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Paco Boya. DM
Paco Boya: «Estamos en el camino correcto para ir resolviendo las dificultades de funcionalidad que tienen los territorios»
TERRITORIO RURAL INTELIGENTE

Paco Boya: «Estamos en el camino correcto para ir resolviendo las dificultades de funcionalidad que tienen los territorios»

Entrevista al secretario general de Reto Demográfico

Miércoles, 26 de octubre 2022, 11:52

Perfil

La trayectoria profesional de Paco Boya (Valle de Arán, 1960) ha estado y está estrechamente ligada a los entornos rurales. El actual secretario general de Reto Demográfico ha sido, además de diputado en el Parlament de Catalunya, presidente de la Asociación Española de Municipios de Montaña, vicepresidente de la Asociación Europea de Zonas de Montaña y presidente de la Comisión de la FEMP para el Reto Demográfico.

–¿Qué características cree que debe tener un territorio rural para considerarse inteligente?

–Lo primero que debemos preguntarnos es al servicio de qué ponemos la inteligencia. Por lo tanto, hay un paso previo al construir un territorio rural inteligente y es la definición del proyecto. En este sentido, lo que hay que hacer es poner esa inteligencia al servicio de un proyecto que nos permita construir ese espacio que tiene que responder, no solo a cuestiones relacionadas con la tecnología o las oportunidades económicas, sino que, en el ámbito de la ruralidad, esa inteligencia hay que ponerla al servicio de los elementos claves de la cohesión social. Añadiría, además, un tercer factor y es que resulta fundamental que estos territorios rurales se conecten a una red y que esa red alimente una inteligencia que nosotros denominamos territorial y que de alguna manera les permitan aprender unos de otros.

–¿En qué consiste esa inteligencia territorial?

–Digamos que si alguien ha conseguido, llamémoslo éxito, en un ámbito determinado, por ejemplo, en la prestación de algún tipo de servicios, y por lo tanto, ya ha hecho todo un proceso sobre el que tiene una buena práctica, eso se tiene que compartir. Porque esa inteligencia compartida nos permite no tener que estar continuamente volviendo sobre los mismos retos que son, sobre todo los que son comunes. Si conseguimos ese diálogo entre territorios, en muchos aspectos no hará falta que todos estén trabajando sobre los mismos retos, y se podrán aplicar soluciones adaptadas pero que al final ya están testadas en otros territorios que ya han hecho ese recorrido.

–¿Cómo definiría la situación actual del medio rural?

–Yo siempre defiendo una posición optimista porque si bien es verdad que todavía nos queda trabajo por hacer, hay que restañar distintas brechas que todavía están ahí, también es cierto que nos hemos puesto en camino y que algunas de ellas, por ejemplo, la de la conectividad, ya hemos hecho un avance muy notorio. Hemos mejorado casi 15 puntos en esa brecha que teníamos entre lo urbano y lo rural y el año que viene tendremos prácticamente el 95% del territorio conectado a 100 megas. Por lo tanto, en algunas cosas se está avanzando. Hay una política consolidada en la Administración General del Estado y es obvio que muchas comunidades autónomas están también trabajando en el desarrollo de marcos normativos, estrategias que permiten que avancemos, además, con un nivel de sintonía muy alto. Estamos en el camino correcto para ir resolviendo, sobre todo, las dificultades de funcionalidad que tienen los territorios y, a partir de ahí, pues corresponderá, en las etapas próximas, el ir avanzando en los objetivos que nos hemos marcado.

–¿Cuáles son esos problemas que acusan todavía en estos entornos y que son urgentes de atajar?

–Son varios y posiblemente si entramos en la profundidad de sus detalles aún encontraríamos alguno más. Entre los principales, la brecha digital. Es una de las que estamos combatiendo, porque entendemos que buena parte de las soluciones a los problemas que tiene el medio rural pasan por una buena conectividad. Hay que resolver también el tema de la movilidad y, para ello, hemos constituido la mesa de la movilidad rural, junto con el Ministerio de Transportes de Agenda Urbana. Hay, además, una brecha algo más compleja que es la generacional, porque es verdad que en el medio rural hay mucha gente mayor y tenemos que seducir a los jóvenes para que vuelvan. A ello le sumamos una brecha de género, porque tenemos pocas mujeres en estos entornos, una brecha de oportunidad, de generación de riqueza, y una última de renta. En definitiva, hay una lista muy larga pero tenemos delimitados ya cuáles son los ámbitos en los que tenemos que trabajar y ya estamos haciendo una acción coordinada con todo el Gobierno.

