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Los trabajadores de Nissan ya empiezan a conocer por dónde pasarán los cambios y el contenido del plan de viabilidad que el fabricante japonés ha puesto encima de la mesa para garantizar la actividad y el futuro en la planta de Los Corrales al ... menos hasta 2023, después de que la marca nipona anunciara un epliegue estratégico a nivel planetario para abandonar buena parte de sus centros en Europa, entre ellos las instalaciones de Barcelona, lo que deja en el aire cerca de 25.000 empleos. En el caso de Cantabria, que quedó excluida del plan de recortes de forma inicial, la continuidad supondrá importantes sacrificios para los empleados. Al menos si se concretan las intenciones de la Dirección.
Así lo explicaron ayer fuentes sindicales a este periódico tras una reunión con la compañía en la que se empezaron a desgranar las medidas. Entre ellas, las que afectarán directamente a la plantilla, que en la actualidad está conformada por unas 526 personas. Como idea inicial, una reducción salarial próxima al 30% con una bajada directa del sueldo del 15% y un recorte de jornada adicional, para dejar las horas semanales en 32.
Nissan proyectó estas intenciones para asegurar su continuidad en Los Corrales durante los próximos tres años. En el encuentro de ayer no se trató un futuro a un mayor horizonte. Respecto a las inversiones, las mismas fuentes apuntan que se corresponderían prácticamente con el ahorro que se obtuviera con los mencionados recortes laborales. No obstante, sobre este apartado aún se irá trabajando en los próximos días, toda vez que el propio Gobierno de Cantabria se ha comprometido a apoyar a la factoría de Buelna.
La hoja de ruta no acaba ahí. Otros pluses salariales también serán revisados y adaptados a objetivos, mientras que uno de los desafíos es el de elevar la carga de trabajo. De hecho, la reducción de jornada iría en esa línea de excedente de mano de obra, según los responsables de la empresa.
Con este escenario, la reacción de los representantes de los trabajadores ha sido, por decirlo de alguna manera, fría. No se descarta que se soliciten encuentros con el Ejecutivo regional presidido por Miguel Ángel Revilla y con la propia Administración central para tratar de mitigar el calado de los ajustes. Ambas instituciones figuran como garantes en el plan de ultracompetitividad de Nissan.
El propio Revilla formalizó el 29 de mayo la implicación del Gobierno en el plan de competitividad de Nissan para impulsar la planta de Los Corrales de Buelna y garantizar el mantenimiento del empleo. El plan contempla «importantes inversiones», para las que la empresa ha solicitado formalmente la colaboración institucional.
Con el documento, la Administración regional se adhería al acuerdo alcanzado entre la dirección y el comité de empresa, que prevé la presentación este mes del nuevo 'mapa' para la factoría de cara al trienio venidero.
De hecho, el Ejecutivo participará en un grupo de trabajo para definir, evaluar y acordar un marco de colaboración conjunto y diseñar dicho plan antes del 26 de junio, con el fin de remitirlo a la sede central de Nissan para que valide las inversiones y compromisos antes del 24 de julio.
Una de las claves para salvar el centro productivo cántabro es la polivalencia de la instalación. Desde Los Corrales se ha estrado trabajando para diferentes factorías del Grupo Renault, así como para la fábrica que Nissan posee en Sunderland (Inglaterra). Encargos para Valladolid, Palencia, Tánger... Un hecho diferencial que pesó en la decisión. El objetivo, además, pasa por contar con nuevos clientes para alcanzar la ansiada subida de contratos.
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