GSW parará desde el viernes cinco días la planta de Nueva Montaña

La Dirección de la compañía se lo trasladó el viernes a la representación sindical, de nuevo con la fórmula de emplear el ERTE que la fábrica tiene activo y que, en este caso, no llevará ningún tipo de complemento por parte de la corporación. La historia ya es conocida en la factoría, que en septiembre igualmente tuvo que detener la actividad en el complejo durante una semana lastrada por los elevados costes de la luz unidos a una débil demanda de sus clientes vinculados a la industria del automóvil. En resumen, los pedidos que entraban, dada la reducción de márgenes por la subida de costes, no resultaban atractivos en esas fechas, lo que empujaba a la parada de la fábrica. El Grupo Celsa está jugando la baza de acomodar la producción a los momentos de mayor rentabilidad para combatir la tormenta coyuntural que amenaza sus centros productivos.

Ahora en octubre la situación se repite, en una problemática que no es exclusiva de GSW. Forgings & Castings empezaba igualmente hoy las limitaciones en Reinosa, en un calendario de ajustes productivos en el ámbito de acería y forja. El primer departamento, como ya explicó El Diario el mes pasado, no trabajará entre el 22 y el 31 de este mes. En paralelo, en el área de forja, la prensa pequeña permanecerá apagada hasta el día 31, mientras que la grande hará lo propio la última semana de octubre.

Peor está la situación en Ferroatlántica. La fábrica de Boo de Guarnizo lleva sin trabajar desde finales de agosto y, más aún, no se atisba un cambio de dirección por parte del Grupo Ferroglobe. Los cerca de 145 trabajadores cántabros están a la espera de que la matriz negocie un ERTE que presumiblemente empezará a aplicarse el mes que viene. Mientras tanto, abastece el mercado español con la producción de otros centros en el extranjero, en especial de Francia y Noruega.