa en la trayectoria de Conspur, constituida en 2004 y que en los últimos años había disfrutado de un notable crecimiento y expansión en la Comunidad.

La compañía no ha podido alcanzar en estos últimos meses un acuerdo con sus acreedores, especialmente bancarios, para poder refinanciar deuda y continuar la actividad.

La constructora con sede en el Polígono de Morero (Guarnizo) se vio estrangulada financieramente por el inusitado incremento de costes vividos por el sector en los últimos tiempos, a lo que tuvo que añadir una suma considerable de impagos por parte de sus clientes. Según fuentes sindicales, la empresa tenía en verano en trabajos facturados y pendientes de cobro más de dos millones.

La cuestión es que, por otra parte, las deudas superaban con creces dicha cantidad. Según las mismas fuentes, el pasivo pendiente con una lista «considerable» de acreedores se aproxima a los nueve millones.

Desde la Dirección de Conspur trasladan a El Diario su pesar por la evolución de los acontecimientos, especialmente por la negativa de los bancos a respaldar la continuidad de la empresa. «Hemos hecho todo lo que hemos podido», señalan. Ahora es el turno de la administración concursal, aunque como señalan expertos en este tipo de procedimientos de insolvencia, el hecho de que se dicte de forma simultánea la fase de liquidación junto a la del concurso limita las funciones de FBM Abogados en la práctica a las de un liquidador: vender los activos que pueda para satisfacer parte del pasivo pendiente con la masa acreedora.

Conspur cerró en agosto un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a todo el personal, que ha tenido que acudir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para percibir las liquidaciones.

Como origen de la problemática de la empresa, un crecimiento intenso en los últimos años que no se ha visto sostenido por una tesorería sólida. De hecho, Conspur batió su cifra de negocio en 2022, con cerca de 23 millones de facturación. Ese hito venía a completar cuatro ejercicios de mejora constante y progresiva. La propia organización recogía en su página web que pasó de 25 empleados a un centenar entre 2016 y 2020. De hecho, entre 2019 y el siguiente ejercicio, marcado por la pandemia, dobló su cifra de negocio.

Sin embargo, el resultado de explotación ya resultó negativo en el citado 2022, lastrado por unos costes operativos muy elevados. Esta tendencia se extremó todavía más en la primera mitad de 2023, a pesar de la amplia actividad en Cantabria y Vizcaya.