Margutsa amplía negocio y se consolida dentro del exigente transporte del 'negro de carbón'

La particularidad en este caso recae en las exigencias del traslado de este tipo de mercancía. Buena prueba de ello ofrece que apenas otras tres empresas en Europa son capaces de prestar este servicio. Margutsa acaba de recibir nuevos furgones especializados para este material, unos convoyes que fueron encargados hace más de un año a una fábrica de Alemania, la única de todo el continente que acomete este tipo de encargos.

Habida cuenta de su especialización, el presupuesto se dispara. Cerca de 200.000 euros por furgón, cuando la media en un trailer oscila entre 40.000 y 50.000. De hecho, cada vehículo se construye a medida. Margutsa ha invertido cerca de dos millones entre las nuevas unidades que han empezado a rodar días atrás por las carreteras y las primeras que ya utilizaba.

Como suele ser habitual, la compañía cántabra ha dado respuesta a las necesidades de sus clientes, muchos de ellos industrias de la Comunidad. En este caso, la operación converge con el incremento notable de una de esas factorías en el ámbito del 'black carbon', con un aumento de actividad tras ganar nuevos contratos de producción.

Fabricados a mano en la localidad alemana de Winsen durante cerca de 11 meses, en el proceso se emplean las últimas tecnologías de soldadura robotizada para aluminio. Como resultado, furgones estancos, con tecnología gps, sensores de carga, descarga, báscula, antifuga y antirobo, así como una descarga inferior por embudo de vibración.

Margutsa ya cuenta con 12 unidades de este tipo, mientras que la flota total de remolques para todo tipo de negocio alcanza los 240 camiones.

Un nuevo hito que no es sino el aperitivo de un 2023 en el que la organización aspira a un crecimiento y resultados «de récord». Todo ello en un contexto en el que se están subiendo las tarifas dada la escasez de vehículos de exportación y flotas propias. Esto es debido a los altos precios de los vehículos, remolques, combustible o laborales, que derivan en que de forma progresiva vaya cayendo gente del sector. Como consecuencia, las flotas con recursos propios continúan ganando tamaño de forma progresiva. En el caso de Margutsa, la fiabilidad en el servicio le ha llevado a recibir encargos de otros clientes que han sufrido percances y no quieren padecer nuevos contratiempos.

Así lo asegura Aurelio Martínez, que junto a su hermana Eva encarna la segunda generación al frente de una firma que nació en 1986 fruto de la visión de Aurelio Martínez y Mª Cruz Gutiérrez. El director general avanza que «los objetivos este año son crecer con los clientes históricos de manera normal y asentarnos con los nuevos».

La estrategia de la compañía pasa por un proceso de inversión continua para estar a la vanguardia del sector. Tanto como respaldo a sus clientes, como evidencia la puesta en marcha de un centro logístico en San Felices de Buelna sobre los restos de la antigua Fundinorte, como en equipamientos propios.

A comienzos del verano pasado adquirió 40 nuevos vehículos, la mitad para sustitución y la otra para ampliación. Con esta política empresarial, la media de edad de sus vehículos, tanto de tracción como en remolques, no llega a superar los 18 meses.