«Lo que nos mueve es hacer viable el plan; si tienen que entrar socios para ello, así será»

–Ya han comentado cómo se cruzaron los caminos de ambas compañías, con la intención de Copsesa de buscar oportunidades en el ámbito de las energías renovables. No obstante, ¿cómo y cuándo se decide apostar por Cantabria para construir una planta de hidrógeno verde?

–José Domingo San Emeterio: Cuando ya no me podían aguantar más (Ríe).

–José Luis Moya: Cuando vemos que los elementos principales para poder lanzar un proyecto de hidrógeno se concentran aquí, en los terrenos de Sniace. Hablamos de agua, infraestructura ferroviaria, posibilidad de consumo energético disponible, posibilidad de acceso al Puerto de Santander como vía de exportación... Además, vimos que el H2Med, que se confirmó sobre la marcha, también pasaría por aquí. Vimos que era el sitio idóneo. Aunque había un factor importante: los terrenos no eran nuestros.

–JDSM: Comenzamos la labor de investigación de los terrenos. Contactamos con la administración concursal. Dimos todas las vueltas del mundo para verificar todo lo que había y visitamos las instalaciones de arriba a abajo. Llegó el día D a la hora H –el pasado 14 de julio– cuando José Luis y yo con nuestros hijos nos encerramos en una habitación para participar en la subasta. Allí fuimos siguiendo las pujas y viendo nuestra estrategia. Nos habíamos puesto unos límites.

–JLM: Afortunadamente salió bien. Cuando estás en una subasta te puede poder el ímpetu por coger un proyecto.

–JDSE: Ahora que ya ha pasado se puede decir: si nos hubiesen apretado más en la subasta nos hubieran hecho una faena porque hubiéramos sido incapaces de renunciar.

–¿Cuándo han tenido confirmación definitiva de la adjudicación de los terrenos?

–JDSE: Nos mandaron una comunicación firmada por los administradores concursales. Creíamos que debía venir ratificada por un juez. Hace 20 días nos precisaron que dicha comunicación es oficial, valedera y en firme, de modo que no necesitábamos nada más.

–¿Cuáles son los siguientes pasos que tiene que dar el proyecto Besaya H2 a partir de este momento?

–JDSE: Llevamos un año trabajando en esto, pero ahora empezaremos a hacer reuniones formales con todos los organismos y estamentos para comenzar a caminar. El primer paso es Red Eléctrica Española.

–JLM: Ahora se trata de confirmar, porque hasta ahora sólo ha sido una validación. Tenemos solicitudes a Red Eléctrica, por lo que debemos confirmar que dichas peticiones van hacia adelante. Debemos confirmar igualmente con la Confederación Hidrográfica del Cantábrico la dotación de aguas. Estamos terminando la ingeniería especializada en este tipo de proyectos, para tener el básico en enero, el paso necesario para interactuar con la Administración para la consiguiente obtención de licencias y permisos.

–Llama la atención la dimensión del proyecto, tanto en capacidad de generación como, especialmente, en cuanto a la inversión necesaria. ¿A qué obedece esta actuación tan grande en este momento y localización? ¿Cómo se ha identificado dicha viabilidad?

–JLM: Hay proyectos en fase experimental y otros que dan versatilidad en cuanto a la salida del hidrógeno. No es sólo hidrógeno verde, sino otros derivados. Este proyecto dispone de esa versatilidad. En función de la viabilidad podremos inclinar la producción hacia un segmento u otro. A su vez, un proyecto grande facilita la consecución de economías de escala. En paralelo, hay una gran demanda por este tipo de combustible verde. Tampoco hay tantos terrenos con estas condiciones. Prácticamente el de Sniace es el único suelo industrial que aglutina estos factores en la Cornisa Cantábrica con estas dimensiones. Lo comentó el alcalde de la ciudad, Javier López Estrada: Torrelavega ha cogido desde finales de los 70 las cartas malas de la baraja. Deberemos ratificarlo a efecto de fondos europeos, pero si el Besaya está dentro de las zonas a reindustrializar dentro de Europa, puede ser un elemento facilitador y acelerador.

–¿Dentro del mapa presente y futuro del hidrógeno verde en España hay muchas iniciativas de esta dimensión?

