

Secciones
Servicios
Destacamos
El algodón de esa prenda que ayer mismo compró en rebajas dentro de muy poco será más probable que haya sido cultivado en un ... laboratorio que en un campo. En esa patente trabaja la empresa estadounidense Galy, una start-up que pese a los pocos años desde su fundación (en 2019) ya ha despuntado y ha sido capaz de atraer inversiones por más de 30 millones de dólares a través de varias rondas de financiación. ¿El motivo? Su revolucionario planteamiento podría implicar una solución para la industria de la moda, que carga con la pesada losa de ser muy poco sostenible. Y en todo ese ambicioso planteamiento resulta que hay ADN cántabro, el de Luis Alvear (Santander, 2001), que es el encargado de desarrollar la inteligencia artificial a partir de la cual los investigadores de Galy están afrontando su trabajo de campo, o más bien de laboratorio.
«Creo que tenemos entre manos la próxima renovación de la industria textil, sin duda, y por eso tenemos tan buenos inversores, ¿no?». Lo dice Alvear a preguntas de este periódico desde el otro lado del teléfono, y del charco. Porque se encuentra en Boston. Ahí lleva residiendo desde hace dos años, cuando terminó su carrera de Ingeniería Informática en Indiana y la empresa Galy, para la que hizo unas prácticas en su último curso universitario, le contrató. «Desarrollé el primer proyecto de inteligencia artificial para ellos cuando estaba pegando fuerte todo el boom de ChatGPT y de inteligencia artificial generativa, les convenció lo que presenté y a día de hoy la IA que yo creé es la que usa toda la compañía».
Mucho se ha hablado los últimos años de que la inteligencia artificial ha llegado a nuestras vidas como un tsunami dispuesto a revolucionar todos los sectores. Y cuando se dicen 'todos los sectores', es que la ola alcanza a todos. Ninguno queda excluido. Incluso uno que puede parecer tan rudimentario y prosaico como puede ser el campo. Ahí también hay margen para la innovación. Así lo demuestra Galy con su propósito de conseguir que el algodón se cultive en laboratorios y no en plantaciones. «Es un objetivo que nadie antes había planteado y, a grandes rasgos, la base es que se coge la planta para alterarla hasta que, con biorreatores, se consigue replicar lo que es el algodón». ¿Y qué aporta en ese proceso la IA de Alvear? «Ayuda a los científicos a avanzar en su investigación de manera más óptima», explica el cántabro.
La pregunta entonces es si el proyecto que Galy tiene entre manos puede suponer que la mayor parte de la producción mundial de algodón deje de cultivarse en campos para que provenga de laboratorios. «Sí, sí, 100% es esa la idea», asegura. Una idea que, de hecho, «ha sido catalogada por la revista 'Time' como una de las mejores invenciones del 2024». Y no sólo lo sostiene el medio, también grupos como H&M e Inditex (que en julio entró en el capital de Galy) junto a otros inversores como Sam Altman (el actual consejero delegado de OpenAI, la compañía de inteligencia artificial que está detrás de ChatGPT) además de otros como John Doerr y Tim Draper, que pasaron por empresas como Twitter, Skype o Tesla, y fondos de inversión como Material Impact o Brinc lo avalan, además de Breakthrough Energy Ventures (BEV), firma fundada por Bill Gates, que lideró la última ronda de inversores.
Una expectativa basada en el impacto que supondría el proyecto de Galy de salir adelante, que sería una revolución. Entre las ventajas que supondría, Alvear destaca algunas como la reducción del uso de pesticidas en los campos, limitar la deforestación y las emisiones del CO2 un «77%» o aliviar el estrés hídrico. «Se podría literalmente sustituir todas esas plantaciones de algodón por una fábrica en la que haya bioreactores, y eso por ejemplo nos permite producir la misma cantidad de algodón de forma más rápida y utilizando menos recursos, como agua (requiere un 99% menos) y sin necesidad de explotación humana como hay aun hoy en día en muchas plantaciones». Sin embargo, todo eso todavía es una utopía. «Aún estamos en el proceso de investigación», concreta el joven cántabro, que también deja caer que esta novedosa agricultura celular podría implantarse en otros tipos de cultivos.
Alvear creció siendo un apasionado de la tecnología. Así que en Santander ya soñaba con irse fuera para poder desarrollarse en ese sector. «En concreto siempre me llamó mucho Estados Unidos por la vinculación que tiene con la innovación», recuerda. La oportunidad de vivir su sueño americano se la trajo el tenis, gracias a su buen revés con la raqueta consiguió una beca para estudiar en la Universidad de Indiana. Su idea era quedarse en el país cuando terminase sus estudios, un objetivo que en esta ocasión consiguió gracias a Galy. «Cuando me gradué vieron que el proyecto que les desarrollé aportaba valor y me invitaron a quedarme». Reconoce que lo que más le gusta de EE UU es su espíritu emprendedor, del que se ha contagiado porque además de Galy tiene otros proyectos en desarrollo entre manos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.