Entrevistas de Territorio Rural Inteligente
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Lunes, 22 de febrero 2021, 13:12
Saray Ceballos.
Jorge Fernández de Caleya y Raúl Santos Álvarez son los socios y la cara visible de la empresa cántabra Zwit Project. Estos empresarios procedentes del desarrollo rural y las energías renovables, decidieron unir sus esfuerzos y juntar sus experiencias después de varios años de trabajo en distintos campos como proyectos de redes de comunicaciones abiertas para la gestión municipal del agua, alumbrado público, conectividad WiFi en el medio rural, turismo inteligente, etc.
Ahora, años más tarde, «todo estos proyectos se han convertido en la base de la conceptualización del modelo de desarrollo sostenible e inteligente del territorio que denominamos Territorio Rural Inteligente», explica Jorge.
Un proyecto que dio sus primeros pasos con la creación de una plataforma impulsada por El Diario Montañés, Zwit Project y Next Educación con el objetivo difundir y acercar este nuevo modelo de desarrollo al medio rural y al que se han sumando, hasta ahora, importantes empresas de ámbito regional y nacional como Alsa, Ámbar, Banco Santander, Bidafarma, Capital Energy, Carbono Gestión, EDF, Escapada Rural, Fonestar, Indra, Masmóvil, Soningeo y Veolia, otras empresas o clústers regionales como Tera y Cinbesa, así como entidades sociales de la talla de Ceoe-Cepyme Cantabria, Cámaras de Comercio de Santander y Cantabria y de Torrelavega, Fundación Cotec y Fundación Alternativas.
La idea es clara: «La propuesta de Territorio Rural Inteligente supone un nuevo modelo de desarrollo integral especialmente adaptado al medio rural que pretende establecer el contexto necesario para aprovechar al máximo las oportunidades del desarrollo económico digital», argumenta. Para ello los impulsores del proyecto proponen «generar ecosistemas innovadores basados en dos ejes principales: la creación y puesta en marcha de las infraestructuras básicas de un Territorio Inteligente, y las actuaciones en cuatro áreas prioritarias: turismo, servicios a los ciudadanos, economía local y medio ambiente. Todo ello en base a un modelo de proyectos-motor capaces de generar emprendimiento asociado, atrayendo talento al territorio y asegurando la transferencia de conocimiento a las empresas locales», continúa.
Un cambio de enfoque
Lo cierto es que los datos están ahí y el medio rural español ocupa el 94% del territorio nacional. En él viven 19 millones de habitantes, el 40% del total, distribuidos en 7.894 municipios, es decir, el 97% de los municipios españoles. Asimismo, casi la mitad de estos entornos rurales, concretamente 3.966, tienen menos de 1.000 habitantes. En este contexto, Jorge ve con claridad que «el nuevo paradigma de desarrollo económico digital, puede ser una gran oportunidad para el medio rural y sus 19 millones de habitantes, y ahondar aún más y de un manera definitiva, la brecha de bienestar y desarrollo respecto del medio urbano».
Sin embargo, y a diferencia de las urbes, la situación actual de estos entornos no es un contexto favorable a la digitalización, poniendo en «grave» riesgo «el acceso universal a los nuevos servicios digitales, públicos y privados, así como la transición ecológica y la lucha contra el cambio climático debido a la dificultad en la utilización de las nuevas tecnologías digitales y los costes de comunicaciones de las soluciones convencionales para la gestión eficiente de las infraestructuras y servicios públicos medioambientales», expone su socio.
En este contexto ambos consideran imprescindible un cambio de enfoque orientado a la generación de ecosistemas innovadores que optimicen la eficiencia de las inversiones previstas. «No basta con dotar al medio rural de los más avanzados servicios, si no van acompañados de un proceso de generación de los recursos necesarios para hacer eficientes y sostenibles esos servicios», explica Raúl.
«No se trata sólo de extender la conectividad al 100% del territorio, se trata de garantizar el acceso universal a los servicios públicos digitales, incluidos los colectivos en riesgo de exclusión digital. Para ello es imprescindible dotar a los territorios de infraestructuras digitales públicas que permitan el acceso de esos colectivos a los nuevos servicios públicos digitales», concreta. «De nada sirve que las administraciones públicas proporcionen este tipo de servicios, si el acceso a ellos depende de la contratación de conectividad privada por parte de los usuarios».
Pero la zona cero de este cambio de vista tiene que estar en los propios territorios rurales. Raúl es firme al argumentar que «son ellos los que tienen que asumir el protagonismo de su desarrollo asegurando la sostenibilidad a medio plazo haciendo un uso inteligente de las nuevas tecnologías poniéndolas al servicio de sus necesidades. Lo mismo ocurre con el emprendimiento y la atracción de talento».
Ya por último, la tercera pata de este giro conceptual reside en la financiación. «Es imprescindible un modelo acorde con la transversalidad del modelo de desarrollo», reivindican ambos. El modelo actual de ayudas sectoriales, «descoordinadas entre sí, impide la ejecución coherente de las estrategias locales de desarrollo de los pequeños ayuntamientos», señala Raúl. En este contexto, los fondos europeos Next Generation EU y su traslación al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España «se ha convertido en una magnífica oportunidad para la incorporación de los pequeños y medianos municipios al nuevo ciclo económico digital y para alcanzar los más avanzados niveles de bienestar y servicios en términos de igualdad con el medio urbano», matiza su compañero de Zwit Project.
La cuestión es que el camino hacia este nuevo modelo territorial ya ha empezado y lo ha hecho con grandes pasos, como la presentación del proyecto 'Cantabria Territorio Rural Inteligente' a la Manifestación de Interés de la Secretaria General de Reto Demográfico. «Hemos plantando ya las bases para hacer de Cantabria la primera región sostenible e inteligente de Europa», concluyen.
«El nuevo paradigma de desarrollo económico digital puede ser una gran oportunidad para el medio rural» «Es imprescindible un modelo de financiación acorde con la transversalidad del modelo de desarrollo»
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