–JLM: No, no hay, pero no me extrañaría que surgieran. De hecho, el H2Med trata de recoger proyectos de estas características. Arcelor Mittal está promoviendo uno en Asturias, también en la zona de Zamora... No de este tamaño, pero varios planes de 200 MW. También Cepsa en Huelva. Hablamos de zonas portuarias o con tradición química y refinera. Cada vez habrá más proyectos de este tipo en España en los próximos lustros.

–JDSE: Por eso nosotros no sólo buscamos tener esa capacidad, sino además esa prontitud. Creemos que el gran éxito está precisamente en hacer esa cantidad siendo los primeros.

–JLM: Al ser los primeros, corres más riesgos, pero también puedes agarrar más ventajas.

–Usted, José Luis Moya, habló en la presentación del proyecto de «diferentes desafíos» para la actuación. ¿Cuáles son esos retos que otea?

–JLM: Tema administrativo, técnico, financiero. Principalmente son esos. Otro de los desafíos que en ocasiones emergen en este tipo de proyectos puede ser el desafío social. Afortunadamente, creemos que si hacemos las cosas bien la gente estará alineada con nosotros.

–JDSE: Creíamos que debíamos invitar a los sindicatos a la presentación. Nos ha parecido un acierto. CC OO, por ejemplo, nos dijo tras la presentación que contásemos con su apoyo total para el proyecto.

–JLM: De hecho, la vicepresidenta Tercera, Teresa Ribera, está enfatizando la importancia de que sea la comunidad local donde se implantan los proyectos la que soporte los mismos. Pensamos que en Torrelavega será una ventaja. Respecto a la vía administrativa, viendo a la presidenta, los consejeros o los alcaldes, parece que el proyecto va en volandas. Probablemente, la mayor dificultad es hacer viable económicamente y financieramente el proyecto. Ahí es algo para lo que necesitamos bajar ayudas a todos los niveles: regional, estatal y, sobre todo, a nivel europeo. Europa tiene diseñados y preparados apoyos y ayudas para proyectos de este tipo. Debemos ser hábiles para llegar a las instituciones europeas y también al Gobierno central para poder captar dichos recursos.

–De hecho, la envergadura financiera del proyecto impone. ¿Ya le han trasladado sus intenciones al Gobierno central? ¿Tienen cuantificado qué porcentaje de la fábrica de hidrógeno debe impulsarse con ayudas públicas?

–JLM: Hasta ahora la participación del Gobierno central se ha limitado a la Delegación del Gobierno. La nueva delegada –Eugenia Gómez de Diego– se ha puesto a disposición. Eso es fundamental. En RIC Energy ya hemos bajado ayudas de dos Perte. Son proyectos más pequeños pero las ayudas están en el entorno del 20 o 25 por ciento de la inversión total. Dependiendo qué uso final le demos al hidrógeno. Con otras aplicaciones quizá necesitemos apoyos más fuertes, hasta el 30 o 35 por ciento. No obstante, hemos estado ya en contacto con diferentes tecnólogos europeos de primerísimo nivel: alemanes, noruegos, que quieren entrar en el proyecto. No sólo aportan tecnología, sino su capacidad de lobby o influencia europea o en sus gobiernos centrales. Incluso a nivel de financiación. Por eso somos también optimistas respecto al futuro del proyecto. Hay empresas de primerísimo nivel europeas que aportan apoyo técnico y su capacidad de llegada en las instituciones europeas.

–En ese cronograma que han presentado, entiendo que están en fase de incluir por tanto nuevos socios para Besaya H2.

–JLM: Somos dos compañías flexibles en ese aspecto.

–JDSE: Lo tenemos muy claro.

–JLM: Siempre perseguimos que el proyecto sea viable. Somos conscientes de que estos proyectos sólo se viabilizan con grandes consorcios. Al principio suelen impulsarse con compañías ágiles, con visión y las cosas claras. Si tienen que entrar socios para que el proyecto sea viable, así será. Nosotros llevaremos el proyecto hasta donde nuestras fuerzas y capacidades nos permitan. Si en ese momento necesitamos apoyo o ayuda de terceros, entrarán. Evidentemente, con un proceso de negociación. Que quede claro, lo que nos mueve es hace viable el proyecto. Generalmente son actuaciones con grandes consorcios y con carácter público-privado. Por ejemplo, el ICO, además de financiar tiene un brazo inversor. En definitiva, hay varias fórmulas.

