«Las pensiones actuales están aseguradas, me preocupan las futuras»

Saavedra, que fue secretario general de la antigua Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT durante 18 años, llega con ganas de luchar por unas pensiones dignas y con futuro, pero también para que los mayores sigan formando parte activa de la sociedad. Le preocupa especialmente la situación de las zonas más rurales y la soledad en la que viven muchos mayores.

-Después de muchos años en el sindicalismo ¿Cómo asume la nueva etapa al frente de la Unión de Jubilados y de Pensionistas?

-Es algo nuevo para mi pasar de estar en primera linea en el ámbito sindical realizando laborares de negociación y reivindicación en un sector como el público a realizarlas en el campo de los jubilados y los pensionistas. Las reivindicaciones ahora se centran en el envejecimiento activo, la atención a las personas mayores , defensa del sistema público de pensiones, lucha contra la pobreza y la desigualdad social, la muerte digna y un largo etcétera. Son nuevos frentes alejados de lo que había sido mi tarea sindical hasta la fecha. Pero los afronto con ganas de trabajar y, sobre todo, de aprender de los compañeros que llevan años haciéndolo.

-¿Servirá el último acuerdo del Pacto de Toledo para garantizar el futuro de las pensiones públicas? ¿Qué medidas le parecen más interesantes?

-Realmente el Pacto de Toledo no garantiza nada. Es solo una comisión de expertos que realiza propuestas, pero al final es el Congreso de los Diputados el que acepta o modifica las mismas y las aprueba. El informe de la comisión tiene un total de 40 medidas y algunas ya están en vigor mientras que otras son meras intenciones. También incluye las que son de aplicación inmediata y las afectan a las pensiones futuras. Como elementos positivos cabe destacar el reconocimiento de la Seguridad Social como pilar del Estado de Bienestar y el rechazo a cualquier transformación que amenace los principios del sistema público de pensiones como son la solidaridad, suficiencia, etc. Además, recomienda la recuperación del Fondo de Reserva (hucha de las pensiones) y señala que no debe usarse para fines ajenos. Asimismo, se garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones mediante una ley específica y supone que el Estado será el que asuma los gastos impropios que se cargan a la Seguridad Social.

-Parece que se dan pasos para garantizar unas pensiones públicas...

-Este informe del Pacto de Toledo, desde mi punto de vista, favorece a los pensionistas de hoy y perjudica a los de mañana manteniendo medidas desfavorables que ya estaban activas como el retraso en la edad de jubilación, el aumento del periodo de cotización y de la base reguladora, trabas a la jubilación anticipada. etc. En definitiva, las pensiones actuales están aseguradas, pero me preocupan las futuras.

-¿Cree que la sociedad valora a los mayores y las posibilidades de ser útiles todavía?

-Los mayores de las áreas urbanas tienen más posibilidades de sentirse útiles a la sociedad al poder tener un envejecimiento activo con más medios que los de las zonas rurales. De otro lado, algunos sectores de la sociedad nos ven como pasado y, por tanto, un lastre. Esta idea ha sido evolucionando en positivo en los últimos tiempos, pero todavía aún queda mucho camino por recorrer.

- ¿Piensa que el sindicato debe cambiar con los tiempos?

-Tiene que ser reflejo de la sociedad de cada momento. Si no está en los tajos, en las empresas y en la sociedad está abocado a la extinción. Los problemas actuales son los mismos, lo que cambian son los protagonistas y los tiempos.

¿Organizaciones de pensionistas unidas en coordinadoras y plataformas piden unas pensiones dignas a la calle... ¿No han sido UGT y CC OO suficientemente reivindicativos ?

-Los sindicatos hemos estado en la calle mucho antes de que las coordinadoras saliesen a la luz. Las primeras marchas a Madrid las convocaron UGT y CC OO en septiembre y octubre de 2017 y desde el 2013 se venía reclamando la derogación de la reforma de las pensiones que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy, que condenaba a las pensiones subir un 0,25% al margen del comportamiento del IPC. No obstante, ser los primeros o los segundos, lo cierto es que las coordinadoras no son nuestros competidoras sino quizás un complemento. Muchos afiliados de ambos sindicatos participan en las movilizaciones, pero lo hacen a titulo personal porque no está permitido participar como organización. Además, en la UJP tenemos otras reivindicaciones además de las pensiones: temas de dependencia, sanidad, formación, desigualdad, pobreza, muerte digna y la soledad en la que viven una mayoría de los mayores.

-¿Qué rumbo debería seguir Cantabria para ser más competitiva y crear empleo?

-Creo que por mucho que se esfuerce el Gobierno de Cantabria para atajar este tema, por si solo no puede hacer nada. Es un problema global y afecta al conjunto de la sociedad española. En este sentido, las políticas de empleo deben ser globales y la Comunidad puede propiciar que las mismas se desarrollen en la región de una manera más fluida e igualitaria para no crear polos de desarrollo que faciliten la desigualdad territorial. Me preocupa mucho el problema de la España vacía.