Los nuevos contratos lácteos vuelven a dividir a distribuidores y ganaderos

Como fecha de referencia, el pasado 1 de julio. Antes y después del conflicto. De hecho, previamente a ese día las quejas recaían en que el nuevo contrato planteado a los interproveedores fidelizados para obtener leche nacional de alta calidad (doble A) con destino al grupo Mercadona a través de Iparlat no tenía en cuenta el incremento en los costes fijos derivados de la adaptación de las instalaciones o el manejo y nutrición de los animales para producir en base a los mencionados estándares. Una oferta de 30 céntimos por kilo que, se lamentaban los ganaderos, era «muy inferior» no sólo a lo percibido por otros productores holandeses, alemanes o franceses, sino que también quedaba por debajo en relación a los 40 ingresados por otros colegas que entregaban su leche a otros grupos de distribución en España, denunciaban.

De hecho, afeaban que los afectados veían «frustradas» sus expectativas al no corresponderse la situación con los resultados económicos anuales de los dos grupos agroalimentarios.

Sin embargo, parte del enfado ha remitido en los últimos días. Al menos así lo ven desde Agrocantabria, que igualmente entrega este tipo de leche a Iparlat, que además recoge diariamente a 78 productores individuales. En total, el grupo obtiene 380.000 litros diarios de calidad doble A, de los que el 80% proviene de la Comunidad. Para Jaime Gándara, de Agrocantabria, «la oferta definitiva la vemos correcta después de que Iparlat haya optado finalmente por un contrato continuista. El nivel de precios obtenido podría considerarse medio-alto, similar al de otras fábricas que recogen en Cantabria. Al estar el precio referenciado al Índice A1 lo que se garantiza es una tarifa estable todo el año».

García, no obstante, admite que hay mucho trabajo por hacer. «Cantabria necesita más industria ganadera de base cooperativa. Pero eso es un problema estructural».

Desde Iparlat reconocen que la renovación de su contrato anual no satisfacía a parte de los productores, por lo que «la hemos rehecho. Al final han firmado el 100% de los proveedores con un precio estable de 0,33 euros, en la banda alta de Cantabria». Tan sólo con los 78 ganaderos a los que se recoge diariamente leche se obtienen unos 180.000 litros por jornada. Mercadona, por su lado, se ha limitado a precisar que el problema en todo caso afecta a Iparlat y productores al no establecer ellos los precios.

Desde UGAM-COAG, en cambio, creen que problemáticas como la vivida en torno a Iparlat son la tónica habitual en el sector. «Viene ocurriendo desde hace tiempo. Iparlat, en este caso, se está colocando en una situación bastante impresentable», sostiene el secretario general del sindicato, Gaspar Anabitarte, que profundiza en que «los contratos para este tipo de leche recogían precios base muy buenos en torno a la calidad. ¿El problema? Que la empresa recortaba en base a cualquier cosa».

Ante esta tesitura, los ganaderos se aplicaron para no tener que sufrir rebajas en el precio garantizando los parámetros pero, según Anabitarte, lo que ha pasado es que ahora se ha procedido a bajar directamente el precio base.

«El ganadero, mientras tenga que entregar día a día, está atrapado. Antes se recogía la leche cada dos días para abaratar costes. Lo que está ocurriendo es que a ciertos productores periféricos se les está diciendo que no se les recoge la leche ya que no interesa desplazarse hasta su estabulación», manifiesta

En su opinión, «Mercadona se está dejando atrapar por la ola del bienestar animal y la megacalidad que ostentan otros productores como Covap, que produce especialmente en el sur. Ya me dirás qué bienestar van a tener unas vacas en Córdoba metidas en una nave a 50 grados. El verdadero bienestar es el del norte. Aquí producimos calidad de verdad, con los animales al aire libre», opina.

Para Anabitarte, el problema «viene de hace tres años, cuando después de varios amagos decidieron ir adelante con la recogida diaria. Esto ha derivado en muchos problemas». Para el secretario de UGAM-COAG, «la multa confirmada al cártel de la leche va a servir de poco. Los ganaderos no sacamos nada de esa sanción. De hecho, el cártel sigue permanentemente». Con estos mimbres, parece que queda mucho camino por avanzar hacia un equilibrio en la cadena.