Peligra la campaña del ajo por la falta de mano de obra

Los productores de ajo están preocupados. A punto de iniciarse la campaña de recogida de ajo quedan por cubrir cerca de 9.000 contratos en Castilla-La Mancha, comunidad que concentra el 80 por ciento de la producción de ajo del país. Desde hace años esta labor la han venido realizando temporeros procedentes de Rumanía, Polonia, Bulgaria y Marruecos. El problema este año, con la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, es que las fronteras se han cerrado y una orden del Ministerio de Sanidad publicada en el Boletín Oficial del Estado el 12 de mayo -entra en vigor este viernes- establece que cualquier persona que entre en España desde otro país debe guardar 14 días de cuarentena desde su llegada, medida con excepciones para empleados sanitarios o transportistas pero no así para trabajadores agrícolas.

«Se prevé una buena campaña pero puede estropearse por la falta de mano de obra y esto sería una fatalidad», explica Antonio Escudero, vicepresidente de la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (ANPCA). El director de esta organización, Luis Fernando Rubio, incluso va más allá pensando en las tormentas que pueden caer a finales de mayo y en el mes de junio: «Cuando la cosecha arranca hay que secar el ajo y llevarlo a los almacenes y esto hay que hacerlo en un corto período de tiempo; por eso hace falta tanta mano de obra. El peligro es que no haya gente con experiencia para trabajar y lleguen las tormentas. Esto mermaría la calidad del ajo y la producción».

El sector ha pedido sin éxito al Gobierno central que habilite la directriz europea que ampara la llegada de temporeros extranjeros y, de momento, ha tenido que conformarse con las bolsas de empleo abiertas por las organizaciones agrarias y el Servicio Público de Empleo de Castilla-La Mancha, bolsas que «no cubren las necesidades del campo», según Manuel Torrero, secretario general de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Cuenca, principal provincia productora. «En los últimos años se ha contratado a las mismas cuadrillas procedentes de países como Rumanía o Marruecos pero ahora será muy difícil sustituir a esos empleados con estas bolsas de trabajo», lamentan desde ASAJA ya que esta comunidad cuenta con 19.292 hectáreas dedicadas al ajo que generan un millón de jornales en cada campaña.