–Desde su punto de vista, ¿qué propuesta sería imprescindible a la hora de redactar un plan de desarrollo rural sostenible e inteligente?

–Un plan ideal, por llamarlo de alguna manera, para un espacio rural primero tiene que estar muy anclado en el territorio, es decir, tiene que tener una buena diagnosis. Hay que tener también una visión de ese territorio, saber cuáles son los proyectos que pueden encajar mejor, y hay que tener en cuenta también la opinión y el sentir de la población a la que va, de alguna manera, aglutinar ese plan. Debemos conocer sus opiniones para que sea un plan realista y que esté asentado en la sociedad que tiene que impulsarlo. Asimismo, tiene que ser un plan transversal, es decir, tiene que ser un plan que contemple, por una parte, las oportunidades y, por otra, todas las transformaciones sociales que se necesitan para hacer que sea atractivo y que permita, en este caso, el objetivo de fijar población. Y, finalmente, tiene que ser un plan que luego sepa aprovechar todas las herramientas que en este momento están ya disponibles para mejorar la eficiencia y la consecución de los objetivos.

–Durante su intervención este verano en la UIMP usted puso a la innovación como palanca de transformación, y precisamente una de las líneas a seguir de los TRI es introducir esta innovación en los entornos rurales. En este sentido, ¿qué oportunidades de desarrollo basadas en este ámbito considera que tienen estos territorios?

–La innovación es clave y lo es por una reflexión muy sencilla. Hay que innovar porque si seguimos haciendo las mismas cosas que hacemos o que hemos hecho hasta ahora, pues posiblemente el resultado sea el mismo y queremos que el resultado sea distinto. Y eso nos obliga a innovar, a hacer las cosas de manera diferente, a buscar nuevas estrategias. En este sentido, la innovación tiene mucho que ver con toda la transformación digital. En este momento a nivel global hay una economía que está totalmente digitalizada y el medio rural tiene que incorporarse a ella. Por primera vez no necesitamos un puesto físico para tener un puesto de trabajo y eso va a darle una oportunidad importante al medio rural. Ahora bien, todo esto requiere de unos procesos de innovación a la hora de entender esa conectividad. También tiene mucho que ver la forma de vivir. Hay actividades que son de carácter estratégico en el territorio, que también tienen que incorporar todo ese proceso de innovación y de hecho lo están haciendo, por ejemplo en la agricultura o la industria de transformación alimentaria. Todos estos procesos pasan por la innovación. Y sucede lo mismo desde la perspectiva social. Por ejemplo, si queremos atraer mujeres al medio rural tenemos que generar entornos amables. Resolver la conciliación familiar también requiere de innovación sobre los procesos de cómo estamos prestando servicios a las personas mayores, en la atención a la infancia, servicios que tienen que ver también con el acceso a la cultura, a la vivienda… Por lo tanto, la innovación es una de las claves, quizás la más importante para que, en este momento, consigamos desarrollos razonables en los entornos rurales.

–¿En qué plazo cree que podría cubrirse las necesidades que tienen los pueblos españoles en materia de digitalización?

–Estamos avanzando mucho en este ámbito. Como comentaba antes, para el próximo año 2023, la intención es tener un 95% del territorio ya conectado a 100 megas. Estamos haciendo un esfuerzo muy notable con el dinero del Plan de Recuperación porque, es clave tener a los pueblos conectados. La digitalización es fundamental y hay que utilizarla en distintos ámbitos. Por ejemplo, tenemos proyectos en la democratización de las casas de las personas mayores para mejorar la prestación de servicios y prolongar su estancia en sus hogares. Además, está previsto, también para el próximo año, poner en marcha un proceso de formación digital para la ciudadanía, especialmente en los ámbitos rurales, para ayudar a que la gente pueda tener unas capacidades para manejar y acceder a todos sus objetos digitales. Insisto, es un elemento absolutamente clave al que le prestaba muchísima atención.

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