Secciones
Servicios
Destacamos
La pandemia ha provocado cambios, situaciones que nos han afectado tanto en el mundo laboral como en el personal. Las empresas deben enfrentarse a la nueva realidad y, en este camino, la visión de directivas con experiencia como Margarita Álvarez, fundadora de 'Working for ... hapiness' puede ser de gran ayuda. El pasado miércoles compartió su experiencia en un acto organizado por la CEOE cántabra.
Álvarez ha sido nombrada por Forbes como una de las 50 Mujeres más Poderosas de España. Además, ha sido elegida como una de las TOP 100 mujeres más influyentes de España y una de las 10 directivas más influyentes los últimos tres años. Su carrera ha estado ligada a puestos de alta dirección en multinacionales, teniendo experiencia en el ámbito empresarial con la creación y gestión de tres compañías.
La trayectoria profesional de Margarita Álvarez está marcada por una idea: conseguir que la felicidad sea considerada un tema relevante y serio, en todos los ámbitos de la vida.
Vinculada durante quince años a Coca-Cola, desempeñó diversos cargos en la compañía, llegando a ser adjunta al presidente y, sobre todo, la presidencia del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, entidad pionera en el mundo. También asumió un papel destacado en la comunicación institucional en España, organizó los Congresos Internacionales de la Felicidad e incluso presentó varios espacios especiales en televisión (Antena 3).
Álvarez llegó a Adecco en 2011 como responsable de Marketing y Comunicación de Iberia y Latinoamérica. Además, ha sido la responsable a escala mundial de 'Thought Leadership', desarrollando las líneas estratégicas de la compañía en 62 países. También ha sido patrona de la Fundación Adecco. En 2014, creó el Observatorio de Innovación en el Empleo y la Educación (OIEE).
Ha sido profesora del Instituto de Empresa en áreas como Marketing y Comunicación o Creación de empresas. En 2011 recibió el Excellence Award de la Enseñanza. Actualmente es profesora en varias universidades y escuelas de negocio. Además de escritora y divulgadora científica, dirige una consultora que trabaja con grandes empresas y forma parte del consejo asesor de varias. Dirige y presenta un programa de televisión en Movistar+.
-¿Realmente el impacto de la pandemia ha sido tan grande y va a costar tanto recuperarse?
-Tenemos que ser conscientes de que la recuperación emocional va a costar. Ha sido muy gordo lo que hemos vivido y nos ha dejado huellas y cicatrices emocionales. Nadie podía pensar lo que nos ha pasado a nosotros, a nuestras familias. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha vivido lo que se denomina 'el gran despido'. Las personas han movido sus principios y esto afecta a la organización. No había ocurrido nunca. Nos ha cambiado.
-¿Son los jóvenes más flexibles para adaptarse a los cambios?
-En principio podría pensarse que sí porque no tienen las mismas inercias. No han vivido situaciones anteriores, pero lo cierto es que ha sido muy duro para ellos y ha dejado huellas emocionales. Hace un año la Universidad Complutense realizó un estudio sobre la huella emocional que ha dejado la pandemia y el colectivo más afectado era el de las edades comprendidas entre los 16 y los 19/20 años. Dos años de pandemia marcan.
-El teletrabajo ha venido para quedarse, pero surgen dudas sobre la productividad...
-Pienso que la productividad no se ha visto afectada y se ha trabajado a pleno rendimiento. Sin embargo, no es bueno que el teletrabajo se imponga. Hay que unirlo a la presencialidad. El ambiente del trabajo, compartir espacio con los compañeros, es básico. Necesitamos socializar. Si trabajamos solos podemos convertirnos en 'mercenarios', pendientes del que paga y eso no nos llena como seres humanos. Creo que el teletrabajo al cien por cien no es positivo.
-¿Seremos capaces de adaptarnos a la mezcla entre presencialidad y teletrabajo?
-Las dos opciones tienen sus ventajas y hay que usarlas bien. El teletrabajo puede ayudar a conciliar, pero necesitamos el contacto para comunicarnos. No se trata de ver solo blanco y negro sino de combinarlo.
-¿Hace falta más presencia de mujeres en puestos directivos?
-Se avanza y ha mejorado, pero va muy despacio. Todavía hay consejos de administración y directivos con una sola mujer e incluso con ninguna. El tema es que no hay solo un motivo para que esto suceda. Un estudio que se llevó a cabo con la Universidad de Harvard indicaba que existen sesgos inconscientes que frenan la llegada de mujeres a los cargos. Al existir mas hombres en el poder, de forma instintiva eligen para su equipo a personas con un perfil similar al suyo. En las organizaciones, en las empresas si hay diversidad, pero al llegar a los cargos la presencia de mujeres disminuye. Creo que hay un debate pendiente en la sociedad y que se debe plantear, y hay que concienciar a ellos y a ellas. Es un tema de todos y entender lo que pasa y avanzar en la igualdad es beneficioso para la organización, para la persona y para la sociedad.
-¿Cómo deben adaptarse las empresas a los cambios?
-La adaptación no puede ser igual para todos. No soy nada partidaria del café para todos. Hay que adaptarse en cada empresa, a cada grupo, a cada persona. Las empresas grandes tienen más medios, pero las pequeñas y medianas tienen la ventaja de estar más cerca de las personas. La cercanía a las personas es la clave. Las tecnologías, la digitalización están muy bien, nos ayudan, pero hay que centrarse en las personas. Tenemos el ejemplo de la banca, que ha tenido que rectificar para atender a los mayores que reclamaban atención personal frente al avance de la digitalización. Necesitamos que alguien nos ayude de forma más personal, más cercana. Solo las tecnologías no bastan, ayudan.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.