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Las tornas se han dado la vuelta a la hora de analizar la evolución de la inflación. Si en meses precedentes eran electricidad y carburantes los que tiraban de los precios, las diferentes medidas del Gobierno, así como una caída de la demanda en ... el caso de los combustibles que ha mitigado sus tarifas, ahora es la cesta de la compra más básica la que ejerce de efecto tractor en esa senda elevada por la que camina el Índice de Precios de Consumo (IPC). Como ejemplo, la actualización de noviembre en Cantabria, que arroja una subida del 6,7% en comparación con el mismo mes del año anterior, cuatro décimas menos que en octubre y una décima menos que la media nacional (6,8%), impulsada por el encarecimiento de los alimentos.
Es precisamente ahí, en los productos básicos, donde se refleja perfectamente el impacto que están sufriendo las familias cántabras. La leche vale ahora un 32,9% más que en 2021; el aceite un 32,5% más; las patatas un 27%; los huevos un 25,7%...
La fotografía ofrecida por el Instituto Nacional de Estadística (INE) igualmente presenta que, respecto a octubre, la tasa anual del IPC se incremento dos décimas en Cantabria, frente al descenso del 0,1% en España.
En esa comparativa respecto a 12 meses antes, los principales aumentos en la Comunidad se registraron en alimentos y bebidas no alcohólicas, mientras que en relación con el mes anterior se dieron en el vestido y el calzado.
Así, en relación con noviembre del año pasado, en Cantabria subieron los precios en todos los sectores excepto las comunicaciones, donde se abarataron un 1,8%, y el vestido y el calzado, con un 1,6%, porque el aumento de los precios por la entrada de la nueva temporada es más moderado que en noviembre de 2021.
El principal encarecimiento correspondió a los alimentos y bebidas no alcohólicas, que se dispararon un 15,6%, seguidos del transporte con un 7,7%.
También fueron más caros los precios del menaje (7,5%), hoteles, cafés y restaurantes (6,2%), sector otros (5%), las bebidas alcohólicas y tabaco (4,3%), ocio y cultura (3,8%), enseñanza (2,6%), medicina (0,7%) y vivienda (1%).
Por otro lado, en comparación con octubre, en noviembre fueron más caros el vestido y calzado (5,6%), que recoge el comportamiento de los precios al comienzo de la temporada de otoño-invierno; el menaje (1,8%), y los alimentos y bebidas no alcohólicas (1%) por los incrementos de los precios de la leche, queso y huevos, los aceites y grasas y la carne. Como ejemplos de esta tendencia: el aceite se disparó un 7% en un mes; el pescado un 5,7% y la leche un 4,1% respecto a octubre.
En la otra cara de la moneda, los carburantes y combustibles cayeron un 1,2% respecto al mes previo. Los productos energéticos, por su parte, se desplomaron un 4,4% durante el mismo periodo.
Menos de un punto subieron los precios del sector otros (0,4%), las bebidas alcohólicas y tabaco (0,3%) y la medicina (0,1%).
Mientras, bajaron los precios de la vivienda (-3,3%), a consecuencia de la caída de precios de la electricidad y, en menor medida, del gasóleo para calefacción; el transporte (-0,4%) y el ocio y la cultura (-0,2%). Como complemento, permanecieron estancados en términos mensuales los de las comunicaciones, la enseñanza y los hoteles, cafés y restaurantes.
De este modo, a un mes para que acabe el año, los precios se dispararon un 5,3% en Cantabria impulsados por los alimentos y las bebidas no alcohólicas (13,5%); el transporte (8,9%) y los hoteles, cafés y restaurantes (5,8%). Solo fueron más baratos que en el mismo periodo del pasado año la vivienda (-5,2%) y las comunicaciones (-1,8%).
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