El metal cántabro se propone «cambiar la imagen del sector» ante la falta de personal

De hecho, el Gobierno de Cantabria, a través del Servicio Cántabro de Empleo (Emcan) junto a organizaciones empresariales y la propia Fundación Laboral del Metal en la Comunidad, está preparando una feria de empleo para octubre con el fin de acercar las necesidades de las compañías a parados y público en general con el fin de captar empleados, pues las demandas de determinados profesionales son diarias, especialmente en apartados como el de mantenimiento industrial o matricería.

Alberto Gómez Otero, gerente de Pymetal, la organización que representa a buena parte de las compañías englobadas en el convenio sectorial, señala que «absolutamente» el problema existe. De hecho, desde Pymetal hacen una evaluación continua en coordinación con la Fundación Laboral para tratar de capear la situación. «La demanda sigue existiendo por parte de las empresas. En automoción prácticamente hacen falta todos los perfiles. En la industria hay algunas categorías como matriceros, electromecánicos y mantenimiento industrial muy difíciles de cubrir».

De ahí esa necesidad de «cambiar la imagen del sector». Según Gómez Otero, «queremos desterrar la imagen del señor con un buzo lleno de grasa. Eso ya no existe. Es un trabajo mucho más liviano y bien retribuido». La feria de empleo que se prepara para octubre es una de las medidas para tratar de mitigar la situación.

Respecto a cómo sobrellevan el problema las empresas, desde Pymetal admiten que «como se puede, especialmente organizando mejor la producción. Es una cuestión estructural. Aquí ya ha habido soldadores de Portugal o Polonia en momentos de carencia absoluta».

Carmen de la Torriente, gerente de la Fundación Laboral del Metal, abunda sobre los beneficios de la feria. «La idea es animar a los jóvenes y no tan jóvenes, especialmente a las mujeres. Todos los días nos llaman empresas que requieren soldadores, tuberos, caldereros, instaladores...».

La Fundación formó, con sus diferentes cursos, a 1.490 personas en 2023, de las que el 70% encontró trabajo en el sector. Pese a todo, «no somos capaces de atraer personal. Hay que dejar claro que cualquier persona que haga un curso en siete meses puede estar trabajando, con un buen convenio y un empleo estable», defiende.

Enrique Abad, director gerente de Atecsol y miembro de la Junta Directiva de la Federación Cántabra del Metal, opina que esta escasez «limita el crecimiento de las empresas» al no poder asumir más encargos ya que no hay mano de obra para llevarlos a cabo.

Por ello, además de lamentar los pocos estudiantes de Formación Profesional que salen cada año del IES Los Remedios de Guarnizo, el único que cuenta con módulos especializados en el ámbito metalúrgico, aboga por una formación continua o para trabajadores parados «más eficiente, de mayor duración y, por tanto, con una mayor calidad».

En paralelo, una mayor coordinación entre el sector y las empresas de formación. Luego, una evidencia: no hay determinados perfiles. «En nuestro caso siempre tenemos procesos abiertos. No creo que sea una cuestión de dinero», remata.