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Jorge Pérez Barrio. Consultor de proyectos europeos estratégicos
«Son necesarios esfuerzos importantes por parte de las administraciones para transformar el mundo rural en un lugar donde vivir, innovar, emprender y desarrollar proyectos»
Las entrevistas de Territorio Rural Inteligente

«Son necesarios esfuerzos importantes por parte de las administraciones para transformar el mundo rural en un lugar donde vivir, innovar, emprender y desarrollar proyectos»

«El mundo rural es muy heterogéneo, y por lo tanto no se pueden implementar soluciones globales, sino que cada territorio tiene su identidad, costumbres y fortalezas»

Viernes, 4 de septiembre 2020, 09:41

Con más de 10 años de experiencia en el diseño, preparación y gestión de proyectos europeos estratégicos para centros de investigación y fundaciones, actualmente trabaja como consultor y también está desarrollando una iniciativa singular para la transición justa en el Suroccidente de Asturias.

- ¿Cómo cree que va a influir la crisis del Covid-19 en el mundo rural? ¿Cree que habrá cambios en la forma de ver el entorno rural por parte de la sociedad en general?

Hemos presenciado estos meses como el mundo rural ha sido el menos afectado por esta crisis desde el punto de vista humano en comparación con los grandes núcleos urbanos. Esto, lejos de tomarlo como una consecuencia más de la despoblación, debería de aprovecharse como una ventaja competitiva. Y en efecto, estamos observando un incremento importante del interés de los turistas por destinos rurales en este verano, lo cual es una buena noticia, pero no debería de taparnos la visión objetiva sobre la situación actual de los entornos rurales: pérdidas demográficas muy importantes, envejecimiento, falta de servicios básicos, infraestructuras deficientes, ausencia de oportunidades de empleo, etc.

Espero que la sociedad en general entienda que el mundo rural es parte de la fisonomía del país, que tiene muchos atractivos y que se debería de potenciar ese ecosistema tan rico y que históricamente ha sido tan valioso y productivo. Pero también son necesarios esfuerzos importantes por parte de las administraciones para transformar el mundo rural en un lugar donde se puede vivir, innovar, emprender y desarrollar proyectos.

- ¿Qué le parece que se haya creado una vicepresidencia para abordar el reto demográfico?

Cualquier paso en esa dirección ha de tomarse de forma positiva y como una muestra del Gobierno por tratar de entender la problemática y desarrollar soluciones. El mundo rural es muy heterogéneo, y por lo tanto no se pueden implementar soluciones globales, sino que cada territorio tiene su identidad, costumbres y fortalezas, y cualquier análisis que se haga tiene que partir de esta premisa. Creo que la Ministra Teresa Ribera y su equipo están haciendo un gran esfuerzo, y al menos se están desarrollando los mecanismos necesarios para paliar la pérdida demográfica y otros aspectos que afectan en mayor o menor medida al mundo rural como pueden ser la transición ecológica, la sostenibilidad, la digitalización o la pobreza energética. En un futuro próximo veremos si todas las políticas y estrategias dan su resultado o se quedan en meras intenciones plasmadas en papel.

- ¿La repoblación es una oportunidad para mejorar la vida de las personas?

Creo que antes de repoblar, el esfuerzo debería dirigirse en fijar población. Tenemos que ser capaces de convencer a las personas del mundo rural que hay un futuro para ellos y que se avecinan cambios importantes. Este sería para mí el primer gran paso de la repoblación. El segundo sería establecer por un lado los mecanismos que incentiven el retorno de aquellos que abandonaron el mundo rural, y por el otro desarrollar acciones, planes y estrategias que permitan generar nueva demanda para el mundo rural. Pero todo esto sin inversiones y planes a largo plazo no será posible, y para ello se necesita la cooperación público-privada. Creo que hay muchas oportunidades de negocio relacionadas con el mundo rural que los emprendedores y las empresas privadas desconocen o no atreven a dar el paso. La investigación, el desarrollo y la innovación tienen que ser también piedras angulares sobre las que se sustente la recuperación económica del país y por consiguiente de los territorios rurales.

- ¿Las empresas privadas cree que deben tener un papel importante en este tema?

Más que las empresas privadas, diría que los emprendedores, sean a título individual o a través de microempresas y pymes. Hay mecanismos de financiación como los fondos Leader que creo funcionan bien como generación de empleo y atracción de inversiones al medio rural, pero desgraciadamente no es suficiente y hacen falta muchos más esfuerzos por parte de todos. Por otro lado, creo en la necesidad de proyectos tractores que revitalicen aquellos territorios más afectados y necesitados. En este sentido estoy trabajando en una iniciativa singular única en Asturias que combinaría el turismo, el ocio, la cultura y el emprendimiento en un municipio del Suroccidente que ha sido muy golpeado por el cierre de minas de carbón y que ha perdido casi la mitad de su población en los últimos 20 años. Si se lleva a cabo este proyecto se tendrán que establecer mecanismos de cooperación público-privada, involucrando a los habitantes del entorno y los grupos locales como pilares básicos que contribuyan al éxito de la iniciativa con la sostenibilidad como motor de desarrollo rural.

