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La Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías por Carretera de Santander y Cantabria (Asemtrasán), que reúne a 470 camioneros, el 90% de ellos autónomos, decidió este sábado convocar un paro para el lunes, en protesta por el precio del gasóleo. Esta decisión es « ... ajena» a la tomada previamente por la Plataforma para la defensa del sector del transporte, «con la que no tenemos nada que ver». Es una decisión tomada el sábado, ya que hasta ese momento el colectivo profesional se había mantenido en contra de la movilización. Ambas protestas coincidirán en el tiempo.
«Ha habido una reunión esta mañana y han votado 260 personas. Al final se ha decidido secundar la movilización por mayoría», asegura José Andrés Cianca, presidente de Asemtrasán.
No lo harán, sin embargo, los profesionales del otro colectivo del transporte que existe en la región, la Agrupación Empresarial de Transporte de Cantabria (Aetrac), que aglutina a 140 empresas de transporte de Cantabria con una flota de 2.500 camiones. «Lo primero es que no sabemos quién convoca esta huelga y tampoco lo que busca. El hecho de que haya adhesiones a ello, entiendo que viene motivado porque la situación del precio del combustible está por las nubes; pero existen mecanismos para atajar ese problema. Sólo hay que aplicarlos», remarca el secretario general de la Agrupación, Gerardo Pontón.
El pasado 2 de mazo entró en vigor el Real Decreto por el que se permite «repercutir el precio del gasóleo en la factura final del porte al cliente». Un acuerdo histórico con el Ejecutivo que, a la postre, no se está aplicando. «En la práctica muchos transportistas, que son autónomos, y que dependen de un cliente o de unos pocos clientes, se están encontrando con presiones y coacciones por parte de quien les paga. Les dicen que si suben los precios, se buscarán alternativas, y al final se encuentran con un problema sin solución».
Un camión rueda de media unos 11.000 kilómetros al mes y consume 4.000 litros. El incremento de los precios del carburante supone un aumento de entre 1.800 y 2.000 euros más para llenar los depósitos.
«Si los clientes no aceptan esa cláusula, que por otro lado es de imperativo legal, no podemos hacer nada, y entones es lógico que haya gente que quiera manifestar su indignación», remarca el presidente de Asemtrasán.
El parón no entraña riesgos de desabastecimiento. Lo han confirmado ambas firmas;pero el incremento de un 45% del precio del gasóleo, que se acumula desde enero hasta hoy, ha obligado a muchos transportistas a protestar. «Ahora mismo no hay riesgo de que haya falta de suministros, pero no descartamos que en unos días esto colapse, ya que hay compañeros que están pensando parar el camión si la situación empeora aún más», explica Cianca.
La guerra en Ucrania ha recrudecido un problema que ya estaba causando estragos en el sector. «El margen del Gobierno para tocar el precio del gasóleo es muy limitado. Por un lado, el impuesto de hidrocarburos está casi en el mínimo que fija la Unión Europea y, por otro, sería el IVA, que tampoco solucionaría nada si se baja del 21% al 10%. La situación es complicada, pero el instrumento para salir adelante está ahí», señala Pontón, que además atisba otros problemas colaterales.
«Además del precio del gasóleo, la crisis energética va a afectar cada vez más a las industrias, que están parando la producción y al final lo que va a ocurrir es que no va a haber nada que transportar», advierte. Por eso llama a acometer reformas que ayuden a salvar este importante bache. Todos los sectores a los que afecta este incremento del precio de los combustibles aguardan que Europa de una solución que permita recuperar la sostenibilidad de sus negocios.
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