Mejor empleo e impulso a la industria, las apuestas de patronal y sindicatos cántabros

No podemos olvidar los datos. Cantabria creció en 2018 un 3,4%, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística. Se trata del segundo mayor crecimiento después de Madrid y por encima de la media nacional del 2,6%. La parte negativa es el PIB por habitante que se situó un poco por debajo de la media. De otro lado, en relación con el mercado laboral, los datos de la última Encuesta de Población Activa y del paro registrado han sido buenos para la autonomia, a pesar de que el mes de julio no ha sido tan positivo como en años anteriores. Destaca el avance de la afiliación de la Seguridad Social. Así todo, Cantabria cerró el pasado mes con 31.655 personas paradas.

De cara al año actual, las previsiones son un poco más pesimistas, aunque siempre con el horizonte de un crecimiento de la economía. Así, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) informó a principios de este mes que estimaba que Cantabria habría crecido un 0,5% en el segundo trimestre de 2019, igual que la media nacional. Sin embargo, en el acumulado del año se sitúa unas décimas por debajo, un 2,1% de avance del PIB frente a un 2,3% estatal.

Con estas premisas y con vistas a los próximos meses, el presidente de CEOE-Cepyme Cantabria, Enrique Conde, y los secretarios generales de UGT, Mariano Carmona, y de CC OO, Carlos Sánchez, han respondido a unas preguntas sobre su visión de la marcha de la economía, la incertidumbre del nuevo Ejecutivo, las exigencias al Gobierno regional y las posibilidades de concertación regionales y nacionales.

Piden especialmente un consenso para el modelo de crecimiento Cantabria 2030, con un sector industrial con mayor protagonismo frente al excesivo que ahora tienen los servicios. Para ello son necesarios cambios. Se apunta claramente la mejora de las infraestructuras, la puesta en marcha de proyectos como el polígono de La Pasiega y planteamientos claros para utilizar los recursos naturales y luchar contra el cambio climático.

Las preocupaciones vienen por el camino de la falta de un Gobierno central y de las incertidumbres de la economía mundial con los efectos del 'Brexit' a la cabeza. Patronal y sindicatos piden estabilidad política para inversiones y mejora del mercado laboral. En este aspecto, UGT y CC OO son muy claros. Los dos sindicatos urgen derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral y de las pensiones y abogan por una fiscalidad soportada por los que más ganan para una mejor financiación de lo público: educación, sanidad, pensiones...Para ello es necesario la formación de un nuevo Gobierno.

En cuanto a la concertación social, CEOE, UGT y CC OO están claramente preparados para el diálogo y entienden que es la salida racional tanto para el ámbito regional como nacional. Las medidas que no se han acordado en conjunto y que han sido impuestas por los gobiernos han supuesto conflictos y movilizaciones. La vía del entendimiento parece la más idónea, sobre todo cuando hay que tomar decisiones sobre el modelo de crecimiento que se quiera para Cantabria y para España.

La marcha de la economía de la región va a estar condicionada en buena medida por la estabilidad política nacional y por las amenazas internacionales, pero lo que los agentes sociales han dejado claro en sus respuestas es que la toma de decisiones en Cantabria no puede esperar. Hay que saber que modelo de crecimiento se quiere y empezar a tomar medidas. Hay ya muchos documentos y estudios encima de la mesa y los próximos meses van a ser decisivos para poder vislumbrar el camino por el que debe avanzar la generación de riqueza en la región y su equitativo reparto.

1. La situación económica de Cantabria requiere impulsar un cambio de modelo y es un objetivo alcanzable. A pesar de lo que a veces parecen mostrar los datos de empleo, si se analizan mes a mes, la situación no muestra giros radicales. Es una economía sostenida por pequeños negocios, con poca presencia de gran empresa, fuertemente dependiente del turismo, en la que hay sectores que afrontan situaciones complejas como el pequeño comercio. Pero es también la Comunidad en la que la empresa se prepara para afrontar nuevas oportunidades y la industria se resitúa para volver a ser tractor económico.

