La nueva caldera de Solvay contará con una chimenea de 60 metros y creará 35 puestos

La principal inyecciones económica de la que se beneficia Solvay del ministerio va en realidad destinados al grupo Enso Esco SL, especializado en la construcción de plantas de cogeneración con biomasa como la que se está proyectando en Solvay. ¿Pero por qué hacer esta apuesta? El propio proyecto presentado para la aprobación del Ministerio sustenta que el obtener energía de biomasa en lugar de combustibles fósiles presenta, entre otras ventajas: una fuente de energía renovable, que no emite gases de efecto invernadero; genera energía de forma local y se reduce la dependencia de importaciones; favorece la mejora de la calidad del aire del entorno; crear empleo y permite realizar un aprovechamiento de residuos agrícolas y forestales, evitando su quema en el terreno; y, entre otras cuestiones, los subproductos sólidos generados en la combustión pueden utilizarse en la agricultura como fertilizantes.

El plan previsto establece construir la planta de cogeneración con biomasa, con una potencia térmica instalada de 144 MWt, dentro del propio complejo de Solvay para favorecer el suministro de energía. Concretamente, la ubicación escogida es una parcela ubicada en el término municipal de Polanco. Se trata de una zona en la que se almacenaba tincal, un mineral que antaño era utilizado como materia prima en el proceso productivo de la factoría. Así fue hasta que en el año 2003 esta materia prima fue sustituida por otro producto que ya no se almacenó en pilas en la parcela en cuestión. La planta que ahí se ubicará tendrá una superficie de ocupación total de edificación de 3.255 metros cuadrados e incluirá una chimenea de 60 metros de altura, que vendrá a alterar el 'skyline' del complejo, aunque estará por debajo de los 140 metros que mide la chimenea más alta existente. Por otro lado, las instalaciones incluirán edificios administrativos y productivos, depósitos, almacenes, casetas y silos.

Asimismo, en el intento por ser lo más verde posible, se han estudiado los lugares en los que se podría obtener la materia prima necesaria para la planta. El proceso de generación térmica y eléctrica se realizará a partir de la combustión de biomasa leñosa de origen forestal y de biomasa procedente de residuos agrícolas, algo que mantiene el estudio que se puede obtener de manera «sostenible» en un área aproximada de 200 kilómetros de distancia por carretera desde Torrelavega. Se estima un consumo de biomasa anual que podría variar entre las 259.000 y las 460.000 toneladas al año. En total, está prevista una potencia eléctrica de 49,99 MWe, que permita garantizar el suministro de energía térmica a la producción de la fábrica y a la vez cubrir los autoconsumos de la propia planta de biomasa, vertiendo a la red el excedente que se produzca. Además, se establece que las nuevas instalaciones generaran un total de 35 puestos de trabajo directos.

La administración regional tiene que conceder las licencias ambientales y urbanísticas para acometer la actuación. Según el calendario diseñado entre la empresa y la administración autonómica, todos estos permisos deberían estar solventados a lo largo de este año para comenzar los trabajos –el plazo de ejecución según el proyecto es de 24 meses– de manera inmediata. Así, si no hay contratiempos, el nuevo modelo energético de Solvay entrará en funcionamiento en 2027.

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