La plantilla de SEG comienza hoy la huelga y la empresa alerta de las «consecuencias» futuras

En un comunicado horas después de fracasar la última negociación celebrada el sábado en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla), la empresa quiso dar su valoración de un proceso que se ha extendido durante más de cuatro meses, primero de manera «informal», y desde marzo con una tensión creciente entre empresa y comité.

«Además de las veinte reuniones con el Comité durante este proceso informal, se han mantenido dos reuniones oficiales en el Orecla en las que se han trasladado diferentes propuestas de negociación que no han sido atendidas por la representación de los trabajadores, ni mostrado contrapropuestas reales que den solución a la problemática empresarial», comenzó SEG.

«En las últimas reuniones mantenidas en el Orecla, esta dirección ha mostrado una vez más su voluntad y disposición a negociar todos los extremos del plan sin ningún tipo de limitación, y en este sentido ha ofrecido formalmente, aceptando la propuesta de la parte social presentada en dicha reunión en el Orecla» sobre distintos aspectos. El primero, «iniciar un proceso de negociación abierto en el que se incluyen todos y cada uno de los puntos del plan de viabilidad, estableciendo un calendario y proceso de negociación de diez días. Dicho plan la empresa aceptaría que tuviese un período de aplicación de hasta cinco años, reduciéndose el número de afectados para 2021 a 140» frente a los 160 previstos inicialmente si la reestructuración debe digerirse en tres años.

Pero hay más. Según la empresa, «la salida de los trabajadores se establecería de forma ordenada y bajo criterios objetivos acordados por las partes. Todo trabajador afectado que lo desee tendrá asegurado un puesto de recolocación alternativo. Durante dicho período de cinco años se establecerían garantías para aquellos trabajadores que continúen en la empresa», prosigue.

El comunicado no acaba ahí y recoge el «compromiso de la empresa de negociar el porcentaje de ajuste salarial, así como en la forma de aplicar dicho ajuste, comprometiendo también mecanismos de recuperación si la situación empresarial y del mercado mejora en un futuro»; además del «compromiso de la empresa de garantizar proyectos y productos de futuro que permitan la viabilidad de la estructura de la plantilla resultante del plan», sostuvo la corporación.

Aún así, las posturas estaban tan distanciadas -los sindicatos no se veían pactando en el Orecla un plan con 275 salidas- que la huelga arrancará hoy, al menos durante una semana. Muestra de las diferencias es que ayer ni siquiera se intentó acudir al Orecla de nuevo. Por el camino, SEG notificó el pasado miércoles su intención de presentar un ERE, por lo que citó en siete días a la representación social para empezar la negociación.

De vuelta al comunicado, «hemos informado a la plantilla de Treto sobre las posibles consecuencias de la huelga, tanto para la imagen de la fábrica como respecto a las decisiones que puedan tomar nuestros clientes y la gerencia de SEG Automotive sobre productos de futuro, inversiones y proyectos para la fábrica cántabra».

A este respecto, «nuestros clientes se pueden mover a la competencia, cambiar sus planes con respecto a nuestra fábrica (solicitar la fabricación en otros países, romper acuerdos) y Treto podría llegar a cerrar, pudiendo únicamente asumir el coste indemnizatorio derivado de lo legalmente establecido, muy inferior a las cuantías indemnizatorias que estamos ofreciendo actualmente», cerró.