2. No se trata de pedir, la empresa en Cantabria propone. El empresariado ha hecho un importante trabajo para hacer realidad un Plan Estratégico para el desarrollo de la Comunidad que recoge las propuestas del empresariado regional para mejorar la situación económica y con ello el empleo y el sistema de protección social. Es el Plan Cantabria 2030 y ya lo estamos desarrollando activamente. Si tuviera que resumir en una palabra el mensaje al Gobierno sería «colaboración entre todos».

3. España está entrando en un momento de desaceleración económica y sea cual sea el Gobierno resultante de este periodo complicado, esa es una realidad a la que va a tener que hacer frente. Y es una realidad que necesita acuerdos que garanticen la estabilidad que los inversores y la empresa necesitan.

4. El acuerdo no es una posibilidad con la que se deba especular, es una necesidad social y por tanto es obligación de todas las partes implicadas. Apuesto porque en esta etapa, empresarios y sindicatos seamos un ejemplo de búsqueda de consensos.

1. Desde 2014 la economía está creciendo y la situación actual es estable aunque con una incertidumbre propia de todas las economías mundiales. Este crecimiento económico en Cantabria sigue siendo muy desequilibrado y con una sobreexposición cada vez mayor al sector servicios y a empleos precarios. La región registra máximos históricos de precariedad laboral y remuneraciones muy bajas, lo que incide e incidirá en la situación económica y en su evolución.

2. Abordar de una vez por todas los proyectos más importantes para Cantabria y pongo como ejemplos claros el proyecto de La Pasiega o la mejora de las infraestructuras. Hay que entender que venimos de un largo proceso de elecciones en todos los ámbitos, pero lo que está muy claro es que el nuevo Gobierno tiene que ponerse a la tarea y afrontar los grandes retos que ya se han identificado como los grandes ejes de la Concertación Social .

3. Que se constituya cuanto antes y con una vocación progresista y social que permita a este país recuperar lo mucho que se ha perdido en el Estado de Bienestar. La lista de peticiones es larga. La primera, derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral que tanto daño ha hecho al empleo digno y a la propia negociación colectiva. Además, una reforma fiscal donde paguen más los que más tienen para lograr financiar sanidad, educación y pensiones, entre otras cosas.

4. Lo creo y estamos trabajando en ello porque es fundamental para el futuro de esta región y del país. Si algo se ha demostrado con la Concertación Regional en Cantabria o el Diálogo Social en España es que todas aquellas medidas que no han sido consensuadas han generado conflictos y han sido un fracaso.

1. Es un buen dato que Cantabria ha crecido por encima de la media, aunque con esa cara ácida de la desigualdad como señal de identidad. El futuro inmediato va a estar muy condicionado a la incertidumbre que genera el 'Brexit', los precios de la energía, los hidrocarburos y la inestabilidad política ante un nuevo fracaso para formar Gobierno

2. Sería fundamental que el Gobierno se comprometiese a más y mejor empleo, esforzándose en incorporar cláusulas sociales en la contratación, las compras, ayudas y subvenciones públicas. Esto sería una gran contribución para frenar la precariedad laboral y acabar con los salarios indecentes. Es necesario generar consenso suficiente para un acuerdo para el crecimiento global 'Cantabria 2030', donde la industria sea el motor de un nuevo modelo productivo y de los servicios basados en el progreso social y la sostenibilidad, haciendo posible desestacionalizar el turismo, potenciar la cultura y poner en valor la industria del conocimiento y de la investigación, así como aprovechar los recursos naturales para impulsar una estrategia regional frente al cambio climático.

3. Con la premisa fundamental de derogar la reforma laboral y del sistema de pensiones, se le deber exigir al nuevo Gobierno que haga posible el reparto del crecimiento económico, haciendo que la mejora de la economía no quede solo en los bolsillos del capital, exigiendo a las empresas mayor inversión productiva e incrementando el salario mínimo y las pensiones y, por último, haciendo una reforma fiscal basada en la equidad.

4. El entendimiento debe ir más allá de las palabras. El diálogo social para ser creíble y útil, necesita hechos. Debe estar sometido a escrutinio público y se debe verificar por los acuerdos alcanzados.