–JDSE: Nosotros debemos centrar ahora nuestros esfuerzos en poner los terrenos en su sitio, que es lo que da sentido ahora. Esa es la clave para la rapidez del proyecto.

–Han avanzado que cuentan ya con clientes para poder colocar la producción futura. ¿Hay riesgo de que esos destinatarios se impacienten y opten por otros proveedores?

–JDSE: Estoy yo más confiado por tener destinatarios que RIC Energy por que seamos capaces de derribar todo el recinto.

–JLM: Hay muchísima más demanda que oferta. Evidentemente, el primero que llegue podrá poner un precio más alto. Ahora bien, el campo a surtir es tan grande que eso no será un problema.

–Han precisado que el proyecto es escalable y que habría una segunda fase. Con todas las cautelas del momento actual, ¿para cuándo se plantearían dicha ampliación?

–JLM: Dependemos del tema energético y la disposición de Red Eléctrica. Hay una planificación energética hasta 2026, donde queremos que entre la primera fase. Aspiramos a que la segunda entre en la planificación del periodo 2027-2032.

–¿Qué más proyectos tienen planteados de forma conjunta RIC Energy y Copsesa?

–JLM: Estamos explorando tres proyectos de cierta envergadura, entre 50 y 85 MW. Tenemos complementariedad entre la capacidad de Copsesa para construir y la de RIC respecto al ámbito renovable. Hablamos de biogás a través de la gestión de residuos.

–JDSE: Iremos construyendo muchas cosas que RIC pueda promover aunque no participemos societariamente en el proyecto. Buscamos una complementariedad.

–¿Qué hitos manejan para 2024 precisamente respecto a la evolución de los terrenos?

–JDSE: Debemos tener claro el achatarramiento, que no es nuestro. Igualmente, el cierre de las autorizaciones ambientales integradas, que tampoco nos pertenecen. Para nosotros es de una tremenda vitalidad e importancia que esas autorizaciones se cierren y, sobre todo, cómo se cierran. Todo indica que el grado de contaminación no va a ser grave, pero es lo primero que debemos concretar. Si el grado de contaminación lo hiciera inviable, tendríamos todos un problema.

–JLM: De hecho, este es el primer desafío al que se enfrenta el proyecto.

–JDSE: Son varios los que consideran que hemos comprado los suelos a un gran precio. No obstante, no se tiene en cuenta que también hemos comprado Lignotech y Biofuels. Lo que hay dentro tiene un coste muy superior. Los trabajos que hay que hacer, sin contar la descontaminación, tienen un coste muy alto.

–¿Cuál es el coste estimado de dicho desmantelamiento?

–JDSE: Entre 20 y 25 millones de euros sin contar la descontaminación. Hay que desmantelar, poner los terrenos preparados, a cota, hacer urbanización... Hay que derribar 300.000 m2 de edificios.

–¿Qué le dirían a la gente que recela de tantas promesas en el Besaya?

–JDSE: Los proyectos dejan de ser promesas cuando se convierten en realidad. Solamente con el empeño de RIC y Copsesa no se puede hacer. Debe estar todo el mundo alineado en que se haga. Si la Administración es torpe en la tramitación; si nos ponen mil pegas en Medio Ambiente; si la Confederación pone trabas... Estoy diciendo cosas que a priori sabemos que no van a suceder. También hay que tener en cuenta que el problema no es gastar 30 millones en acondicionar esto, sino tener claro que los gastamos para algo. Yo metía las máquinas mañana, pero esto es un proyecto de largo plazo. Confío mucho en Gobierno y Ayuntamiento para ver cosas sólidas.

–¿Cuál sería el hito que haría ya imparable el proyecto?

–JDSE: Tener la autorización ambiental; tener cerrado el acuerdo con la Confederación; y contar con la autorización de Red Eléctrica para determinar la capacidad definitiva. Tengo claro que con estos tres factores el proyecto ya volaría.