- ¿Para usted que debería tener un Territorio Rural Inteligente?

Pues para mí sería primero un territorio que tiene en cuenta las necesidades económicas, sociales, culturales, educacionales, ambientales y territoriales de sus habitantes con el fin de potenciarlas y desarrollar nuevos servicios y productos siempre desde el prisma del crecimiento sostenible, la digitalización, la innovación y el respeto por el medioambiente. Segundo un territorio que sabe adaptarse a las nuevas tecnologías, pero sin dejar de lado su ADN rural. Y tercero un territorio que es capaz de crear un ecosistema autosuficiente y resiliente a factores externos.

- ¿Cuál es, en su opinión, el mayor obstáculo hoy en día para que la población pueda vivir y trabajar en los pueblos?

La digitalización y el acceso a una conexión a internet de calidad son para mí dos de los principales obstáculos en muchas zonas rurales. Y aquí los gobiernos autonómicos y central tienen que ponerse las pilas y asegurar que en un plazo de 2-3 años no exista ni una zona rural en España sin cobertura. El programa europeo Wifi4EU es una iniciativa muy interesante en este sentido permitiendo el acceso libre a wifi en miles de puntos de la geografía europea, algunos de ellos en zonas de difícil acceso. Pero hay mucho que mejorar. Por ejemplo, Asturias (donde yo resido) es la segunda provincia del país con peor cobertura de internet, con un 15% de la población sin acceso a internet de alta velocidad. Sé que resolver este problema en zonas rurales con orografías complicadas es una de las prioridades para las administraciones, con distintos planes de accesibilidad para eliminar zonas blancas. El acceso a una conexión de calidad, con buena cobertura y sin fallos es de vital importancia, y más ahora con la tendencia creciente hacia el teletrabajo; por eso hay que invertir también en infraestructuras.

Por otro lado, el transporte y las comunicaciones son otro punto muy relevante y en el que tiene que haber un cambio de paradigma. Hay que diseñar redes de transporte inteligente y facilitar el tránsito de las personas en el mundo rural. La introducción del vehículo eléctrico en los próximos años creo que será una oportunidad importante para el mundo rural de reinventarse y desarrollar nuevos modelos de negocio para el transporte de personas, sobre todo en zonas de difícil acceso y más alejadas de núcleos urbanos.

- ¿Cree que ha llegado el momento de mejorar aspectos como la sostenibilidad, la digitalización y la innovación en el mundo rural?

Por supuesto, son los ejes primordiales sobre los que se tienen que sostener las futuras políticas rurales. Sin dejar de lado las tradiciones locales y el desarrollo de actividades económicas ligadas históricamente al mundo rural, hay que adaptarse a los nuevos tiempos y el mundo rural no puede ni debe ser ajeno a las nuevas tecnologías. La digitalización por ejemplo puede permitir el seguimiento de rebaños a través de sensores, la evolución de plantaciones y estabilidad de terrenos a través de la observación espacial o la utilización de tecnologías como el aprendizaje automático y la inteligencia artificial para mejorar la producción. En cuanto a la sostenibilidad, es un concepto que más o menos ha ido siempre ligado al mundo rural; por lo tanto, hay que potenciarlo e integrarlo con otros aspectos relevantes y de alguna forma relacionados, como pueden ser la economía circular y la eficiencia de recursos. Finalmente, el impulso de la innovación en el medio rural permitirá desarrollar, implantar e implementar nuevos o mejorados procesos y servicios a lo largo de toda la cadena de valor. Para ello se tienen que facilitar herramientas para su desarrollo, desde el apoyo a los emprendedores, el acceso a espacios colaborativos o la búsqueda de financiación para proyectos innovadores. La innovación no tiene porque estar reñida con la tradición, es evidente que sectores como la agricultura y la ganadería seguirán teniendo un peso importante en el mundo rural, pero debemos ir un poco más allá y fomentar que los jóvenes emprendedores desarrollen nuevos modelos de negocio hasta ahora poco habituales en territorios rurales.

- Por las consecuencias del Covid-19, parece que este va a ser la gran oportunidad del mundo rural ¿Qué retos observa que se plantean en esta nueva situación?

Está claro que el turismo rural va a ser uno de los grandes beneficiados de esta situación, aunque ya se intuían pequeños cambios en los hábitos y un interés creciente de la población por disfrutar de las ventajas que ofrecen los destinos rurales. El reto más grande quizás está en mantener esa identidad única de los territorios rurales, pero sin dejar de lado las nuevas tecnologías y la innovación. Hay que asegurar un crecimiento sostenible, crear una oferta amplia de servicios y saber adaptarse a los cambios para promover destinos inteligentes y resilientes. Hace falta también inculcar la cultura del emprendimiento, fomentar la creación y el uso de espacios compartidos que faciliten el desarrollo de ideas innovadoras y proyectos en cooperación. Otros retos importantes podrían ser promover la transformación digital y el uso de nuevas tecnologías, facilitar la accesibilidad e impulsar la movilidad rural sostenible a través del uso del vehículo eléctrico. Para ello son necesarias estrategias contra la despoblación, políticas efectivas de empleo, diversificación de las actividades y un aprovechamiento sostenible de los recursos endógenos.

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