El plan de Ventura para Sniace recoge actuaciones energéticas en diversas autonomías

Sniace, según explica el propio Ventura a este periódico, formaría parte de un todo que, como avanzó El Diario, se englobaría en la sociedad VIKA-Sniace Energy Green SA y que insiste se gestionaría desde Bilbao. Los proyectos que trascenderían las fronteras regionales serían los ligados a nuevas actuaciones en materia de renovables y se llevarían a cabo en Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía. La planta de hidrógeno «más grande Europa» que pretende levantar igualmente se enclavaría en una de estas comunidades, aunque todavía no ha querido desvelar cuál, pero también se recoge dentro de la idea remitida a la administración concursal.

Dentro de la confidencialidad que dominan estos procesos, el empresario sí ha precisado los motivos por los que su planteamiento de 'energías verdes' no puede concentrarse exclusivamente en suelo regional.

La pregunta, aún así, es evidente. ¿Cómo encaja Sniace en unos planes energéticos en otros territorios que ya tiene sobre la mesa? «Todo en Cantabria no puede ir, por desgracia. Tanto por motivos meteorológicos como por la falta de disponibilidad para efectuar esas actuaciones. Eso no quiere decir que no perteneciesen a Sniace si me quedo con la unidad productiva».

En Cantabria sí que se reactivaría evidentemente la actividad fabril, con otras transformaciones añadidas. «En las naves donde se fabricaba la poliamida pretendemos instalar una parte de textil y una planta de paneles fotovoltaicos propios para dar servicio a la España vaciada. Sería una instalación de tamaño medio». En paralelo, tiene en tramitación un parque eólico en la Comunidad. «En Cantabria, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura, más Bilbao, donde iría la sede central, es donde se extendería la futura Sniace» en caso de que su planteamiento sea el finalmente elegido por los administradores concursales.

Ventura habla de una inversión global a cuatro años entre 400 y 600 millones. De ese montante, el desembolso en Cantabria rondaría los 240, estima. «Sniace es todo. Lo del sur es para darle vida a Sniace», manifiesta.

Aún así, sí que aparecen dificultades en el horizonte, así como la posibilidad de que otros interesados pudieran presentar otra oferta firme que tuviera mejor encaje para los concursales. Como ejemplo claro, el compromiso de la Administración, no ya sólo del Gobierno cántabro, sino del resto de comunidades implicadas en los proyectos y del propio Ministerio de Transición Ecológica. «Sólo necesitamos la aprobación para hacer lo que queremos hacer. Todo dentro de la legalidad», dice.

¿Si a Shirl Naira Holding no le adjudican Sniace, el plan energético puede salir adelante? «Sí». ¿Entonces qué le aportaría la factoría de Torrelavega? «El hecho de que siempre he estado en Sniace. He creído que era una empresa que podía salir adelante y el hecho de demostrar que las cosas, haciéndolas bien, funcionan», describe.