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El tablero de las telecomunicaciones en Cantabria, sobremanera en las zonas menos pobladas, va a cambiar su configuración actual después de que la compañía MásMóvil haya llegado a un acuerdo con la sueca Adamo para poder utilizar la red de fibra óptica que a ... través de la firma cántabra Ibiocom lleva desplegando desde 2017 en la Comunidad con un ambicioso plan que contempla una inversión de 45 millones de euros para llevar internet de alta velocidad a todo el territorio regional.
Según explican desde MásMóvil, actualmente el cuarto operador de España tras las adquisiciones de Yoigo y Pepephone, «con Adamo en los próximos días vamos a empezar la comercialización de nuestra oferta de fibra en cerca de 20.000 hogares de los municipios de Los Corrales de Buelna, Cabezón de la Sal, Selaya, Santa María de Cayón, Castañeda y Valderredible». Este primer paso viene a dar continuidad a la alianza suscrita entre la cotizada y Orange para ofertar en los principales municipios autonómicos.
Ahora bien, la relevancia de este nuevo avance gira, precisamente, en torno a la consolidación de la apuesta por mejorar la conectividad en los entornos menos poblados. MásMóvil, de hecho, adelanta su plan en este sentido para los próximos meses: «Sucesivamente iremos ampliando la comercialización en 100.000 hogares más de 77 municipios de Cantabria». Una mejora de servicios llamativa para la 'Cantabria rural'.
La noticia viene a respaldar el trabajo de Adamo e Ibiocom en la Comunidad y su proyecto para cubrir con fibra óptica todo el territorio autonómico empleando para ello la infraestructura de la eléctrica Viesgo, a la que se abona un canon por el arrendamiento de los equipamientos, de manera que donde llega la luz es potencialmente factible que lo haga la nueva cobertura.
La financiación de la propuesta industrial corre a cargo del fondo de inversión escandinavo EQT a través de su operadora Adamo. A día de hoy se han activado 75.000 hogares en Cantabria, con una previsión para el próximo ejercicio de 160.000 viviendas, esto es, el 85% del total. La hoja de ruta de Ibiocom ha trascendido las fronteras locales al alcanzar acuerdo para desplegar en el norte de Castilla y León, así como en la zona septentrional de Lugo. No sólo eso, pues está previsto que en primavera también pueda arrancar los mismos trabajos en Asturias. Actualmente estas labores de instalación han generado 150 empleos directos y otros 100 indirectos, para una inversión hasta la fecha de 25 millones.
Aún hay más. La firma cántabra prevé dar cobertura a 350.000 hogares en 2019 en los mencionados territorios, sin contar con las aportaciones que pueda hacer al plan la incursión en el Principado.
El proyecto de despliegue de fibra óptica nació en el año 2017 con el objetivo de llevar red a zonas de escasa o nula conectividad del ámbito rural de Cantabria. Según Ibiocom, «tiene esta iniciativa, por tanto, un importante enfoque social ya que viene a satisfacer una importante demanda ciudadana en permanente solicitud de una mejora de las telecomunicaciones en zonas deficitarias de conectividad de la Comunidad, tanto de carácter residencial como empresarial».
Es más. La empresa regional llevaba más de dos años trabajando en la iniciativa actual y, tras diversas negociaciones infructuosas con operadores como Telecable o Euskaltel, fue finalmente la alianza con Adamo la que permitió firmar el acuerdo en junio de 2017.
Aquel acuerdo coadyuvó a alcanzar de forma rápida ese objetivo y que la inmensa mayoría de ciudadanos de Cantabria disponga del servicio. El modelo de despliegue elegido por la compañía pilotada por el empresario Luis Marina viene a imitar el empleado con éxito en otros países de Europa: un fondo de inversión costea toda la infraestructura, que luego pondrá a disposición de diferentes operadores para su comercialización. Es decir, la llegada de MásMóvil viene a cumplir las expectativas de EQT a través de su filial Adamo. Como contraprestación, Ibiocom factura a Adamo por los trabajos cerca de 13 millones por ejercicio, en un calendario estipulado para tres años.
La clave del acelerón que Adamo ha dado en los últimos años a su plan de despliegue de red en España hay que buscarla en la compra de la mayor parte de la empresa por parte de EQT, una compañía de inversiones con 38.0000 millones de euros de capital que financia empresas en Europa, Asia y Estados Unidos.
Simplemente en el campo de la fibra óptica, EQT ha apoyado ocho proyectos en Europa en el último lustro para poder desarrollarlos a largo plazo.
En el caso de Cantabria, aunque el despliegue se llevará a cabo en un plazo de tres o cuatro años, el acuerdo para la explotación de la infraestructura alcanza las tres décadas. No se descartan nuevas iniciativas en torno a este sistema, como mejorar la señal de televisión en las poblaciones rurales.
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