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santander. La progresiva revalorización del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), especialmente en el último lustro, ha sido un frente de batalla constante entre Gobierno y empresarios. Un conflicto tal que en las últimas ocasiones que ha tocado pactar el incremento de los sueldos más bajos del ... mercado laboral incluso la patronal ha quedado excluida de las reuniones definitivas por no acatar las líneas maestras que el Ejecutivo, especialmente a través de la actual líder de Sumar, Yolanda Díaz, proponía a los agentes sociales. En cifras, entre 2018 y 2023 dicha referencia creció en España un 46,8% para saltar de 735,9 a 1.080 euros. Una tendencia ascendente que no quedó ahí, pues el nuevo ejercicio confirmó una actualización hasta los 1.134 euros, un 54% más.
Con este contexto, Cepyme, que representa a las pequeñas y medianas empresas a nivel nacional y que en Cantabria va de la mano de CEOE, ha elaborado un estudio sobre los efectos de los mencionados incrementos. Como principales conclusiones en clave local, la última subida sitúa ya el SMI con un valor equiparable al 83,1% del salario medio que perciben los trabajadores en las pymes de la Comunidad. No en vano, el 90% del tejido corporativo español, una proporción extrapolable a la región, está compuesto por negocios de tamaño reducido.
El diagnóstico de Cepyme, titulado 'Repercusión de la subida del SMI en la pyme española', se centra particularmente en los porcentajes, toda vez que dicho salario mínimo, así lo defiende el propio Gobierno nacional y ese es el espíritu del mismo, tiene por objetivo consolidarse en el 60% del salario medio general.
54% ha subido
el Salario Mínimo en España desde los 735,9 euros de 2018 a los 1.134 de 2024.
La patronal emplea para sus cálculos los datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística, especialmente en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Para aterrizar sus quejas, fundamentalmente por lo que los empresarios aducen como un notable incremento de costes, la organización señala que en Cantabria la nueva revalorización supone ya el 64,6% del salario medio de jornada completa en la región, por encima de la mencionada frontera del 60%. Este valor, de hecho, sitúa a la autonomía entre las 25 provincias –en último lugar, eso sí– con un SMI más costoso en 2024. La clasificación la lidera Ávila, con una correspondencia del 78,7%.
El impacto, e influencia, es progresivamente mayor a medida que se reduce el tamaño del negocio. De hecho, en pequeñas mercantiles el citado 83,1% de equivalencia con el salario medio en pymes ubica a Cantabria como duodécima provincia donde más costará abonar el aumento retributivo.
El informe sigue con sus comparaciones. Por ejemplo, el SMI de 2024 se corresponde con el 77,9% del salario medio registrado en empresas cántabras de hasta 49 empleados en el ámbito de los servicios. En cambio, sólo llega al 49,2% de lo que se paga en industrias con más de 200 personas en plantilla.
Como líneas generales, los 1.134 euros actuales implican, según Cepyme, el 72,6% del salario medio neto de Cantabria. Por sectores, se corresponde con el 63,4% en la industria; el 71,9% en la construcción; y el 75,3% en los servicios.
El presidente de CEOE-Cepyme Cantabria, Enrique Conde, admite que «en Cantabria la subida unilateral del SMI afecta muy negativamente a nuestras pymes (más del 98% de las empresas) ya que representa un porcentaje mayor, por encima del 60% de la media de los salarios. Esto resta competitividad y capacidad de crecimiento y contratación», comienza.
Conde va más allá. «La paradoja es que este tipo de medidas, que tienen una supuesta finalidad beneficiosa para el trabajador y el empleo, se vuelven en su contra cuando son lineales, generales, únicas, no específicas y no tienen en cuenta ni el ecosistema económico ni el tipo de actividad, o los criterios que armonizan esta subidas: el IPC; la productividad media nacional; el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional; y la coyuntura económica general», asevera.
Como corolario, el portavoz de los empresarios insiste en que «creemos que la mejor forma de hacer la cosas es trabajar de forma sincera y constructiva en el Diálogo Social como la mejor manera de garantizar el futuro del empleo y el crecimiento». Frente a ello, lamenta la «imposición» de los últimos tiempos.
En el estudio de Cepyme se pone encima de la mesa otra factor para advertir del incremento sostenido del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), con el especial impacto que tiene en la pequeña y mediana empresa.
En concreto, el informe señala que estas revalorizaciones contrastan con la evolución que mantiene la productividad en España: «Entre 2018 y 2023 el salario mínimo español aumentó un 30,2 ajustado a la inflación, el segundo mayor incremento entre los países más avanzados. Esta subida duplicó las de Alemania y Portugal, triplicó la de Japón y multiplicó por seis los incrementos de países como Canadá, Francia o Reino Unido. En el mismo período, la productividad registró en España una caída del 3,8%, la mayor entre los países más avanzados, que tuvieron un incremento medio del 4,6%», arranca.
Cepyme, sentada esta premisa, va más allá. «La productividad de las pymes se sitúa en el mismo nivel que en 2015 y un 9,6% más baja que en 2009, después de registrar una caída interanual en el segundo trimestre del 0,7%, último dato disponible» de 2023 en el momento de la publicación del estudio.
Como corolario, la patronal de las pymes sostiene que «los incrementos del SMI de los últimos años no se ajustan al contexto empresarial, en el que no hay ganancias de productividad, y resulta especialmente gravoso para las pequeñas empresas».
De hecho, entra al debate de las cifras y defiende que desde 2018 ha impedido la creación de 163.000 empleos en España.
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