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El futuro de la industria, nacional y europea, tiene en las fuentes energéticas por venir uno de sus mayores vectores de inversión y crecimiento. En esa corriente, el hidrógeno verde se posiciona como uno de los ejes estratégicos a medio y largo plazo para que ... el Viejo Continente recupere su autonomía en relación a otros territorios como Rusia o China. José Ignacio Zudaire, adjunto al consejero delegado de Petonor y presidente del Corredor Vasco del Hidrógeno, reflexiona para El Diario sobre los desafíos pendientes con motivo de su visita el martes a Santander para participar en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
«Hay dos palancas que impulsan el crecimiento del hidrógeno verde. Una fue la descarbonización, y con ella arrancó el proceso en torno a 2019, especialmente por el impulso de Europa. No podremos descarbonizar al 100% la economía si no contamos con el hidrógeno verde. Necesitamos ese plus que nos da el hidrógeno. Tras la invasión de Rusia en Ucrania afloró otro problema: la dependencia en torno a la seguridad de suministro», arranca.
Zudaire reclama que «Europa tiene que impulsar un poquito más. Habíamos cogido la delantera regulando y poniendo objetivos. Estados Unidos ha introducido medidas súper potentes que pondrán el coste del hidrógeno a tres euros, además con mecanismos fiscales muy rápidos. Los americanos han sido muy prácticos».
Mientras la tecnología va madurando, la industria se halla en problemas para garantizar su competitividad a nivel global. «Hay sectores como el siderúrgico donde hay que reemplazar gas natural por hidrógeno renovable. Si Europa es capaz de poner mecanismos en frontera para que se respeten las reglas del juego será una oportunidad. Si no, no competiremos en igualdad de condiciones y ahí sufrirá la competitividad».
Cantabria tiene entre manos, y a futuro, diversos proyectos en torno al hidrógeno verde, con un depósito previsto por Enagás en Polanco o una fábrica en los antiguos terrenos de Sniace. Zudaire entiende que «hay buenas oportunidades para colaborar entre territorios. Nos tiene que servir para desarrollar industria».
En todo caso, «mínimo hasta 2030 o 2035» el sector no se acercará a un coste aceptable.
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