«Llevamos veinte días sin fabricar una sola pieza, esto es un drama»

Quesada asegura que las consecuencias «van a ser terribles», con el cierre de empresas y la pérdida de empleos. «Nosotros como empresa de la industria automotriz disponemos de un stock para cualquier circunstancia que puede sobrevenir, pero una huelga de tres semanas sin producir no la podemos soportar, por no hablar de la tensión a la que se ha llegado ya que lo mismo que se respeta el derecho a secundar la huelga, se debe respetar el derecho de aquel que quiere trabajar», señala.

En este sentido, Tomás Dasgoas, del Grupo Industrial FAED, con 150 trabajadores, reconoce que «la gente tiene miedo, están coaccionados por los sindicatos para que no vengan a trabajar». «Los piquetes están haciendo todo lo posible por parar la producción con el daño que ello supone sobre todo cuando dejas a un cliente sin producto, eso ya no lo recuperas más», dice. Según Dasgoas, «la situación es cada día más grave y de no retorno, y esta huelga va a suponer un antes y un después en la industria de Cantabria», subraya.

En nombre del Grupo Global Steel Wire (GSW), Rosa Castrillo reconoce la «frustración» que supone «vernos perjudicados por un conflicto en el que no tenemos nada que ver, ya que nuestros trabajadores tienen un convenio propio». «Solo en estos diecinueve días de parón ya llevamos unos veinte millones de euros sin facturar», apunta. Además, Castrillo se muestra crítica con la actitud «agresiva» de los sindicatos que «está provocando que trabajemos a duras penas, con servicios mínimos, y con muchas dificultades porque los piquetes son extorsionadores». La directiva de la Global considera que la situación a la que se ha llegado con sindicatos y patronal sin capacidad para llegar a un acuerdo «es un callejón sin salida». «Los sindicatos se han metido en una ratonera porque ahora ya no pueden dar marcha atrás después de tener a los trabajadores veinte días en la calle y sin cobrar», agrega. Algo que a juicio de Castrillo, «supone otro drama, cuando la gente vaya a cobrar este mes. La situación es muy difícil para todos, nosotros por ejemplo no sé cuanto vamos a aguantar con los servicios mínimos después de veinte días ya de huelga, y once de ellos, parados».

Javier Sarabia, responsable de la cadena de suministros y compras de Saint Gobain, otra compañía que ronda los 300 trabajadores, afirma que desde el primer día de la huelga «no hemos parado de fabricar», pero advierte de que si no hay una solución al conflicto «vamos a tener problemas con el mantenimiento de la fábrica, ya que además de personal propio, tenemos subcontrata para ello y no sé hasta cuando vamos a aguantar». «La verdad viendo como van las negociaciones y la distancia entre sindicatos y patronal, hay un riesgo muy grande de que tengamos que parar», destaca.

Asimismo, Sarabia recuerda la amenaza existente de huelga en el sector del transporte, lo que en su opinión supondría ya «una situación catastrófica, si esto no se soluciona antes». «Esto tiene que acabar ya porque es una verdadera barbaridad y supone la peor de las imágenes para atraer inversión a Cantabria», comenta. Para Antonio Pérez, director de Ascensores IMEM, la situación «es caótica» porque «estás parado y no puedes producir» y asegura que esta huelga en el sector del metal pero que afecta a toda la industria en general «va a tener unas consecuencias muy graves en Cantabria».