«Tenemos un objetivo ambicioso: ser el número uno del mercado nacional»

-¿Cómo se capta la atención de un fondo de inversión?

-En realidad no lo hemos buscado. Ni de fondos ni de compradores ni de inversores. En nuestro mercado sí que lleva tiempo habiendo fondos tratando de entrar en el ámbito español. Buscan empresas que se adapten a lo que ellos buscan, lo que pasa es que hay muy pocas por un proceso de concentración que se ha vivido en el sector. En los últimos años hemos tenido algún otro contacto, pero no ha fructificado.

-¿Por qué en esta ocasión un interés ha cristalizado en venta?

-Principalmente porque la operación ha cuadrado en todo. En el aspecto económico, evidentemente, y también en el proyecto. Normalmente en este tipo de adquisiciones se produce una absorción total. Poco a poco la empresa comprada va desapareciendo. En este caso nos ofrecían un proyecto para crecer, con la misma Dirección y condiciones laborales para los trabajadores. Además manteníamos la sede en Santander, requisitos que en otras negociaciones pasadas no estaban tan claros. En esta ocasión sí que estuvieron dispuestos desde el primer momento. Era lo que el fondo quería, porque ellos no tenían experiencia en el sector. Otro aspecto fundamental, el proyecto: aspirar a desarrollarnos para ser líderes en el mercado nacional. Músculo financiero y ganas de aportar.

-¿Con qué trayectoria llega SDM a este momento?

-Nacimos en 1999. Éramos dos socios fundadores, Juan Ignacio García y yo. Luego se unió en el mismo año mi hermano, Rafael Serna. Veníamos de una trayectoria profesional de más de 10 años en empresas del sector. Conocíamos el mercado y nos aventuramos desde cero. No había objetivos, más bien una idea en la cabeza de cambiar ciertas cosas. Era un momento ya de modificaciones: el 'efecto 2000', el euro... Entendíamos que el tema del software también era susceptible de cambiar. Poco a poco fuimos creciendo y haciendo nombre. En 2008 dimos el salto al mercado nacional con la marca Diez Software. También mantuvimos SDM para no confundir a antiguos clientes. Nos enfocamos desde el primer día en la asesoría: sabíamos sus carencias y necesidades. Nos centramos en hacer productos para este nicho tras unos inicios en los que hicimos de todo, como típica empresa de informática. Vimos que había que especializarse, por lo que fuimos 'soltando lastre' para focalizarnos en software de fiscalidad o temas laborales, entre otros.

-¿Cuál es la estrategia futura?

-El Grupo Primavera lo conforman empresas adquiridas que, dentro del software empresarial, se dedican a diferentes nichos. Nuestra idea es crecer en asesorías. Es un objetivo ambicioso, queremos ser el número uno del mercado nacional o, al menos, competir de igual a igual con los grandes monstruos que dominan en la actualidad. Nos apoyaríamos en una idea mucho más moderna y con recursos para ello.

-¿Cómo pretenden conseguir este hito?

-Primero, con profesionalización. Estamos cambiando estructuras, fichando gente. Sobre todo, meter recursos publicitarios y de marketing. El producto ya está, es totalmente competitivo. Le falta hacerse un nombre.

-¿Qué número de clientes aspiran a lograr?

-En 2021 esperamos crecer en facturación entre el 20 y el 25 por ciento. En dos o tres años buscamos duplicar la facturación y el número de trabajadores. A partir de ahí, no tenemos límite. Es ir a por todas. Según transcurra el proyecto se incorporarán más recursos. Actualmente estamos facturando unos dos millones de euros y somos 35 personas.

-¿Qué ventajas competitivas tiene SDM?

-Modernidad y agilidad. Tenemos servicios mucho mejores, dicho por los clientes. Sobre todo, un buen producto. Generalmente en el sector se parte de productos de los años 80, pero evolucionados. Apostamos por la modernización de los despachos.

-Habla de contratar personal, ¿tienen problemas para captar talento?

-Cuesta mucho. Creo que es el principal problema que tenemos las empresas tecnológicas. El talento no está en Cantabria. Puede ser de aquí pero ha salido. Esto no es un polo de búsqueda de oportunidades. Hay una escasez total de profesionales del sector. Se da a todos los niveles, nacional y europeo, pero aquí es muy acuciante. Es el principal obstáculo.