Cerrada sin acuerdo, pero con avances, la reunión del metal en el Orecla

En síntesis, una presión que va en aumento sobre las partes negociadoras que ha derivado en una nueva sesión en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla) que, si bien se ha cerrado esta tarde sin acuerdo, sí que permitió avanzar notablemente para tratar de encontrar un punto de entendimiento que permita tanto a la representación social como a la patronal Pymetal firmar un marco laboral que permita levantar una huelga que este viernes transitará por su decimosexta jornada. Un conflicto cuya evolución y magnitud no estaba prevista en un primer momento y que, aunque no se diga abiertamente, preocupa profundamente a todas las partes que están inmersas en el mismo, tanto de forma directa como colateral.

Fuentes conocedoras del proceso se han mostrado optimistas por el desarrollo de las conversaciones durante la mañana después de haber cambiado el formato en el Orecla. Se ha prescindido de los mediadores y se ha reducido el número de personas que negocian, que se están viendo cara a cara en vez de en salas separadas como es habitual en este tipo de negociación formal en el organismo cántabro.

Por parte de la representación social, aunque han estado arropados por las cúpulas y pesos pesados de los sindicatos, han dialogado César Conde, secretario general de Industria de CC OO; Luis Díez, homólogo de UGT-FICA; y Fernando Rey, secretario general de la Federación de Industria de USO. Como cabeza de Pymetal, su gerente, Alberto Gómez Otero.

Ha habido avances, aunque durante la tarde el progreso volvió a trabarse. En un primer momento parece que cuestiones como el contrato de relevo o el plus de distancia podrán preservarse en el convenio, aunque habrá que ver cómo resultan finalmente las conversaciones.

El nudo gordiano, lógicamente, se centra en el aspecto económico, sobre el que todavía hay cuestiones que discutir. Más en un entorno actual con la inflación disparada y donde los márgenes empresariales se han estrechado notablemente, pero donde legítimamente los trabajadores tampoco quieren perder poder adquisitivo o asumir todos los efectos de esta 'tormenta coyuntural'.

El Gobierno de Cantabria sigue muy pendiente de los acontecimientos, más después de la furibunda concentración del miércoles ante la Consejería de Industria por los servicios mínimos de la huelga y los gritos de «dimisión» contra Revilla por no posicionarse con los afectados en el conflicto.

Tanto de forma expresa, con la consejera de Empleo, Eugenia Gómez de Diego, visitando el propio Orecla, como de maneras más discretas. El Ministerio de Industria que pilota Reyes Maroto también está muy encima al ver con preocupación como se había enquistado el problema, que a estas horas sí que parece haber salido de ese callejón sin salida.

Después de la exhibición de ánimo de los trabajadores de este miércoles, con momentos de tensión frente a la Consejería de Industria y, sobre todo, una masiva manifestación por las calles del centro de Santander con cerca de 20.000 participantes, el conflicto por el convenio del metal volvía este jueves al Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla). Una cita que arrancó con novedades en cuanto al formato, puesto que la Comisión negociadora ha reducido el número de representantes y no se cuenta con mediadores, que están pendientes de retornar en caso de que se produzcan avances.

Todo ello en un intento de desbloquear el conflicto y dar continuidad a las conversaciones fuera de la mesa que se han llevado a cabo el lunes y el martes. Casi 200 personas se han congregado este jueves por la mañana en las inmediaciones del edificio con bocinas, megáfonos y petardos, con amplia presencia policial para garantizar que no se produzcan altercados.

Las partes accedieron esta mañana al Orecla con la intención de acercar unas posturas que en ese instante parecían muy distanciadas, más si cabe tras el paso atrás dado el pasado fin de semana, cuando la patronal retiró una oferta que hizo el viernes. Se cumplen 15 días de huelga y los representantes de Pymetal llegaban con antelación al encuentro para evitar situaciones como las de la semana pasada, cuando fueron recibidos entre insultos. Los portavoces sindicales, en cambio, demoraron su entrada pasadas las 10 de la mañana y fueron saludados con aplausos y gritos de «¡Sí se puede!».

Se esperaba una jornada larga. Como puntos de fricción, el contrato de relevo y el plus de distancia, que los sindicatos CC OO, UGT y USO quieren mantener en el convenio, mientras que Pymetal aboga por eliminar, en al menos el segundo de los casos. Respecto a las cuestiones económicas, con el IPC disparado, más allá de las subidas salariales y posteriores revisiones de un porcentaje respecto a lo que crezcan efectivamente los precios en cada uno de los ejercicios hasta 2024, está la pugna entre que queden consolidados los incrementos en tablas y, además, un pago de los atrasos que provoque la inflación.

Aunque no está presente este jueves como mediador en la reunión que se celebraba en el Orecla, el Gobierno de Cantabria, a través de su portavoz, Pablo Zuloaga, hizo un nuevo llamamiento a la patronal y sindicatos del metal, para que llegase a un «entendimiento», negocien un convenio «justo» para los trabajadores del sector y acabar así con la huelga.

El también vicepresidente ha respondido así a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa en la que ha informado de la reunión semanal del Ejecutivo, y en la que ha admitido que la situación es «delicada», especialmente en la última semana, aunque ha defendido que desde el PRC-PSOE se están poniendo «todos los medios» para que las partes alcancen un pacto.

Zuloaga ha mostrado de nuevo la «preocupación» del Gobierno por el conflicto y sus consecuencias, en respuesta a los medios sobre si el Ejecutivo tiene una valoración de los daños que está causando la huelga. En este sentido, ha evidenciado el «impacto directo» que está teniendo en los trabajadores y empresas del sector y, también, a medida que se va «alargando», en otras ramas de actividad, caso por ejemplo del Expediente Regulación Temporal de Empleo, ERTE, que la fábrica de SEG Automotive de Treto ha aplicado a toda la plantilla.

Por todo lo anterior, el vicepresidente ha insistido en el «mensaje claro» del Gobierno cántabro a las partes, para que haya «altura de miras», se llegue a un «entendimiento» y se pacte un acuerdo con el que poner fin a la huelga del metal.

Por su parte, Eugenia Gómez, la consejera de consejera de Empleo y Políticas Sociales del gobierno regional ha informado, a través de sus redes sociales, que ha estado en la sede del Orecla donde siguen las negociaciones en el sector del metal. «Les he pedido a las partes que no se levanten de la mesa hasta llegar a un acuerdo. Que estén las horas que hagan falta. Altura de miras para una situación que trasciende al sector», ha declarado.